Capítulo 2: Aprender a nadar

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Agosto 2022

"Dra. Device no creo que sea buena idea".

Sus dedos temblaron al mirar su pantalla reluciente. Estaba respirando profundo aún con los párpados pesados, porque su actual jefa se había dignado a escribirle pasada la medianoche con un entusiasmo tal, que pareciera como si se hubiera ganado la lotería.

"Claro que sí, Azi, míralo por el lado bueno. Pagarán más de lo que yo puedo ofrecerte y si tienes tiempo, aún podrías trabajar para mí y ganarías casi el doble. Solo envía tu cv y vemos que puede pasar a futuro. Podría ayudarte mucho para que tengas algo más para tu casa".

Su casa, sí.

Había aprendido la lección de nunca decir no a nuevos proyectos que tenía en frente. Estudiar en Oxford le había abierto muchas puertas a pesar de que aún era estudiante. Conocer a la Dra. Device, antes profesora Device, fue una de las primeras fortunas que el destino le puso en frente. Por así decirlo, ella fue una de las primeras personas que confiaron en él, trabajó con él la barrera de su timidez y ansiedad y lo animó a salir de su caparazón como una especie de consejera.

Sus notas hablaban por él y antes de que ella se convierta en su jefa actual había trabajado en otros lugares, en estudios jurídicos importantes e instituciones públicas en el ámbito de investigación, por puro impulso de ella.

Eso le venía bien, escribir para alguien y no sentir el peso de sus palabras, solo asentir y esperar a que pudieran observar su trabajo, no dar la cara y esconderse entre las páginas de los libros era lo máximo que podía pedir. No sentir una responsabilidad propia, y hacer lo máximo posible para que no menospreciaran su trabajo ni a él como persona, pasar desapercibido era lo que quería en esta vida. Aunque a veces no era así y trabajar luego con la profesora Device fue el inicio de una serie de recordatorios importantes de que la vida puede depararle a alguien solo ser un fiel servidor y seguidor y a otro, un ferviente líder.

La Dra. Device le había dicho que él no había nacido para servir, sino para que le sirvan. Que debía creerse él mismo que todo lo que ha hecho hasta ahora no todos sus compañeros lo habían logrado. Que se estaba forjando como un excelente abogado, con un futuro brillante, y más que eso, junto con ella podían poner de patas arriba al mundo del Derecho si tan solo él se lo propusiera, si tan solo tuviera dos pizcas más de confianza.

Pero él sabía en el fondo que no era del todo cierto. Sentía en sus entrañas que habían cadenas que aún faltaban romper. Necesitaba sanar muchas cosas, pero ahora había guardado todo eso en lo más oscuro de su interior, tratando de seguir nadando cuesta arriba, envalentonándose y moviendo la varita de la suerte sobre su familia, poniéndose la gorra de capitán cuando no se sentía con las fuerzas para guiar el timón de su desorientado barco. Debía seguir trabajando, más real que eso, seguir viviendo por su familia. Ser lo que los demás esperaban, lo que su ejemplo a seguir, su jefa, estaba segura que sería él.

Porque sus seis intentos de suicidio, sus adicciones a sustancias ilegales cuando aún era menor de edad, su propia naturaleza, era lo que nadie debía enterarse y no era necesario que la Dra. Device ni sus antiguos jefes debían saber.

Azirafel Fell solo era un joven de 28 años con problemas de sociabilidad y nada más que eso. Eso era lo justo y necesario para satisfacer la curiosidad de la Dra. Device y de sus tres jefes anteriores.

"Manda tu cv, pequeño saltamontes"

"¿Pero sabe usted para quién trabajaré, doc?"

Los tres puntos del aplicativo de mensajería hicieron que al rizado se le subieran los tonos del rostro. Pasó saliva. No le gustaba estar en la incertidumbre.

"Ni idea. Un ex me mandó el anuncio. Me dijeron que lo estaban circulando en los grupos de WhatsApp de la Universidad. ¿No lo habrás visto?"

Hizo una media mueca y negó solo.

"No estoy al tanto de los grupos, doc"

Era cierto, no salía de allí porque le servía para hacer algunas consultas sobre los trámites para la graduación que estaba a la vuelta de la esquina y algunos que otros pagos de la universidad. De otra forma, hace rato hubiera estado tan contento de no saber nada más de sus compañeros, pero a veces era necesario socializar como bien le había dicho la Dra. Device.

"Solo digo, Azi. Lánzate. ¿qué es lo peor que podría pasar?"

Oh diablos...

"Bueno, tiene razón"

Pero en esta ocasión, él no sabía que iba a pasar de todo.

"Buenas noches, ¿Con Azirafel Fell?"

El timbre nervioso se oyó desde el otro lado del teléfono. Su madre le miraba inquietamente.

Le hizo una mueca con una gran interrogante en la cabeza. Él entrecerró los ojos y alzó los hombros. No tenía idea.

"¿Sí? Él habla"

"Llamo por la presentación de su cv. Quisiera hablar con usted".

Su madre comenzó a juguetear con la cuchara. Azirafel miró su reloj, eran las 11 p.m.

"Ahora no puedo hacerlo, estoy cenando con mi familia"

"Oh, comprendo. Entonces mañana lo llamaremos"

¿Se notó el miedo en la voz? Azirafel lo ignoró y asintió.

"Oh, díganme ¿quién está solicitando asistente? Yo..."

Colgaron.

"Es extraño..." susurró.

"¿Quién era, cariño?" preguntó su madre con sutileza.

"No lo sé, es una ...bueno, una oferta de trabajo y decidí postularme. Envié mi cv, supongo que me llamaron para eso"

Su madre asintió y tomó las manos de su hijo, sonriendo. Sus labios resecos y su mirada apenas brillosa delataban que la enfermedad la estaba consumiendo.

"Hijo, no quiero que te esfuerces más de lo debido. Yo puedo regresar al mercado, tengo aún mis cosas que..."

"No"

"Pero, cariño..."

"Ya lo hemos discutido, mamá. No hablaremos más de eso"

Su madre solo asintió y no dijo nada más. La cena pasó silenciosa bajo una manta sospechosa, llena de inseguridades y verdades disfrazadas.

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ꜱᴇɴᴛᴇɴᴄɪᴀ ᴅᴇ ᴀᴍᴏʀ │ ɢᴏᴏᴅ ᴏᴍᴇɴꜱ ᴀᴜ │ᴀᴢɪʀᴀᴄʀᴏᴡDonde viven las historias. Descúbrelo ahora