En la casa de los Wei se había vuelto ya rutinario que las gemelas llorarán cada que su tío Wangji pasaba por ellas, para llevarlas al jardín de infancia junto a sus primos, Yibo las despedía en la entrada de su casa con un beso, les daba recomendaciones y luego las invitaba a hacerle a su nuevo hermano, un lindo dibujo en la escuela para su cuarto.
Habían decidido vivir en unión libre pero en familia cerrada, al menos por ahora, las niñas comenzaron a llamar al doncel mami, desde que empezaron a tener pesadillas con su anterior madre y el era el único que podía consolarlas, ya que Zhan lo había intentado y había terminado llorando con ellas en la cama, desde entonces las niñas pasaron a dormir en el mismo cuarto qué su ahora madre, solo que en camas separadas pues el vientre de Yibo, había duplicado su tamaño para los últimos meses de gestación.
Resultó que Zhan había puesto gemelos en el vientre del doncel, por lo que las mayores habían brincado de gusto al saber que su papito había inyectado con su jeringa personal,( verdad contada por ying cuando sus sobrinas le preguntaron por que mami se habia comido a sus hermanos) un par de lindos hermanos varones, en ese momento Yibo le pidió a su ahora compañero de vida, que le hiciera una nueva prueba de paternidad a las niñas, era demaciada coincidencia de que también fueran gemelos como las niñas, si supuestamente ellas no era sus hijas biológicas.
El día que Zhan descubrío que la zorra de su ex mujer hasta en eso le había mentido, un rencor grande creció en su pecho, pero también una alegría inmensa lo inundó, pues su instinto paternal siempre le dijo que no importaba que las pequeñas no fueran sangre de su sangre..... el las amo desde que nacieron, pese a que la madre de esa niñas le despreciara tanto.
Después de hacer que las gemelas fueran con su tío al jardín, Yibo regresaba a su cama, tomaba muchas siestas, su madre, su suegra o el torbellino hecho doncel lo acompañaban por turnos, cuando su pareja no podía quedarse en casa, pues ahora tenía tanto trabajo que en ocasiones solo llegaba a cumplirle a su león, a enroscar se con el y a descanzar unas horas antes de volver a su oficina.
Pero que era lo que mantenía a Zhan realmente en la oficina, PROBLEMAS, MUCHOS PROBLEMAS CON SU EX FAMILIA, pues seguían acosandolo para que regresara a la empresa familiar que cada ves estaba decallendo más y más, CON SU EX CLIENTES, por que se negaba a trabajar para ellos otra ves ya que cuando les dijo que se independizaria de su familia estos le dieron la espalda, como querian que ahora que ya tenia una nueva red de nuevos clientes, los incluyeran a ellos al inicio de sus prioridades, CON SU EX MUJER...
Esta última era la más fastidiosa, ya no sabía de que manera quitársela de encima, la primera fue con el chisme que quería de regreso a sus hijas, ya que el no era su padre biológico no tenía ningún derecho a tenerlas, entonces Wei Changze le pidió a su amigo Wen Rouhan que enviara a su mejor abogado para ayudar a su hijo, los Wang también querían ofrecer ayuda pero Zhan no quería que Yibo se estresara por el problema de la fastidiosa, así que pensó que podrían ponerle un alto sin necesidad de llamar a todo el arsenal.
Lo primero que hizo el abogado fue lo de la paternidad comprobada , esto dejo a la mujer quieta por unos días, luego regreso diciendo que como madre de las niñas tenia derecho a convivir con ellas en su casa, en la escuela o en la nueva casa del padre de las gemelas, el abogado le explicó que por la falta de alterar documentos oficiales de paternidad, las infidelidades y el abandono de infante, sus derechos serían claramente revocados, entonces ahora que diablos estaba haciendo de nuevo ahí.
Fácil hechandole a perder su mañana al pobre de Zhan, quien había tenido una linda mañana desayunado con sus niñas y su pareja llena de amor para luego ser despedido por muchos abrazos y besos en la puerta de su hogar, solo para llegar a su empresa y ver a Yangzy liderando una protesta de mujeres indignadas, por que un padre ejemplar había obligado a sus hijas a convivir con un prostituto, que le quito su lugar a la mujer que engendro a esas inocentes niñas.