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Jimin estaba sentado en su cama, rodeado de montones de ropa y zapatos que no terminaba de decidirse en usar para la fiesta de esa noche. Tenía una camiseta en una mano y un par de pantalones en la otra, examinándolos de un lado a otro como si fueran ecuaciones complejas. Había pasado al menos media hora decidiendo qué ponerse, lo cual estaba empezando a frustrarlo. En su escritorio, la pantalla de su laptop brillaba con la videollamada activa, en la que su mejor amigo Taehyung observaba todo el proceso desde Corea, con una mezcla de curiosidad y diversión.

—¿Ese también te parece "muy simple"? —preguntó Taehyung, alzando una ceja con una sonrisa irónica cuando Jimin le mostró por enésima vez otra opción. Era una camiseta negra entallada con unos jeans desgastados que parecían tener el equilibrio perfecto entre casual y arreglado.

—Es que no sé, Tae... ¿Y si todos van más formales? —respondió Jimin, volviendo a mirar la camiseta con indecisión-. No quiero parecer el único que no se preocupó por su apariencia.

Taehyung soltó una risa contenida, entretenido con el dilema de su amigo.

—¿Desde cuándo te importa tanto lo que piensen los demás? —cuestionó, enarcando una ceja. Luego, inclinándose hacia la cámara y hablando en tono conspirador, agregó—. ¿O acaso te preocupa impresionar a alguien en particular? ¿Tal vez ese Kaurna del que no paras de hablarme?

—¿¡Qué!? —exclamó Jimin, sintiendo que el calor subía a sus mejillas—. ¡No es por nadie! Solo quiero dar una buena impresión con las personas que van a estar allí. Nada más.

—Sí, claro, "una buena impresión" —repitió Taehyung, con una sonrisa de lado—. Honestamente, te preocupas demasiado. ¡Es solo una fiesta! Da igual lo que te pongas, siempre luces bien. Solo relájate y, por una vez, intenta divertirte sin pensar tanto en qué piensan los demás. Disfruta de tu primera fiesta australiana al estilo "soy tan genial que no me importa nada".

Jimin rodó los ojos ante los consejos de Taehyung, pero no pudo evitar sonreír, algo aliviado por sus palabras. Sin embargo, su expresión relajada duró solo hasta que su teléfono vibró con una notificación. Al desbloquear la pantalla, se encontró con un mensaje de un número desconocido.

Numero desconocido:
Direción de la fiesta: [dirección].
Ah, y no tardes demasiado, gruñosito ;)

Jimin parpadeó, procesando el mensaje. Claro que sabía quién lo enviaba, solo una persona en el mundo podría atreverse a llamarlo "gruñosito" y salirse con la suya... o al menos intentarlo. Gruñendo en voz baja, lanzó el teléfono a la cama con un bufido de frustración, dejando a Taehyung confundido.

—¿Y ahora qué pasa? —indagó su amigo con una risa contenida, observando a Jimin rodar los ojos.

—Nada —dijo Jimin por medio de un suspiro, mordiéndose el labio—. Solo... ese tipo, Jungkook. Siempre encuentra una manera de ser irritante. Ahora decidió ahora que "gruñosito" es un buen apodo.

Taehyung se río con ganas, claramente divirtiéndose con el drama.

—Bueno, parece que te has encontrado a alguien que puede hacerte competencia en cuanto a sarcasmo y terquedad. Deberías relajarte y simplemente disfrutar. No todos los días tienes una fiesta donde puedes hacer nuevos amigos... o nuevos enemigos, lo que prefieras.

Jimin le lanzó una mirada de advertencia que solo hizo reír más a Taehyung antes de despedirse, prometiendo no juzgar lo que fuera que decidiera ponerse. Al final, optó por la camiseta negra ajustada y los jeans desgastados. "Solo una fiesta, solo una fiesta", se dijo a sí mismo, armándose de valor antes de salir de su habitación.

(...)

Ya en la entrada de su casa, Jimin se encontró con Kaurna, quien también estaba en el jardín delantero, justo al cruzar la calle. Llevaba una expresión pensativa, y Jimin percibió de inmediato que algo no estaba bien. Pero en cuanto Kaurna lo notó, su semblante cambió, y le mostró una sonrisa alegre mientras se acercaba.

apateu ★ kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora