Honestidad

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Nadie dijo nada, las expresiones en sus rostros decían más que mil palabras, sus ojos casi se salen de sus cuencas al ver lo que había hecho, su respiración aumentó a niveles críticos y su cabeza comenzó a darle vueltas, instintivamente buscó la mirada del panda, sin embargo solo encontró miedo.

— tigresa, ¿estás bien? —, le preguntó shifu con preocupación.

— si..., Si..., Todo está bien —, les susurró a todos.

— wow, creí que yo era el único sorprendido por la noticia —, exclamó mono tratando de aliviar la tensión del momento.

Tigresa de inmediato se puso de pie e hizo una reverencia respetuosa.

— Lamento mucho las molestias ocasionadas, con permiso —, tigresa de inmediato salió corriendo del restaurante.

— ¿Que... Fue eso? —, preguntó mantis al aire.

Po sin mediar palabras con nadie salió detrás de la felina, solo aumentando mucho más la confusión entre los presentes.

— ¿acaso dije algo malo? —, preguntó li Shan al aire.

Nadie tuvo respuesta para esa pregunta, sin embargo la acción del panda dejó más suposiciones y preguntas que respuestas.

En menos de tres minutos ya se encontraba en su alcoba, necesitaba descansar, la cabeza le daba mil vueltas y su estómago le dolía, las lágrimas amenzaban con salir de sus párpados, sin embargo ella lo impedía.

No...

No podía llorar, al menos no ahora, ese pensamiento transcurría por su mente, aquella declaración por parte del padre de Po fue cómo uno de los cañones de aquel pavo real que habían enfrentado hace algunos años.

"al menos debería escucharlo antes de sacar conclusiones"

Ese pensamiento llegó a ella, sin embargo así como llegó, también se fué...

Sabía que su comportamiento de hace algunos momentos tendría una enorme repercusión con sus compañeros, quizá hasta le perderían el respeto, sus caras llenas de burla comenzaron a aparecer en su mente, lo que sólo le alteró aún más.

"La poderosa tigresa, líder de los cinco furiosos y una de las maestras de Kung fu más respetadas de toda china, quien se había ganado su puesto y fama a propio pulso, esfuerzo y bastante sudor, ahora sufre arrebatos y berrinches cuál adolescente inmadura..."

Podía jurar que esas serían las palabras de sus compañeros a sus espaldas en esos momentos, después de todo no fue tanto la acción, quizás era frente a quienes realizó tal acción, sabía que tendría que dar numerosas explicaciones respecto a lo que había hecho hacia algunos minutos pero por el momento no tenía intencion alguna de volver, incluso lo que más pensaba era en tomar algunas de sus pertenencias y abandonar por algún tiempo el palacio de jade.

— Más estúpida no se puede ser —,   comenzó a maldecirse así misma en pequeños susurros.

Susurros que pronto comenzaron a subir de volumen y tono, susurros que culminaron en un ligero gruñido lleno de frustración y estrés.

Si esto es parte del "amor" no lo quiero tener.

Aquella declaración se formuló en su mente, mientras mantenía su cabeza aprisionada entre sus zarpas con gran intensidad.

De pronto su puerta fue abierta con brusquedad, sus ojos rápidamente se dirigieron hacia esa dirección encontrándose con una mirada color jade llena de miedo y preocupación, fue en ese momento que finalmente sus ojos se inundaron cual manantial, las lágrimas comenzaron a emerger a pesar de sus esfuerzos por contenerlas e impedir su salida, rápidamente el panda corrió hacia ella, tratando de estrujarle en un furtivo abrazo.

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