Damián pasó la mañana sin mayor sobresalto después de la charla con Connor, aunque el dolor persistía como un eco molesto en su mente. Estaba solo en casa, comiendo una manzana de forma distraída cuando sus madres, Ivy y Harley, lo llamaron
-Pórtate bien, cariño -dijo Harley con una sonrisa antes de besarle la frente y salir apresurada, dejando un aroma de perfume
Con la casa en silencio, Damián suspiro, sintiendo que las palabras de Connor seguían revoloteando en su cabeza. "Irresponsable", "violencia innecesaria", esas frases lo atormentaban, pero decidió dejar de lado las preocupaciones por un rato. Después de todo, Jon iba a visitarlo en la tarde, y su compañía siempre lo hacía sentir mejor.
Cuando Jon llegó, no pasó mucho tiempo antes de que comenzaran a reírse y bromear, como siempre. Jon le contó sobre su propia pelea con su padre, quien estaba empeñada en que él fuera un superhéroe "perfecto", lo que hizo que Damiá
-¿Te imaginas a nuestras madres juntas entrenándonos? -bromeó Jon, haciendo un gesto exagerado de comando militar-. "¡Cinco flexiones más, Jon! ¡Haz que Damián corra también!"
Damián solo se dedicó a reír sabían que Harley sería capaz de hacerlo pero lo amaba que no lo hace
-Definitivamente me escondería en mi cuarto -dijo Damián, rodando los ojos
-Oye, hablando de eso, ¿tienes hambre? Vamos por unas hamburguesas, necesito carne -dijo Jon, frotándose el estómago
-Perfecto. Habían pedido unas hamburguesas una vegetariana y otra con doble carne
-¿Y Eso ?
Dos pequeños perros de pelaje esponjoso, casi idénticos, caminaban por la acera. Parecían sacados de una foto de Pomeranias, sus cuerpos diminutos y orejas puntiagudas
-¡Son adorables!
Los perros lo miraron, inclinando la cabeza como si estuvieran deliberando si pudieran confiar en él. Pero antes de que Damián pudiera siquiera pensarlo, uno de los perritos corrió hacia el
-¡Miralo! -río Jon-. Creo que ya te adoptaron.
Damián no pudo resistirse y reconoció al pequeño Pomerania en sus brazos. Era tan esponjoso que apenas cabía en su mano, y le lamió la nariz como si fuera un dulce
-y yo a ellos
-No puedes estar hablando en serio -Jon se cruzó de brazos, finciendo seriedad-. Ya tienes un perro sin ojo, y otro - no pudo terminar ya que una mujer lo empujó
-Harley
Jon lo miró de reojo, gracias al empujón . Así que, sin más que decir, caminaron de regreso a la casa con los dos Pomeranias siguiéndolos como si hubieran encontrado su lugar en el mundo.
Cuando llegaron, ivy ya estaba en casa, sentada en el sofá con una taza de té, y apenas vio a los dos perritos entrar detrás de Damián, su rostro se iluminó.
-¡Pero mira a estos pequeños! -gritó con emoción, saltando del sofá para acariciarlos-. ¡Damián,son perfecto!
Harley comenzó a jugar con los dos Pomeranias como si fueran sus propios bebés.
-Bueno... mientras no nos traiga más animales... -dijo Ivy, aunque su sonrisa la delataba.
-No prometo nada
Harley, por su parte, estaba tan feliz con los perros que no dejaron de consentirlos en toda la noche. Jon, mientras tanto, le dio una palmada en la espalda a Damiá
-La próxima vez que veas a alguien burlarse de ti, dile que se joda y que tienes unas fueras esperándote en casa
Damián soltó una carcajada tan fuerte que casi derramó el agua que estaba bebiendo.
-¡Eso sí que sería intimidante! -rió, imaginando a los pequeños perros persiguiendo
Y así, entre risas, bromas y nuevos miembros de la familia, la tensión del día se desvaneció, recordándole a Damián que, con Jon y sus madres a su lado, no importaba cuán difíciles fueran las cosas, siempre encontraría la manera de reírse.
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Renacer en tus brazos
RomanceDamián, un omega que ha sido herido en el pasado, decide cambiar su vida después de descubrir los engaños y manipulaciones de su antiguo alfa, Jon. Cansado de las mentiras y de un amor que solo le trajo dolor, Damián escapa en busca de un nuevo comi...