Capítulo 9: Entre manzanas y peras

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04 de diciembre de 2022.

El cachorro comenzó a lamer el rostro de Azirafel, dejándole rastros en su nariz y su boca. Azirafel reía porque le ocasionaba cosquillas, separó al cachorrito y le dio un beso en su coronilla peluda. Sus patitas pequeñas tocaron las mejillas del chico y este se derritió.

"Mi hijo está enamorado de ti. Es todo un coqueto como su madre"

Azirafel rio y luego sacó su pañuelo para poder limpiarse un poco. El cachorro corrió al regazo de su dueña.

"No creo que yo sea del tipo para Canela, doc"

"¿Por qué no? Eres guapo, inteligente, amable, un algodoncito de azúcar por donde te mires. Eres el mejor partido que cualquiera pudiera tener"

Azirafel se sonrojó.

"No me diga esas cosas, doc. Porque me las creeré"

"Créetelas porque es cierto"

Azirafel suspiró y comenzó a juguetear con sus dedos, desesperanzado. Anathema lo notó y resopló con fastidio.

"No creí que ese Crowley fuera tan idiota. Hiciste bien en renunciar"

"No lo sé, doctora. Creo que me estoy arrepintiendo"

"¿y eso?"

Azirafel suspiró y cerró los ojos.

"Creo que es por el hecho de que nunca me vi trabajando en ese lugar. Era como un sueño cumplido y ahora lo perdí"

Anathema lo miraba incrédula acariciando a su cachorro.

"No lo perdiste, tienes toda una vida para poder volver. Simplemente fue una experiencia, la vida te puso allí, lo asumiste y con justa razón te retiraste. Siempre debes priorizarte a ti y a tu comodidad"

"Solo que no sé cómo sentirme al respecto, me siento más aliviado, pero al mismo tiempo extraño todo"

"Es normal. El hombre te tenía en una constante marea de cariño y castigo al mismo tiempo. Te estaba acondicionando" Soltó a su cachorro y tomó un poco de refresco que ya se encontraba en la mesa de centro con una jarra refrescante "Lo que quiero saber es qué te dijo cuando pediste tu renuncia"

"Ese es el problema, no me ha dicho nada. No ha intentado contactarse conmigo después de eso"

"Bueno, esperemos que al menos te diga algo. Han pasado menos de dos días"

"Sí, bueno"

"Dime algo, Azi. Si él te volviera a contactar y te propusiera mejores condiciones ¿lo aceptarías?"

"No lo sé, doc. Yo lo que quiero es tiempo para poder ver a mi madre y dinero, claro, pero más lo primero"

"Entiendo. ¿Qué harás ahora? ¿sabes que puedes regresar conmigo a trabajar, no?"

Azirafel se acomodó en el sillón y asintió.

"Sí, y le agradezco mucho que siempre me tome en cuenta, pero prefiero alejarme por un momento de mi carrera. Quiero atender el puesto de mi madre".

Anathema asintió y soltó a su cachorro que nuevamente se dirigió al rubio para poder jugar con él. Con tristeza ella no podía decir lo contrario, pero intentaría al menos persuadirlo con algún que otro trabajo. Entendía perfectamente la situación en la que estaba. Básicamente lo único que tenía Azirafel en su vida era su madre. Sabía de por sí que él no era de tener amigos, y ella sentía que tenía el deber de poder apoyarlo tanto como él desinteresadamente siempre lo hizo con ella, aunque él nunca lo vea de esa forma.

ꜱᴇɴᴛᴇɴᴄɪᴀ ᴅᴇ ᴀᴍᴏʀ │ ɢᴏᴏᴅ ᴏᴍᴇɴꜱ ᴀᴜ │ᴀᴢɪʀᴀᴄʀᴏᴡDonde viven las historias. Descúbrelo ahora