Botó el palito de su dulce, disgustado. Miró con odio a Han mientras él se marchaba haciendo rugir su lujoso coche rojo. Aquella conversación le había amargado el día.
Porque sabía que Han tenía razón.
No quería admitirlo, ninguna parte de su ser quería admitirlo, pero sabía que estaba ahí. Esa curiosidad, esa aura que poseía, le atraía de una manera que no sabía cómo descifrar. Era como un imán, que cada vez que lo veía esa curiosidad aumentaba, sus preguntas eran cada vez más grandes y sin respuesta, su actitud le hacía reaccionar, cada vez con menos ira. Y su olor, ese olor chocolatoso, dulce, y que en algunas ocasiones se mezclaba ligeramente con el tabaco o el alcohol, haciéndolo una mezcla casi mortal para él.
⏤No. ¿En qué mierda estoy pensando? ⏤se reprochó, meneando la cabeza cuando sintió un repelús recorrerle el cuerpo. Decidió salir de ahí e irse directamente a casa para dejar de tener aquellos pensamientos.
Cerró la puerta de la base, el sonido de la alarma activarse le dio la seguridad para irse tranquilo. Caminó hacia su coche, y una vez dentro, lo encendió para irse lo antes posible. Puso algo de música para evitar ahondar en sus pensamientos que cada vez parecían ser más descabellados.
Últimamente había muchas cosas pasando por su mente: Jay, la competencia, su padre, su futuro en la mafia, la muerte de su hermana, su venganza... y todos esos pensamientos eran empañados por el rostro de cachorro de ese tonto. No sabía por qué aparecía tantas veces seguidas sobre su cabeza durante el día y la noche. Quizás porque le ponía nervioso saber que en cualquier momento podría rebelarse en su contra o peor que eso, que tuviese un plan para engañarlo, cosa que consideraba difícil, por cierto. Si Hyunjin hubiese ideado un plan para salirse con la suya, probablemente ya lo habría pillado. Ya lo hizo una vez, y por eso ahora estaban obligados a verse casi a diario. O quizás, le ponía más nervioso el hecho de tenerlo cerca, de que con cualquier palabra lo haría explotar en cólera.
Llegó a casa más rápido de lo que esperó. Se estacionó y subió el ascensor. El viaje no había servido de nada, seguía pensando en miles de cosas a la vez.
A veces recordaba los momentos que pasaba aquí, lo reconfortante que era llegar a casa y encontrarse con su hermana allí, a veces bebiendo en el salón, otras veces impregnando el penthouse de un olor a comida exquisito, u otras veces, y esta era la más frecuente, trabajando sin descanso en su escritorio que ahora era de Felix.
Yuqi era tan decidida, a diferencia de él, que por lo general dudaba de sus decisiones y tenía que pensar dos veces cada cosa a pesar de que así no aparentase. La influencia de su hermana mayor fue tal que pronto comenzó a moldear su actitud como la de ella, pero ahora que no está, le ha costado mantenerla.
Se dejó caer en el sofá por unos segundos, pensando en ella y en la falta que le hacía. ¿Por qué tuvo que irse así? Se preguntaba él a diario. Le causaba tristeza, claro está. Después de todo, seguía siendo un ser humano con sentimientos, aunque no lo aparentase o al menos él mismo tratara de convencerse de lo contrario. Pero esa tristeza pronto se convertía en odio, un odio que iba dirigido directamente a su otro hermano mayor, Jay. Del cual pronto se vengaría porque está más que seguro que él está detrás de su muerte.
Se levantó del sofá, de pronto sintiéndose enojado. Se desabrochó la corbata con una mano mientras sacaba un vaso de la encimera y se echaba agua de la llave. Se la tomó de un sorbo, y luego sacó el cuchillo y una manzana de la encimera para comer algo antes de arreglarse para salir otra vez. Hoy tenían la gran presentación junto a Hyunjin, de la cual no tenía muchas expectativas. Se sorprendió de lo rápido que avanzaba el tiempo, parecía ser que hace sólo unos días recién conocía a Hyunjin mientras este por poco se arrodillaba para rogarle que hiciesen el trabajo juntos. Esa fue su primera sospecha.

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𝗆𝖺𝗏𝖾𝗋𝗂𝖼𝗄 ⋆ 𐙚 ̊. 𝗵𝘆𝘂𝗻𝗅𝗂𝗑
Aksi𐚁 ֹ ִ 𝗵𝘆𝘂𝗻𝗅𝗂𝗑 ! ୧ ֹ ִ ❝Hwang Hyunjin tenía una sola misión como espía: vigilar y atrapar a Lee Felix, heredero de una de las mafias más peligrosas del país. Todo parecía ir perfecto, nada ni nadie podría vencer a alguien tan poderoso como él...