22 Diciembre 2022
"Lo recuerdo todo, ángel y no lo podemos dejar pasar. No quiero que pienses que fue algo sin importancia, solo es la carga de trabajo que hizo una y otra vez evitar esta conversación. Imagino que para ti es complicado hablar de tu naturaleza, pero yo no te juzgué, ni lo haré en un futuro. Quiero que estés seguro y confíes en que lo que hagas contigo y tu privacidad solo es tu decisión y por tu voluntad. Y, por otro lado, quiero que entiendas, que esto no puede volver a pasar. Fue solo una noche, nos divertimos juntos, compartimos momentos, pero solo ahí quedó ¿está bien?"
El corazón de Azirafel se aceleraba al punto de sentir que ya lo tenía en la garganta. Sus piernas le temblaban y la profunda sensación de decepción comenzó a picarle el cerebro.
¿Acaso esperaba que su jefe le confesara su amor a los cuatro vientos? Eso era ridículo. Estaba fuera de su alcance para alguien incompetente y estúpido como él.
"¿Eso quiere decir que no siente alguna repulsión hacia mí porque soy...m-preg?"
El Doctor Crowley lo miró alzando su enigmática ceja y le bebió un poco de su copa.
"Por supuesto que no, angelito. Al contrario, admiro mucho a personas como tú" suspiró "valoro a la gente por su inteligencia, te lo dije, ese es mi medidor. Nunca dudes de eso"
"Usted, entonces..."
¿No me despedirá?
Pero la pregunta quedó en el aire.
Era confuso, se habían visto hasta el alma, pero Azirafel aún sentía que debía guardarle todo el respeto que podía y aún seguía sintiendo...miedo. A pesar de haberle dicho que iba a guardar el secreto sobre él y su naturaleza, aún no se sentía seguro.
Quizás no lo iban a despedir, pero ¿sería seguro que él siguiera allí?
Solo fue una noche, nada más. Eso es lo que era él, un chiste. Un plato de segunda mesa, una diversión momentánea. Cómo podría imaginarse si quiera alguna oportunidad. Él, un defectuoso individuo, con un pasado contaminado. Él después de todo. Un m-preg.
Qué esperaba además de una persona que pensaba que era un incompetente.
El rubio muchacho se olvidó por un momento que era objeto de una mirada ambarina recalcitrante.
"Todo está bien, angelito? Me pone un poco incómodo que no sonrías últimamente"
Azirafel le dio un sorbo a su copa de vino y se dio cuenta de que ya se había terminado.
Al Doctor Crowley le causó gracia aquello, un gesto que Azirafel no había percibido.
Esos pucheros.
"Me vas a matar" dijo con diversión.
"¿Yo?"
El Doctor Crowley carraspeó y miró su teléfono, ignorando lo que de sus labios salió.
Azirafel, por su parte, rompió la incomodidad que estaba aflorando. "Le agradezco que sea sincero conmigo. Estoy tranquilo ahora que me ha dicho que se mantendrá en reserva. Es un alivio para mí, de verdad" Respondió Azirafel.
"No hay problema. Es tu vida y tu cuerpo. No soy quién para ventilar tus cosas"
Azirafel le sonrió y le expresó un sincero "gracias" a su jefe.
–
Azirafel decidió acompañar nuevamente a su jefe a su departamento y ahora estaban allí, enroscados, después de haber tomado tres botellas más de vino.
El muchacho abrió los ojos, la oscuridad y la respiración de fondo de Crowley lo golpearon hasta dejarlo desangrado. Se tocó el cuerpo desnudo, pegajoso y lleno de cicatrices. Agradeció a la noche que su jefe no haya visto marcas de su pasado, de nuevo. Sin embargo, cayó en cuenta como si su cerebro reaccionara lentamente como él, que otra vez había cometido un error y que la suciedad comenzaba a invadirlo de lleno.
La seguridad de las palabras de su jefe ahora se habían esfumado tan fácil como dos hojas secas en otoño. Con cuidado, salió de la cama y comenzó a vestirse con las lágrimas nuevamente bañando sus mejillas, y con silencio abandonó el departamento en la madrugada.
–
Al día siguiente decidió escribirle por mensaje a su jefe de que estaba indispuesto y no podría acudir a trabajar.
La vergüenza le invadía, así como la flacidez de su cuerpo y las sensaciones que aún no lo habían abandonado.
Se sentía inservible.
Aprovechó para acompañar a su madre a su terapia paliativa y meditabundo no se dio cuenta de que chocó con alguien al bajar a la primera planta del hospital donde su madre esperaba.
"Oh, lo siento, querido. Mi error"
El otro rio "siempre disculpándote, nunca cambias"
"¿Disculpa?"
"¿Ves? A eso es a lo que me refería" respondió con altivez.
"¿Gary?"
Un rubio muchacho parecido a él, pero más alto lo miró con alegría.
"¡Azirafel! ¡Te acordaste de mí!"
Azirafel sonrió y el extraño muchacho corrió a abrazarlo. El rizado estaba congelado allí, por tanta muestra de afecto. No recordaba a Gary así.
Gary le invitó un café. De sus compañeros de universidad, Gary era el chico más modesto, agradable, con quien no llegó a entablar una amistad fuerte, pero que nunca le diría no a una invitación para pasar el rato.
"¿Qué me cuentas, Azi? Llegan los chismes de la promoción de que estás trabajando con el famoso Doctor Crowley. ¿Es verdad?"
Azirafel le dio un sorbo de café, a decir verdad, preferiría chocolate.
"S-sí, es verdad"
"¿Guapo, no? "
Azirafel observó a Gary frunciendo la mirada y una gran interrogante en la cabeza. Para nadie era un secreto que la apariencia y gestos amanerados etiquetaron por sí solos a Azirafel. Además, Gary era de la comunidad, cuestión que no pasó desaparecibido para Azi, sobre todo porque su compañero se había casado hace unos meses con su profesor de la universidad.
A Azirafel le pareció por demás bizarro, pero luego entendió que para el amor no había edad.
"Sí, supongo" respondió.
"Pero lo que tiene de guapo, lo tiene de jugador. Ten cuidado, Azi, le gusta salir con chicos de tu vuelo. Rubiecitos, rizados, acuerpaditos. Me han dicho que no para hasta tenerlos entre sus piernas"
Azirafel tomó un sorbo más fuerte de café y comenzó a atorarse. Gary le dio un par de fuertes palmadas.
"Solo te advierto, hombre, porque me caes bien".
"Claro, claro, Gary, no te preocupes, todo bien conmigo, pero lo tendré en cuenta" sonrió falsamente y alzó su taza de café. Su compañero miró su reloj y dejó un billete dejando la cuenta pagada.
"Se me hace tarde, Azi. Cuídate, ya sabes..."
Azirafel asintió y pronto decidió que el café estaba demasiado rancio para su gusto, así que fue mejor que ya no lo tuviera más en su estómago.
–
N/A:
Inevitablemente tuve que incluir en la historia a mi querido ship HartWin, para quienes no lo saben, me encanta la saga de Kingsman y evidentemente el ship principal de esta, que es Gary Unwin (Taron Egerton) x Harry Hart (Colin Firth). Deberían verlo, es una notable relación age gap. ¡Los amo!.
Por otro lado, es verdad que Crowley es un casanova, es un promiscuo y no es un secreto que le gustan los rubiecitos que parecen ositos de felpa.
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ꜱᴇɴᴛᴇɴᴄɪᴀ ᴅᴇ ᴀᴍᴏʀ │ ɢᴏᴏᴅ ᴏᴍᴇɴꜱ ᴀᴜ │ᴀᴢɪʀᴀᴄʀᴏᴡ
FanfictionAzirafel Fell, un inseguro y destrozado joven que busca un futuro profesional y crecimiento económico encuentra un trabajo que le dará lo que busca a cambio de sacrificar ciertas cosas, su estabilidad mental tal vez, cuando se cruce con quien será u...