Maldigo haberme levantado de la maldita cama.
El sol aun no sale, tengo por lo menos dos horas de ventaja hasta que todos finalmente estén despiertos.
Sabía que volver a intentar conciliar el sueño resultaba imposible, las pesadillas se siguen repitiendo y la verdad ya no quiero volver a eso.Rendido decidí levantarme a medio vestir y caminar descalzo a través de los pasillos para finalmente bajar por las escaleras.
Agradecía que tuvieran alfombra, ya que amortiguaba el sonido de mis pies descalzos, pero si así fuera, si mis pisadas causaran ruido, nadie me escucharía, las habitaciones están alejadas.En la cocina confirmo finalmente que soy el primero y único despierto a esta hora.
La cocina es amplia, pintada con colores blancos y grises, es moderna a comparación del resto de la casa.Hay un enorme desayunador en medio de la habitación.
Rebusco entre los muebles en busca del café, cuando finalmente lo encuentro me quedo completamente inmovil.
No, no es mi imaginación.
¿O sí?
Sostengo mi respiración para que deje de impedirme escuchar más allá.
Otra pisada.
Antes de siquiera poder pensar con claridad, ya saqué la navaja de mis medias y la alcé en alto dispuesta a lanzarla.
Mi corazón se detiene cuando me encuentro con el rostro adormilado de Christopher y sus manos alzadas.—Buenos días a ti también.—Saluda desganado. Espera paciente a que simplemente baje mi navaja, pero me tomo unos segundos en hacerlo.—¿Qué haces despierto?
Es imposible que me haya escuchado, su habitación está al final del segundo pasillo.
Chris probablemente despierta a esta hora.
—No podía dormir más, ¿y tú?
Chris vacila.
—Me cansé de intentar dormir.
Las ojeras debajo de sus ojos me lo anuncian.
Siento pena por él.—¿Vas a preparar café?—Pregunta.
Asiento como respuesta.
—Yo lo hago, a ti te tocan las tostadas.—Me indica con su cabeza la tostadora sobre el desayunador.
Pronto el lugar se inunda de ese exquisito olor a café.
Es la primera vez que me encuentro a solas con Chris, por lo general no cruzamos más que una palabra, como hace una semana cuando el pequeño demonio decidió correr por las escaleras y yo solo pude gritar que lo detuviera.—¿Cómo encontraste el café?—Pregunta y me mira sobre su hombro con algo de curiosidad.
Hace unos días atrás descubrí que todo el personal hace un enorme intento por mantener escondido el café. Me resultó fácil encontrarlo dado que la noche anterior ya había descubierto dónde lo habían dejado.
—¿Por qué lo esconden?
—¿No es obvio?—Hay un toque de gracia en su voz. También puedo ver como una tierna sonrisa se le escapa.
Es la primera vez que lo veo sonreír.
—Jae esta obsesionado con ser como su padre, así que eso implica también comenzar a hacer cosas que cree que son correctas. Todos saben que beber café no es bueno para los niños, pero...-
—En latinoamerica la mayoría de los niños toman café a su edad.—Chris desliza una taza en mi dirección y yo me limito a tomar asiento en las altas sillas del desayunador.
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CALMA / MINSUNG
Fanfiction-Siempre estaré a tu lado y te protegeré... tú eres quien confía en mí. -Necesito que te quedes, Jisung.