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Se arrodilló en el piso frente a mí para que lo viera a los ojos y eso hice.

Nico: Sofi, no me llamaste, dejar de hablar fue una desición en común, yo no quise presionarte, pero podrías haberme enviado un mensaje , no se. -agarraba mis muslos con sus manos- le pregunté a Anto mil veces por vos , supe que siempre estuvieron en contacto , las veces que fui a buenos aires y estuve a punto de tomar un vuelo para ir a verte pero pensé que sería invasivo o no estaría respetando tu desición. --me miraba como si con la intensidad que lo hacía fuera a sacar una respuesta a la fuerza de los años que había esperado--  no entiendo, querés hablar conmigo?

pasaron unos segundos en los que no respondí porque realmente no sabía cómo explicarle.. entonces me besó.

Se levantó despacio sin despegarse de mí boca y me agarró de la cintura haciendo que envuelva mis piernas en su cadera, con una mano me sostenía de la cola y con la otra agarraba mí cuello con desición, sus besos eran voraces. Cuando nos estábamos quedando sin aire volví a la realidad. Me separé despacio y baje.

Yo: mañana jugas. -dije agitada- no podes hacer esto Nico.

Nico: si ganamos mañana vas a ser mí cábala. --Volvió a levantarme pero suavemente, me tendió sobre la cama mientras subía sobre mi-- estas cosas que usas no ayudan en nada Sofia. Te voy a comprar una sotana.

Me reí mientras acariciaba su nuca al compás de los besos. Nico metió una mano por debajo del camisón y acaricio mí muslo, subió hasta mí abdomen acariciando mí cintura y apretando un seno.

"Dios , soy yo otra vez. Nada.. gracias."

Cerré los ojos  y disfrute de su tacto, no se cómo sería estar en el cielo, pero seguro esto se parece. Volvió a bajar rozando la orilla de mí tanga haciéndome estremecer.

En un movimiento rápido me saco el camison y empezó a repartir besos desde mí mejilla hasta mí abdomen , tomándose su tiempo en cada uno de mis pechos. Yo en cualquier momento me desmayaria, no daba más.

Lo tumbe en la cama y este rió, saque mí tanga rápidamente y subí a su regazo, se había puesto pantalón. No puedo creerlo.

Me moví sobre el mientras besaba su cuello, toque sus hombros, sus fuertes brazos, su pecho , abdomen , pelvis . Este hombre era la perdición.

Baje mis besos sobre su pecho y abdomen a medida que jugaba con el elástico de su pantalón de fútbol, note que no tenía ropa interior. Antes de poder meter mis manos Nico las tomo y me tiró hacía arriba, me tumbó en la cama y se metío entre mis piernas, besó el interior de mis muslos, ya no había tanta delicadeza para acariciarlos.

Posó un beso sobre mís labios vaginales, otro sobre mí clítoris, y otro y otro.. sus besos me tenían en el cielo. Comenzó a lamer con cierto vaivén que me hacía retorcer.. cuando se dio cuenta que no iba a aguantar mucho más subió hasta mí boca y me beso , note que el tampoco aguantaría. Se sacó el pantalón, busco en su billetera que estaba sobre la mesa de luz un preservativo, se lo puso y se colocó entre mis piernas, se posó sobre mí entrada y me miro esperando una respuesta, asentí repetidas veces y sonrió.

Entro en mí lento los dos cerramos los ojos al sentir el contacto, espero unos segundos a acostumbrarme a su tamaño y me miro esperando que le diera el ok, "seguí por favor" fue lo único que me salió. Con su mano derecha agarró mí mejilla y la otra abrazo mí cintura por debajo, sus movimientos eran leves mientras seguía al compás con besos lentos.. de a poco fue aumentando la intensidad y ya no podía contener mis gemidos .

El destino | NICOLAS OTAMENDI .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora