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Me desperté a las 11:30 sonaba mí celular y también tocaban mí puerta. Miré el celu y Nico llamaba, atendí mientras iba a la puerta.

Nico: Hola? Gorda estás bien?

Yo:  si por?

Abrí la puerta y Anto estaba en mí puerta con su guardaespaldas. Salte a abrazarla, tiré mí celular al piso .. fue cualquier cosa. La hice pasar y le pedí que me espere a que me bañé. Antes de entrar a la ducha sonó mí celu y ella lo agarró para pasármelo.. cuando vio el nombre sonrió y me apunto con un dedo

Anto: no me contasteeee, bañate ya que vamos a tomar algo

Me reí y respondí entrando al baño

Yo: hola?

Nico: basta, estás bien? Te estuve llamando, que te paso? -sonaba preocupado, me di una palmada en la frente. No había vuelto a llamarle desde que Anto llegó-

Yo; perdón sisisis estoy bien, esque justo llego Anto y se me cayó el celu.. vos estás bien?

Nico: si , solo me preocupe. Que vas a hacer hoy? No puedo salir

Yo: creería que nada.. ahora voy a salir con Anto

Nico: querés venir al entrenamiento de las 20? Hacemos algo con los chicos .. o no .. cómo quieras.

Yo: dale.. te mando un mensaje

Nico: bueno cuidate, no te pongas el vestido blanco.

Yo: -me reí- si papá.

Nico: papi soy para vos. -rió- chau chau.

Corte y me bañé en tiempo récord, salí a buscar que ponerme y Anto ya había elegido por mí. La amo.

Salimos y su guardaespaldas iba al pendiente

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Salimos y su guardaespaldas iba al pendiente. Subimos al auto y nos llevo a un restaurante. Eran las 12:40, y no había desayunado. Íbamos contándonos chismes y boludeces. Nos sentamos a almorzar y nos trajeron la carta , una ves que el mozo se fue con nuestro pedido Anto me miraba esperando una explicación. Yo creía que en cualquier momento se convertiría en el gato de Alicia en el país de las maravillas de tanto sonreír.

Yo: -me reí- que?

Anto: sos una mala amiga, tuve que sacarle información a Leo a la fuerza. Por qué no me contaste? Por qué no me avisaste que habías llegado -puchereo-

Yo: no hay tanto por contar.. yo no sabía que el estaría acá hasta antes de que empezara el partido con Arabia saudíta. -me reí- sabes que soy un queso con el fútbol, no le doy ni bola.. y realmente trataba de no recordarlo sabiendo que no iba a poder estar con el -me encogí de hombros-

Anto: o sea que? No entiendo. Nunca me hablaste de que te pasaba algo y ahora resulta que se aman? O que? -no dejaba de sonreir, parecía asesina serial-

Yo: Anto, por favor.. no podemos tapar el sol con un dedo. La única que no se quería dar cuenta era yo. -gesticulaba con las manos más de lo normal- de dónde sacaste que nos amamos? -me reí- es un montón gorda!

El destino | NICOLAS OTAMENDI .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora