𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 1 || "𝐸𝑚𝑜𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑛𝑠𝑎𝑠"

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Percival regresó a su casa con la cabeza llena de pensamientos. No podía dejar de preocuparse por su amigo Nasiens. Algo no estaba bien, y aunque Percival intentaba encontrar una explicación, su mente infantil y alegre pronto lo distrajo. Al llegar a casa, anunció su llegada con entusiasmo, dejó su bolso en la sala y se acomodó en el sofá para ver caricaturas.

Gelda, su madre, lo saludó con una sonrisa cálida. "¡Percival, bienvenido a casa! La cena está lista."

Percival saltó de alegría. "¡Mamá, cocinaste! ¡Qué bien!" Se dirigió rápidamente a la cocina, donde su padre Zeldris ya estaba sentado a la mesa.

"Hola, hijo", dijo Zeldris, mientras Percival se unía a ellos. Los tres comenzaron a comer, disfrutando de la comida casera y la compañía familiar.

Durante la cena, Percival no pudo evitar compartir sus preocupaciones. "Papá, mamá, hoy Nasiens estaba muy distante en la escuela. Creo que tiene un problema, pero no sé qué es. Me siento mal por no poder ayudarlo."

Gelda fue la primera en responder, con una mirada comprensiva. "Percival, a veces nuestros amigos pasan por cosas que no entendemos de inmediato. Quizás podrías hablar con él y preguntarle directamente cómo se siente."

Zeldris asintió, apoyando las palabras de Gelda. "Sí, hijo. Una vez que sepas qué le preocupa, podrás pensar en maneras de animarlo y ayudarlo a sentirse mejor."

Percival, sin saber que la verdadera razón detrás del comportamiento de Nasiens era el amor no correspondido, asintió con un rostro infantil y chibi, imaginando que todo se debía al estrés escolar. "¡Eso haré! Seguro que es solo el estrés de la escuela."

Contento con esta conclusión, Percival cambió de tema, relatando sus experiencias con su profesor de matemáticas. "¡Y el profesor Ironside sigue siendo terrible! Siempre me está regañando por no encontrar la 'X' en los problemas. ¡Si está justo ahí al lado!"

Con una expresión de enojo chibi, Percival exageró su frustración, haciendo reír a Zeldris y Gelda nerviosamente.

"¡Es un poco exagerado, Percival!", dijo Gelda, sonriendo. "Pero me alegra que compartas tus días con nosotros."

Zeldris añadió, con una sonrisa. "Sí, hijo. Siempre es bueno escuchar lo que piensas."

Mientras continuaban comiendo, la conversación fluyó con naturalidad. Percival hablaba animadamente de sus clases, sus amigos y sus pequeños problemas diarios, mientras Zeldris y Gelda lo escuchaban con cariño.

Después de la cena, Percival ayudó a su madre a recoger la mesa, su mente aún pensando en Nansiens. Decidió que al día siguiente intentaría hablar con su amigo, para entender mejor lo que le pasaba y ofrecerle su apoyo.

Esa noche, mientras se preparaba para dormir, Percival se quedó mirando el techo de su habitación, sus pensamientos divididos entre sus propias aventuras y la preocupación por Nansiens. "Mañana será un nuevo día", se dijo a sí mismo, cerrando los ojos y dejando que el sueño lo llevara.

En la tranquilidad de su hogar, Percival se sintió agradecido por su familia y por la amistad que tenía con Nansiens, sin saber que, en otro lugar de Liones, su amigo también contemplaba las estrellas, buscando la manera de enfrentar sus propios sentimientos.

En la tranquilidad de su hogar, Percival se sintió agradecido por su familia y por la amistad que tenía con Nansiens, sin saber que, en otro lugar de Liones, su amigo también contemplaba las estrellas, buscando la manera de enfrentar sus propios s...

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Mᴇᴊᴏʀᴇs Aᴍɪɢᴏs - ᴾᵉʳᶜⁱᵛᵃˡˣᴺᵃˢⁱᵉⁿˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora