Huir no era una opción, no para la mafia Lee. Lo supe desde que vi sus malditos nudillos tatuados y ese enorme anillo de oro de la familia.
Algún tiempo atrás, yo podía reconocer cualquier objeto proveniente de estas familias peligrosas.Llevo tiempo sin analizar ni una prueba.
Los Lee no son amables, eso me quedo muy en claro cuando la policía encontraba rastros de cuerpos desparramados por toda Seúl. Sabían quienes eran, pero enfrentarlos solo garantizaba la muerte.
Cuando el Gran Lee murió, le dejo todo a su sucesor. Desde entonces las cosas han resultado de los más tranquilas.No creí que en algún momento me encontraría de cara con él.
—¿Por qué no puedo conducir yo?—Lee Minho me mira sin ningún tipo de expresión.
Es aterrador, malditamente escalofriante. Luego pasa la mirada al pequeño niño sentado en medio de nosotros y su mirada se suaviza tanto que otro escalofrío me recorre el cuerpo.—Porque no confío en ti.
Alzo una ceja.
—¿Y por qué mierda me dejas a cargo de tu hijo?
Lee Minho pone sus ojos castaños en blanco, parece cansado ya de mi presencia. Me pregunto mentalmente cuanto tiempo le tomara deshacerse de mí.
Esto no era parte de mi plan. Luego de huir por medio año creí que llegaría a Busan esta misma semana y finalmente podría abordar un barco.Esto no está bien.
Detesto que las cosas nunca salgan como las planeo.
—Confío en que lo cuídes, Jisung—La forma en que dice mi nombre me alarma—Pero aún no aceptaste el trato.
El auto se detiene. Chris y Changbin son los primeros en bajarse, los veo verificar la seguridad de vaya a saber que cosa y finalmente nos abren la puerta.
Dos minutos de ventaja para escapar. Sin embargo, los pequeños dedos pegajosos de Lee Jae se aferran a la tela trasera de mis pantalones.
He sido una mierda de persona antes, podría solo empujar al niño y huir. Tiene esa mirada, la misma que su padre, su brillo es tan intenso que temo que cualquier cosa que haga lo ponga a llorar.
Se vé feliz, por alguna razón.
—¿A ti también te gusta la menta con chocolate? papá siempre me trae aquí.
La heladería.
¿Dijo Menta con chocolate?
—Sí, si me gusta.
Su sonrisa es triunfante, los ojos se le entrecierran mientras sonríe y acentúa aun más sus mejillas.
El niño es el primero en adentrarse a la heladería. Yo me mantengo de pie afuera sabiendo perfectamente que su padre me está observando a mis espaldas.
—Se llevarán bien—Comenta y no puedo evitar mirarlo sobre mi hombro.
—Aún no acepté el trato.
—Pero lo harás.
Es amenazante, no luce como alguien que se esfuerce en serlo, él, ya con su presencia, es de lo más amenazante.
—Supongo que me matarás si no acepto.
—Por Dios.—Es la primera vez que escucho a un hijo de la mafia nombrar a tal ser.—¿Qué clase de hombre crees que soy?
Me abstengo a responder.
Dudoso comienzo mi camino hacia la heladería, puedo ver a Jae del otro lado del vidrio, me espera impaciente.—Papá siempre dice que debemos estar todos juntos para pedir.—Balbucea en cuanto lo alcanzo. Su padre, Lee Minho, se aclara la garganta detrás de nosotros.
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CALMA / MINSUNG
Fanfiction-Siempre estaré a tu lado y te protegeré... tú eres quien confía en mí. -Necesito que te quedes, Jisung.