Sentimientos encontrados

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Las cartas llegaban con regularidad, era casi una rutina aunque ella siempre procuraba no estar presente al arribo de estas, los primeros días mostró indiferencia a tal suceso, indiferencia verdaderamente genuina, no había mentido cuándo expresó su desprecio hacia el oso y el cómo no quería volver a verlo.

No se sorprendió en lo más mínimo al recibir las primeras cartas dirigidas hacia ella, de cierta manera ya esperaba una acción de ese tipo por parte de él, quizá era exceso de confianza o simplemente soberbia.

"No las tires, podrías intentar ver que escribió, quizás es algo importante"

Recordaba aquella sugerencia que le dió su amiga reptil al percatarse que dentro del sobre donde se encontraban las cartas dirigidas hacía ella también contenían cartas dirigidas hacía su persona.

Aquella sugerencia de inmediato fue dejada de lado por parte de ella, despues de lo sucedido, ya no era un secreto que tigresa y Po habían tenido un grave desacuerdo acompañado de una violenta discusión, cosa que alarmó al maestro shifu, después de todo no había razones "justificables" para que su alumna más disciplinada y recta reaccionara de una manera tan impropia contra un compañero e incluso amigo cómo lo era el panda.

— Ven conmigo —, fueron las únicas palabras que le dijo shifu aquel día.

Cómo era de esperarse recibió una enorme reprimenda por parte de su maestro al saber sobre las reprobables acciones que había hecho, ella quien era considerada la más disciplinada y sensata de los seis integrantes del grupo.

Sin embargo la cuestión y pregunta más importante para el maestro era...

¿Por qué?

¿Cuál habría sido la magnitud de la ofensa que pudo haber hecho el panda hacia su alumna e hija cómo para que ella reaccionara de una manera tan feroz?

De inmediato comenzó a cuestionarle...

Por supuesto que la felina evadió aquel interrogatorio con gran eficacia y con una muy convincente actuación, justificando una y otra vez que su enfado y su responder en aquel día fué en respuesta a una broma de mal gusto por parte del panda, además de que lo había encontrado revisando prendas bastantes "íntimas" con una actitud claramente sospechosa.

Por supuesto que shifu no creyó las palabras de su hija adoptiva, al menos no del todo, despues de todo sabía que el panda estaba interesado en ella, él mismo lo había notado en numerosas ocasiones, sin embargo tampoco creía que el panda fuera capaz de realizar algún tipo de acción como esa y micho menos hacia ella.

Pero aun con todas esas sospechas y especulaciones no podía asegurar nada a menos que ella misma se lo confesara, cosa que por el momento veía sumamente imposible, con ese pensamiento en mente le dejó ir, ya lo intentaría días después con mayor calma, después de todo podía notar que aún el mal humor e impaciencia aún estaban presentes en ella.

Y así fué, los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses, la actitud de su hija había cambiado notoriamente, comenzaba a volver a ser la misma de antes, sólo que un poco más "brillante", se preocupaba por el bienestar de sus compañeros y comenzaba a ser más abierta con ellos, incluso bromeaba, algo que jamás había hecho, todos notaron aquellos cambios casi de inmediato, sin embargo nadie dijo nada, después de todo, habían visto lo que le pasó a cierto panda por tomarse demasiada confianza con ella, los demás querían salvaguardar su integridad antes de querer llevarse una peculiar anécdota.

Aquella mañana todo le causó desconfianza, desde el peculiar "descanso", que les brindó el maestro shifu hasta su inusual cortesía, por parte de este, todos hicieron toma de aquel día libre, ya que no era algo que sucedía muy seguido en las actividades del palacio.

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