La Decisión Final

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|Mackenzie| °meses a tu lado°

Pasaron semanas desde aquella llamada con Alecc, y el estrés de la posible batalla legal estaba comenzando a afectarnos a todos. Jack y yo seguíamos buscando soluciones mientras el tiempo parecía correr en nuestra contra. El miedo a que Alecc cumpliera su amenaza y nos arrastrara a un juicio por la custodia de Anthony me quitaba el sueño, pero también me obligaba a ser más fuerte de lo que jamás había imaginado.

Habíamos consultado con más abogados, y las estrategias estaban listas. Teníamos evidencia de que Alecc no había estado presente en la vida de Anthony y, gracias a Jack, habíamos fortalecido nuestra defensa. Pero aún así, la incertidumbre seguía siendo un peso que cargábamos todos los días.

Una mañana, sin embargo, recibí una llamada inesperada. Era el abogado de Alecc. Lo que dijo me dejó sin palabras.

—Mackenzie, estoy llamando en nombre de mi cliente. Ha decidido retirarse del proceso. —dijo con un tono formal, pero firme.

—¿Qué? —respondí, incapaz de procesar lo que acababa de escuchar.

—Alecc ha reconsiderado su posición y ha decidido que no seguirá con el reclamo de custodia. No tiene interés en proceder legalmente. —repitió.

Me quedé en silencio, tratando de entender lo que eso significaba. ¿Alecc había decidido dar marcha atrás? ¿Después de toda la presión, todo el miedo que había causado, simplemente se rendía?

—¿Por qué? —pregunté, sin poder evitar la desconfianza.

El abogado hizo una pausa antes de responder.

—Mi cliente cree que lo mejor para el niño es que siga con la vida que conoce. No desea complicar las cosas más de lo necesario. —contestó con frialdad.

Cuando colgué, me derrumbé en el sofá, sin poder creer lo que acababa de suceder. Jack, que había escuchado parte de la conversación, se acercó rápidamente.

—¿Qué pasó? —preguntó, su rostro reflejando preocupación.

—Se acabó, Jack. —dije con incredulidad—. Alecc se ha retirado. No va a pelear por Anthony.

Jack me miró por un segundo, como si también intentara procesar lo que acababa de escuchar. Luego, sin decir una palabra, me envolvió en sus brazos y me sostuvo fuerte, como si no quisiera soltarme nunca.

Finalmente, después de semanas de miedo e incertidumbre, sentí cómo el peso que había cargado durante tanto tiempo comenzaba a desaparecer. No más amenazas, no más miedo a perder a Anthony. Al menos por ahora, estábamos a salvo.

Esa noche, después de acostar a Anthony, Jack y yo nos sentamos en el balcón, disfrutando de un momento de tranquilidad. Las luces de la ciudad brillaban a lo lejos, y el aire fresco de la noche me hacía sentir más ligera que en mucho tiempo.

—¿Cómo te sientes? —preguntó Jack, rompiendo el silencio.

—Liberada. —respondí honestamente—. No puedo creer que esto haya terminado. Pero también... un poco vacía. Después de tanto tiempo peleando, no sé cómo volver a la normalidad.

Jack sonrió y me tomó la mano.

—La normalidad es sobrevalorada. —bromeó, aunque con un brillo en sus ojos que mostraba su alivio también—. Pero ahora que todo ha pasado, podemos concentrarnos en nosotros, en Anthony... en lo que viene después.

Lo miré a los ojos y supe que, a pesar de todo lo que habíamos pasado, estábamos más fuertes que nunca. Habíamos enfrentado nuestros miedos más profundos y habíamos salido del otro lado juntos.

—¿Qué te parece si mañana hacemos algo especial? —sugerí, sintiendo que era hora de comenzar a disfrutar de la vida nuevamente—. Algo solo para nosotros.

Jack sonrió con esa sonrisa suya que siempre lograba tranquilizarme.

—Lo que quieras, Mack. Mañana es nuestro día.

Y así, después de semanas de incertidumbre, angustia y decisiones difíciles, por fin teníamos una oportunidad de respirar, de vivir, de ser felices.

Antagonista en la propia, Protagonista en la ficticiaWhere stories live. Discover now