Mᴇᴊᴏʀᴇs Aᴍɪɢᴏs - ᴾᵉʳᶜⁱᵛᵃˡˣᴺᵃˢⁱᵉⁿˢ

𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 16 || "𝑁𝑒𝑐𝑒𝑠𝑖𝑡𝑜 𝑟𝑒𝑠𝑝𝑢𝑒𝑠𝑡𝑎𝑠"

Anne y Donny intercambiaron miradas mientras observaban la escena, sus rostros llenos de preocupación y tristeza. Ninguno de los dos esperaba que Nasiens reaccionara de esa manera tan intensa. Donny, normalmente relajado y juguetón, sintió una punzada de empatía, mientras Anne bajaba la mirada, tratando de entender mejor los sentimientos de su amigo.

Tristán observaba en silencio, su rostro reflejaba comprensión y una tristeza compartida. Sabía que Nasiens estaba pasando por algo difícil, y aunque era reservado, en ese momento desearía haber hecho algo para evitarle ese dolor. Incluso Lancelot, que siempre mantenía una actitud despreocupada, parecía inquieto.

Lancelot, por otro lado, intentaba romper la tensión de su propia manera. Sonriendo incómodo, le extendió su carta a Tristán, esperando distraer a su amigo. Sin embargo, cuando Tristán la leyó, la reacción no fue la esperada.

"¿Qué demonios escribiste aquí?" dijo Tristán, con el ceño fruncido, mientras leía una mezcla de comentarios sin sentido y bromas. Claramente, Lancelot no había tomado la tarea en serio.

"¿Qué?" respondió Lancelot, encogiéndose de hombros. "Solo intenté ser creativo. ¿No era para ponerle nuestro propio toque?"

Tristán no pudo evitar darle un ligero golpe en la cabeza, molesto pero también resignado.

"Esto no es una carta de despedida, Lancelot. Es un chiste malo. ¡Ni siquiera lo intentaste!" exclamó, alzando el papel como si fuera la evidencia de un crimen. "Te fuiste al más allá, pero espero que en el cielo sirvan buenas hamburguesas. PD: No olvides tu charola para golpear a los ángeles si te caen mal"... ¡En serio!

Lancelot se rió, levantando las manos como si se rindiera.

"Vamos, Tristán, tú sabes que así es como afrontamos las tragedias, ¿no? Con un poco de humor. Además, dudo que tú escribieras algo muy serio" dijo, tratando de quitarle peso a la situación.

Tristán suspiró, pero no pudo evitar una ligera sonrisa, a pesar de todo.

Mientras esa escena tenía lugar, Gowther observaba a Nasiens, quien seguía sentado en su lugar, visiblemente afectado. Con una calma inusual, se levantó y caminó hacia él. Su paso fue firme pero cuidadoso, y se detuvo justo al lado del joven.

"Nasiens, acompáñame un momento" dijo con su tono característico, siempre neutral, pero esta vez con un toque de suavidad.

Percival, que había estado observando la interacción, no pudo contener su preocupación. Se levantó de inmediato de su asiento, con una mirada ansiosa.

"¿Por qué, profesor? ¿A dónde lo lleva?" preguntó, tratando de mantener su tono calmado, pero era evidente que no lo estaba.

Gowther lo miró por un breve segundo, pero no le dio una explicación detallada.

"Es un asunto entre Nasiens y yo, Percival. Nadie debe seguirnos, o habrá consecuencias." El tono de Gowther no admitía réplica.

Percival tragó saliva, preocupado, pero asintió lentamente. Observó impotente cómo Nasiens se levantaba de su asiento, todavía con lágrimas en los ojos. Lo último que vio antes de que salieran fue el rostro ruborizado y avergonzado de su amigo.

El pasillo estaba vacío cuando Gowther y Nasiens caminaron en silencio hacia la enfermería. El eco de sus pasos llenaba el ambiente mientras avanzaban, cada paso parecía aumentar el peso en el pecho de Nasiens. Finalmente, llegaron a la enfermería, donde nadie los esperaba.

Gowther se sentó en el escritorio de la enfermera, cruzando las manos sobre la mesa, mientras señalaba una silla frente a él.

"Siéntate, por favor" le dijo con tranquilidad.