CALMA / MINSUNG

6: DECEPCIÓN

Sobreviví.

Por supuesto que lo hice, caer de las escaleras a solo cinco escalones de llegar al final no podría matarme.

Todo da vueltas en un principio, creo que podría volver a perder la consciencia si no fuera porque hay cuatros ojos castaños viéndome de muy cerca.
Vuelvo a cerrar mis ojos por un segundo y luego los vuelvo a abrir.

Siguen ahí.

Tienen el mismo color de ojos. Castaños, bonitos y muy brillantes.

Lee Minho ha regresado.

Luce enojado, con sus cejas fruncidas y esa mirada que parece que va a matarte en cualquier momento. A su lado permanece Jae, ha llorado, tiene los ojos un tanto hinchados y ahora que lo estoy viendo, ni siquiera me sostiene la mirada.

Quiero preguntar qué ocurre, pero es evidente. Minho se enteró, volvió a la casa y Jae se llevó una regañada que lo hizo llorar.

—No tenía que volver.

Minho se incorpora, lleva sus manos a su cintura y camina de un lado a otro.

Dios mio, esta muy enojado.

Y todo ha mi alrededor da vueltas.

—Bueno, si uno de mis guardias me llama para decir que el nuevo niñero dejó caer a mi hijo por las escaleras, por supuesto que voy a venir.

Maldito seas Christopher Bangchan.

—Pero Christopher lo atrapó.—Me apresuro a ponerme de pie. Ni siquiera me tome el tiempo de verificar que Jae realmente estuviera bien.

Sus codos lucen perfectos, no hay huesos rotos, no hay raspones en su rostro y mucho menos en sus rodillas.

Todo da vueltas.

Todo da vueltas.

Todo da...

—¡Jisung!—Intento sostenerme de los pequeños hombros del niño, pero eventualmente su padre me atrapa antes de poder caer de espaldas—Vine porque sufriste un fuerte golpe en la cabeza, hazme el maldito favor de permanecer quieto.

Eso es ridículo.

Permanecer quieto...

...no, no es eso lo que suena ridículo.

—Usted no...—Todo da vueltas—¿Vino por eso? no es tan importante, se me pasará y...

Arde, quema, lo que sea que ha pasado comienza a afectarme a tal punto de que puedo sentir mi cabeza malditamente caliente. También algo húmedo se escurre por mi frente y de forma inconsciente termino pasando mis dedos por ahí.

Lee Minho intenta detenerme mientras me obliga a sentarme, pero ya me he manchado los dedos de sangre.

Mierda.

—¿Qué carajos?

—Perdón pa—La triste voz de Lee Jae se escucha lejana.

—Ya lo has dicho.—Minho le envía una mirada que realmente me molesta.—Puedes pedir perdón las veces que quieras, pero eso no hará que se borre la cicatriz que le va a quedar a Jisung.

—Señor Lee, Jae solo se estaba divirtiendo, debí ser más rápido, yo debí...

—No, Jisung, Jae debe aprender que cada acción tiene su maldita reacción.

Eso...

Ni siquiera sé qué decir.
Su mirada es fría, incluso más que todo el lugar, aunque no estoy seguro de si la sala está fría o es que me estoy por desmayar.