Fuego

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Las verduras eran cortadas con una gran maestría, todas en pequeños cuadros con una misma simetría y tamaño, " el futuro de los fideos hay que aceptarlo los vegetales deberán ser en cuadritos ya no en rodajas", recordaba aquellas palabras con una gran nostalgia...

con agilidad y eficacia eran vaciadas en la olla con agua caliente, la pasta hace algunos momentos que ya había sido mojada y ahora esperaba pacientemente su turno de entrar en la olla...

Sus manos de pelaje negro danzaban con el cuchillo y los ingredientes cómo si de una gran pieza musical se tratase producto de la gran felicidad que su cuerpo y ser irradiaban, incluso tenía los ojos cerrados al realizar aquella danza, a sus espaldas ya se encontraban todos reunidos, esperando ansiosos y gustosos por su tan ansiada ración humeante, todos con una sonrisa de oreja a oreja y no era para más si hacía años que la mesa no lucía tan alegre y completa, es cierto que había una panda entre ellos pero a palabras no ofensivas de un primate y un insecto "no era lo mismo"...

– ¿aún tienes el toque he amigo? –, le felicitó un primate a sus espaldas...

Po solo rió divertido, realmente extrañaba escuchar las frases poco convencionales de su amigo...

Una vez la sopa estuvo lista, Po comenzó a servir aquella humeante y deliciosa mezcla, recordando aquellos días de labores con su padre en el restaurante de fideos extendió un gran número de platos sobre su brazo, y con gran destreza los sirvió rápidamente causando una gran admiración por parte de lei lei quien de manera poco discreta observaba tal azaña...

– woooow, es tal y cómo decía mi abuelo ping –, exclamó en voz alta la sorprendida panda...

Declaración que tomó por sorpresa a más de uno, mono estuvo por devolver su sopa, sin embargo sabía tan bien que no le costó volver a tragar, mantis aguantó la risa inflando sus diminutas mejillas, grulla se congeló con su primera porción de sopa a medio tomar, víbora solo agachó la cabeza con un gran sonrojo y sonrisa nerviosa, sin embargo el peor de todos era Po...

Rojo cuál tomate y sus ojos como platos se quedó completamente petrificado en su lugar, aún con un par de platos en su manos...

– vaya, que cosas dicen los jóvenes de hoy ¿he? –, trató de desviar el tema bastante avergonzado...

– sí claro, la inocencia –, agregó mantis de manera burlesca sólo para incomodar más a su amigo...

Mono soltó una sonora carcajada tan grande que incluso se le escapó un par de lágrimas...

Lei lei al percatarse de la situación rápidamente se disculpó con Po, al parecer había revelado algo muy personal, aumentando solamente la risa del primate...

Po solo reía nerviosamente, no por la reacción de sus amigos o maestro, si no porque no sabría la reacción que tendría tigresa si escuchara algo así...

– ¿porque le llamas "abuelo" al señor ping lei? –, preguntó shifu con curiosidad...

La jovencita solo sonrió un poco apenada tratando de zafar al pobre oso de la incomoda situación...

– después de la partida de mi abuela pues, Li Shan le pidió al señor ping que me cuidara, o al menos eso me dijo él –, respondió nerviosamente jugando con su sopa...

Hacía ya tantos años que la abuela panda había partido de este plano terrenal, la pequeña lei lei solo contaba con 10 años cuando eso sucedió siendo aún una infante, la última voluntad de la anciana fue que el señor ping o tigresa cuidarán de la cachorra, está última se negó rotundamente en su momento, "las responsabilidades del Kung fu y el palacio de jade no son lugar para un crío", palabras propias de la maestra a pesar de haber crecido ahí "¿irónico no?"...

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