La noche en Ciudad Gótica estaba envuelta en una feroz tormenta. El rugido del trueno y la furia del viento sacudían los edificios mientras la lluvia golpeaba las calles desiertas. Desde lo alto de una de las torres más altas, Dick Grayson observaba en silencio. Los relámpagos iluminaban brevemente el horizonte, y su mirada permanecía fija, como si estuviera esperando algo... o a alguien.
Había dejado de ser ese joven despreocupado que antes luchaba a la sombra del hombre murciélago. Ahora, con los años, llevaba consigo el peso de la responsabilidad y las cicatrices de incontables batallas. Pero siempre mantenía una chispa que lo diferenciaba de su mentor, un fuego que nunca se extinguía del todo.
La tormenta rugía con más fuerza, pero Dick no se movía. Sus pensamientos lo mantenían atrapado hasta que sintió una presencia conocida detrás de él, una sombra que, incluso entre el caos, no podía ignorar.
—Llegas tarde, Wayne —murmuró Dick sin girarse.
Damian Wayne, el hijo del hombre murciélago, había crecido bajo la misma oscuridad, pero con una frialdad que siempre lo diferenciaba de Dick. Era más metódico, más controlado... o al menos eso intentaba mostrar. La relación entre ambos siempre había sido complicada. Damian, entrenado en la Liga de Asesinos, nunca había dejado de sentir la necesidad de demostrar su superioridad, incluso con Dick, el primer protegido de su padre.
—No vine a perder el tiempo con trivialidades —respondió Damian, su voz fría, pero sus ojos ardían con una intensidad contenida.
Dick finalmente se giró, observando a Damian con esa mezcla de desafío y atracción que siempre lo había mantenido en una peligrosa cuerda floja. Ambos habían compartido más de lo que estaban dispuestos a admitir. En cada batalla, cada misión, había una tensión que iba más allá de lo físico, algo que se escondía en las miradas prolongadas, en los roces aparentemente accidentales. Pero esta noche, bajo la tormenta, esa tensión parecía alcanzarlos con más fuerza que nunca.
—Siempre tan controlador... tan calculador —dijo Dick con una sonrisa irónica, mientras se acercaba un paso más hacia Damian.
El trueno rugió de nuevo, pero esta vez parecía una metáfora de la tormenta que se estaba gestando entre ellos. Damian no se apartó. En cambio, su mirada se endureció, pero no de rabia, sino de algo más profundo, algo que ninguno de los dos había querido nombrar hasta ahora.
—Deja de jugar, Grayson —gruñó Damian, su voz más baja, más cargada de emoción de lo que quería admitir.
Pero Dick ya había visto lo que necesitaba ver. Esa fachada inquebrantable que Damian siempre intentaba mantener ahora tenía grietas. Y él iba a aprovecharlas. En un movimiento rápido, lo empujó contra la pared de la torre, sus cuerpos tan cerca que ambos podían sentir el calor del otro a pesar del frío de la lluvia que seguía cayendo sin piedad.
—¿Esto es lo que querías, Damian? —susurró Dick, su boca peligrosamente cerca de la de él, su aliento cálido en contraste con el aire gélido. Sus manos se deslizaron por los costados del cuerpo de Damian, sintiendo la tensión en sus músculos, la lucha interna entre ceder y seguir resistiendo.
Damian tragó saliva, su respiración irregular. Durante años había reprimido este deseo, esta atracción por alguien que había sido su rival, su compañero, su única constante en un mundo de sombras. Pero la tormenta había desatado algo dentro de él que ya no podía controlar.
—Cállate... —murmuró Damian, pero su voz carecía de la convicción que solía tener.
Entonces, en un instante, la resistencia se desmoronó. Damian tomó a Dick por el cuello de su traje, acercándolo más y sellando ese espacio entre ambos con un beso cargado de todo lo que habían contenido por tanto tiempo: ira, deseo, frustración, necesidad. La lluvia caía sobre ellos con fuerza, empapando sus cuerpos mientras las manos exploraban con desesperación, buscando más, exigiendo más.
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| Fictober DamiDick |
Romance31 Drabbles u OneShots escritos durante todo el mes de Octubre. ↳ Pareja principal: DamiDick (aún no sé si habrá algún DickDami). ↳ Historias originalmente mías. ↳ Prohibida su copia o cualquier tipo de adaptación. Portada: https://twitter.com/chai...