Viento en la Tempestad

1 0 0
                                    

|Mackenzie| °meses a tu lado°

La lluvia siguió cayendo, y el sonido del agua contra el tejado parecía un eco de mis pensamientos agitados. Jack me abrazó con fuerza, y sentí que, a pesar de la tormenta que se avecinaba, su presencia me daba la estabilidad que tanto necesitaba. Pero no podía evitar que el temor se instalara en mi pecho. La aparición de Alecc había desatado una serie de preguntas que no sabía cómo responder.

Las semanas pasaron y, aunque había prometido enfrentar cualquier desafío junto a Jack, la presencia de Alecc seguía en mi mente. Cada vez que veía a Anthony jugando, recordaba la conexión que había tenido con Alecc, su sonrisa, su risa. Sin embargo, también recordaba las decisiones que había tomado, las promesas que no cumplió. Era un dilema desgastante.

Una mañana, mientras Jack se preparaba para salir al trabajo, me encontré con la mente llena de preguntas. Él notó mi ansiedad mientras pasaba junto a mí en la cocina.

—¿Qué te preocupa? —me preguntó, su tono siempre tierno y comprensivo.

—Alecc... —susurré, sintiendo la pesadez de su nombre en mis labios—. ¿Qué pasará si decide seguir insistiendo? Si decide que quiere pelear por ser parte de la vida de Anthony?

Jack frunció el ceño, como si estuviera sopesando sus palabras.

—No puedes dejar que eso te consuma, Mack. Tú y yo hemos trabajado duro para construir una vida para Anthony. Si él realmente quiere ser parte de eso, tiene que hacerlo de la manera correcta.

Sus palabras me brindaron algo de consuelo, pero no podía ignorar la inquietud que sentía. Sin embargo, decidí no dejar que eso arruinara nuestro día. Hicimos planes para llevar a Anthony al parque por la tarde, y aunque intenté no pensar en Alecc, su imagen seguía apareciendo en mi mente.

Esa tarde, mientras Jack y yo llevábamos a Anthony a jugar, noté que el cielo comenzaba a despejarse. El sol brillaba, y las risas de mi hijo llenaban el aire. Estaba agradecida por esos momentos simples, por el amor que Jack le daba a Anthony.

De repente, mientras observábamos a Anthony correr tras una pelota, un escalofrío recorrió mi espalda. Al girarme, vi a Alecc a lo lejos, observándonos. La sonrisa de mi hijo se desvaneció instantáneamente, y pude sentir cómo el aire se volvía denso. Jack también lo vio, y su expresión cambió rápidamente de relajada a protectora.

—¿Qué hace aquí? —murmuró Jack, apretando los puños.

Alecc avanzó hacia nosotros, su mirada fija en Anthony. No podía dejar que esto se convirtiera en un enfrentamiento. Tenía que hablar.

—Anthony, cariño, ven aquí. —lo llamé, y él corrió hacia mí, buscando consuelo en mis brazos.

—Mamá, ¿por qué está aquí? —preguntó, sus ojos grandes y confusos.

—No te preocupes, amor. Todo está bien. —respondí, intentando mantener la calma—. Solo estamos teniendo una charla con un amigo.

Alecc se acercó, tratando de sonreír, pero su nerviosismo era evidente.

—Hola, Anthony. —dijo, agachándose a su nivel—. Soy Alecc. He venido a verte.

Jack, que había estado en silencio, finalmente habló.

—No tienes el derecho de venir aquí y hablarle a mi hijo. —dijo con firmeza, su voz cortante como un cuchillo—. No has estado en su vida, y ahora no puedes simplemente aparecer.

—Lo sé, y no estoy aquí para pelear. Solo quiero hablar. —Alecc levantó las manos, mostrando que no traía malas intenciones—. Anthony, quiero que sepas que estoy aquí porque me importa.

Anthony miraba a ambos, la confusión reflejada en su rostro.

—¿Por qué no has estado aquí? —preguntó con la inocencia que solo un niño puede tener—. No sabía que existías.

Mis entrañas se revolvieron. No quería que Anthony se sintiera en medio de esto, pero era inevitable. Tenía que ser honesta, aunque fuera difícil.

—Alecc ha tenido sus propios problemas, cariño. —dije, buscando las palabras adecuadas—. Pero ahora está aquí porque quiere conocerte.

—¿Y tú quieres conocerme? —preguntó Anthony, su voz baja y cautelosa.

Alecc asintió, un destello de emoción cruzando su rostro. Era un momento crítico, y sabía que tenía que manejarlo con cuidado.

—Sí, quiero conocerte. Pero también quiero que sepas que tu mamá ha estado aquí para ti todo este tiempo. Ella es la que ha estado cuidándote.

Jack me miró, buscando apoyo en mis ojos, y comprendí que tenía que hablar. Necesitaba establecer límites.

—Escucha, Alecc. Anthony no necesita más confusión en su vida. Si realmente quieres ser parte de su vida, tienes que hacerlo de la manera correcta. No puedes entrar y salir como si no pasara nada.

—Estoy dispuesto a intentarlo. —dijo Alecc, su voz baja y sincera—. No quiero hacer daño. Solo quiero ser parte de su vida, pero necesito que tú y Jack me den esa oportunidad.

Jack me miró, y pude ver que estaba lidiando con sus propias emociones. Era una situación complicada, y la tensión entre nosotros era palpable. La verdad era que Alecc había sido una parte importante de mi vida, pero ahora todo era diferente.

—No estoy seguro de que eso sea posible. —dijo Jack, su voz firme—. Anthony tiene un padre, y yo estoy aquí para ser ese padre. Si realmente quieres ser parte de su vida, tendrás que demostrarlo, no solo con palabras, sino con acciones.

El corazón de Anthony latía con fuerza en mi pecho. No quería que este encuentro se convirtiera en una guerra. Así que intervení antes de que las cosas se caldearan más.

—Alecc, entiendo que quieras estar aquí, pero esto no es solo un juego. Tienes que estar preparado para lo que esto significa. Anthony necesita estabilidad, y no quiero que venga una vez y luego desaparezcas de nuevo.

Alecc asintió lentamente, la seriedad de la situación comenzando a calar en él. Pero, a pesar de todo, había una chispa de esperanza en sus ojos.

—Estoy dispuesto a asumir la responsabilidad. —dijo, su voz cargada de sinceridad—. Solo pido una oportunidad para demostrarlo.

Anthony me miró, y vi la curiosidad y la emoción en su rostro. Quería conocer a su padre biológico, a pesar de que había un hombre que lo amaba como su propio hijo. Sabía que este momento era crucial.

—Mamá, ¿puede quedarse un poco más? —preguntó, su voz llena de inocencia.

—Anthony, es complicado. —dije, sintiendo el peso de la decisión sobre mis hombros—. Pero si quieres, podemos darle una oportunidad, siempre y cuando haya reglas.

—Estoy dispuesto a seguir tus reglas. —respondió Alecc, su mirada fija en mí—. No quiero hacer nada que pueda lastimar a Anthony.

Después de unos momentos de silencio, finalmente respondí.

—De acuerdo. Pero esto será un proceso. Jack y yo estaremos presentes, y tendremos que hablar sobre los límites y expectativas.

—Gracias. —Alecc sonrió, una sonrisa llena de esperanza.

Jack me miró con una mezcla de frustración y preocupación, pero sabía que había tomado la decisión correcta. A medida que las cosas avanzaban, la tormenta que había estado cernida sobre nosotros finalmente comenzaba a despejarse, pero en el horizonte todavía había nubes oscuras. Las decisiones que tomaríamos en el futuro aún no estaban claras, pero al menos teníamos una oportunidad de hacerlo juntos, con Anthony en el centro de todo.

Mientras el sol comenzaba a brillar, vi cómo Anthony se acercaba a Alecc, rompiendo el hielo que había existido entre ellos. Me pregunté cómo sería nuestra vida en el futuro, pero en ese momento, al ver a mi hijo sonriendo y jugando, supe que habíamos dado el primer paso hacia un nuevo capítulo.

Antagonista en la propia, Protagonista en la ficticiaWhere stories live. Discover now