Capítulo 3: Café pasado

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Septiembre 2022

Comenzó a juguetear con sus dedos, nervioso, las palmas de sus manos sudaban, los labios le temblaban y sentía que se asfixiaba con el fuerte olor a café que salía de la cocina.

A lo lejos podía oír su voz, atrapante, contundente, exasperadamente rígida, pero llena de experiencia.

Los minutos pasaban, él observaba su reloj imaginándose que quizás había sido una malísima idea haber llegado hasta aquí.

"Si tan solo abro esta puerta..." Se dijo, exasperado.

Uno de los dos hombres en traje abrió la puerta y el olor a café pasado inundó por completo la sala que ya se encontraba oscura como la vista del pobre Azirafel quien trataba de respirar cada segundo.

Imaginó que se trataba de su guardaespaldas, porque sin querer vio en la parte izquierda de su blazer una pistola y además tenía un audífono en el oído. Estaba en constante comunicación con alguien.

"Doc, cuando la vea la voy a matar"

El rubio ya se imaginaba a la Dra. Device con la oreja roja.

"¡Hola!" Un hombre bien parecido apareció en la escena. Alto, altísimo, delgado, con las manos en los bolsillos y el rostro brillante. Azirafel lo vio de perfil, esa nariz aguileña que se esparcía contundente en su rostro, era una de sus facciones que le resaltaban la mirada escudriñante. Sus cabellos cortos, rojos oscuros como el fuego y bien peinados de lado, resaltaban también la bella mandíbula que ejercía presión con sus labios rectos, parecía impasible pero a la misma vez todo su cuerpo bailoteaba en armonía con sus pasos endemoniadamente imposibles.

¿Había forma de que alguien caminara así y estuviera sobrio? Era improbable. Quizás tendría algún problema con la bebida.

Azirafel lo confirmó días después, por supuesto.

"Buenas tardes, eh..." El hombre castaño con la mirada dura que no se condecía con el saludo efusivo que había dado hace unos minutos, se lanzó al sofá como si estuviera desparramándose.

Azirafel miraba a todos lados, menos al hombre que tenía en frente, que entendió era su futuro jefe. El otro hombre que llevaba traje en la sala se aclaró la garganta y ayudó a su también jefe con la agenda en la mano y la voz temblorosa.

Azirafel identificó inmediatamente que aquel jovencito con la mirada perdida, el sudor en la frente y los ojos celestes como el mar mismo era Newton, quien lo contactó aquella noche hace dos días.

"Azirafel Fell"

El hombre alzó una ceja, demasiado expresiva a decir verdad, y lanzó un susurro a su asistente. Este asintió y se perdió en la cocina.

Azirafel también se aclaró la garganta.

"Azirafel, que gusto. Soy el Dr. Anthony J. Crowley"

Esperen. Azirafel quería lanzarse por la ventana de ese quinto piso allí mismo. Definitivamente, iba a matar a la Dra. Device.

Como era idiota, no lo había reconocido en ese preciso instante. El Dr. Crowley era como una celebridad en el mundo del derecho, era su máxima figura en un pedestal. Tenía casi 20 años bajo el ojo público emitiendo las sentencias más significativas en el camino de la ciencia del Derecho, las cuales varias veces las había estudiado con dedicación en sus cuantiosos exámenes de derecho penal. Jamás se imaginaría que la vida le depararía esas circunstancias, que estuviera frente a él en su casa, y que básicamente, le ofreciera un trabajo que no tenía idea en qué consistía, porque había sido bastante claro y sincero en decir que solo tenía experiencia en investigación y cero en apoyo jurisdiccional.

ꜱᴇɴᴛᴇɴᴄɪᴀ ᴅᴇ ᴀᴍᴏʀ │ ɢᴏᴏᴅ ᴏᴍᴇɴꜱ ᴀᴜ │ᴀᴢɪʀᴀᴄʀᴏᴡDonde viven las historias. Descúbrelo ahora