"Calls" 2/2

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¿Qué quieres, Kise?- respondió una voz al otro lado de la línea causando que sus ojos casi se desorbitaran de la sorpresa, ¿C-contesto? Una pequeña sonrisa creció en el rostro del modelo, sintiéndose feliz por lo que era la primera vez en una semana.

-¡Hola, Midorimacchi!- saludo eufórico, riéndose suavemente ante los reclamos del peliverde por el grito.- ¿Cómo estás?- un gruñido escapo del otro lado de la línea.

-Ocupado-respondió mordazmente cortándole de seco-¿Qué quieres, Kise? No tengo tiempo para tonterías- una mueca se dibujó en el rostro del adolescente, aun así, decidió forzar un tono alegre en su voz, no quería preocupar al peliverde.

'¡Ja! Como si eso fuera a pasar'

- Pues, quería preguntarte si querías salir por allí a hablar, o incluso jugar un rato, o-intento continuar hablando, buscando más actividades que hacer con el de lentes pero se vio cortado por el mismo.

-No, me tengo que ir- el as de Kaijo estuvo a punto de protestar pero se obligó a callarse a sí mismo, ya le había cortado la llamada. De nuevo, fue ignorado... Su mirada llena de frustración se volvió nuevamente a la navaja.

'te lo advertí'...

El segundo corte hizo acto de presencia.

Intento tranquilizarse mirando de nuevo su teléfono, su cuerpo estremeciéndose en contra de su voluntad, no quería sentirse así, odiaba ser así, débil, inútil, no era nada más que una molestia para la generación de los milagros y aunque supiera esto, continuaba insistiendo... ¿Para qué? ¿Por qué? ¿No debería rendirse ya? Estaba cansado de todo esto... Tan cansado...

'detente'

Volvió a marcar, esta vez a Murasakibara, estaba seguro de que iba a ser rechazado otra vez, pero, su corazón, ignorando su cerebro, le obligo a tocar el botón de marcado por tercera vez. Volvió a respirar hondo, preparándose para el rechazo del más alto y glotón del grupo...

-¿Hjola~?- pregunto el pelimorado, probablemente con la boca llena cosa que hizo sonreír al rubio, él realmente le tenía un cariño infinito a todos y a cada uno de los miembros de la generación de los milagros. Y a veces el pelimorado podía ser muy adorable.

-¡Hola, Murasakibaracchi!-saludo animadamente al otro, quien solo pareció suspirar y terminar de tragar la comida en su boca, ya sabía lo que venía.

-Kise-chin~ no tengo tiempo~ me tengo que ir~- abrió la boca para protestar pero la llamada se había cortado por tercera vez en el día...

'no tienen tiempo para ti'...

El tercer corte en su piel atravesó los dos anteriores, esto iba de mal en peor.

Mordió su labio inferior con fuerza hasta degustar el metálico sabor de la sangre, no quería llamar de nuevo, no quería, no quería... Pero ya había comenzado, no podía detenerse a mitad de camino, tal vez... Tal vez Akashi si quiera...

De nuevo, ¿A quién engaña? Akashi no tiene tiempo para alguien como él, alguien inútil, tiene cosas más importantes que hacer que reunirse con un ex-compañero de equipo... Mucho menos cuando ese ex-compañero era el rubio...

'no va a contestar'...

La contestadora le respondió igual que las otras veces, un suspiro de frustración escapo de sus labios y antes de si quiera ser consciente de ello un cuarto corte se abrió paso en su piel de porcelana, tan lisa, tan perfecta, o al menos eso era hasta hace unas semanas cuando el rechazo se volvió tan intenso que solo quería desaparecer, dejar de sentir cualquier cosa... Durante esas semanas ha decidido no salir de casa, dormir parecía una mejor idea en aquel momento, luego llego la frustración.

'¡ya basta!'

Su respiración se volvió entrecortada, odiaba esto, lo odiaba, quería que terminara. Miro su teléfono una última vez, hora de acabar con esto de una vez por todas... se dio cuenta, era un masoquista sin remedio. El teléfono de Aomine yacía marcado y cerrando sus ojos llamo...

-¿Si?- pregunto una voz con cierto tono de aburrimiento al otro lado de la línea. De nuevo, se obligó a sonreír sobre toda la tristeza y la frustración, saludando.

-¡Hola~, Aominecchi!- un gruñido se escapó de los labios del moreno.- ¿Qué te parece salir a jugar un uno-a-uno? ¡Será divertido!

-¿Kise?, no tengo tiempo- murmuro el peli azul ahogando un bostezo- estoy ocupado, Kise- el modelo abrió la boca con la intención de dejar escapar una que otra queja, pero la cerro casi al instante negando con la cabeza... ¿Para qué? Lo valía la pena, de todos modos por mucho que insistiera y se quejara le iban a decir que no, siempre le decía que no...

Extrañado por el silencio del rubio estuvo a punto de preguntar si seguía allí al otro lado de la línea cuando el as de Kaijo le respondió- oh, bueno. Entiendo, Aominecchi. Hablamos luego...- aquello le pareció extraño al jugador de Touou, pero le restó importancia encogiéndose de hombros, a veces el modelo podía ser raro.

Y la última llamada fue cortada al igual que la piel de Ryota, quien sin importarle tiro su teléfono en su cama y se quedó mirando sus heridas, como poco a poco sangraban, unas más y otras ya apenas goteaban.

Él... Era una molestia para ellos, murmuro cerrando sus ojos y dejando que las gruesas lágrimas de dolor contenidas por un largo tiempo cayeran sin cesar dando comienzo a sus sollozos, solo una molestia...

¿Alguien realmente se preocupaba por sus sentimientos? No creía, siempre le insultaban, ¿Les importaba? No, ellos nunca moverían un dedo por él, solo era un inútil que no hacía más que odiarse a sí mismo y sonreír como idiota. ¿Ellos... Realmente eran sus amigos...? A veces... dudaba de aquello.

No, tal vez estaban realmente ocupados, debía de ser eso. No podían estar con él todo el tiempo ¿Verdad? Con este pensamiento en mente se secó las lágrimas levantándose lentamente comenzando a caminar en dirección al baño, tenía que cerrar esos cortes y encontrar sus muñequeras para cubrirles.

Al terminar se lavó el rostro, quitando los rastros de lágrimas en él, sus ojos estaban hinchados y rojizos, alrededor de ellos unas oscuras ojeras se veían a simple vista, por mucho que durmiera, continuaban allí...

Miro su cama unos segundos, de un momento a otro lucia tan cómoda, sintiendo los párpados pesados se acercó a ella cayendo y rebotando suavemente contra el colchón. Había perdido el apetito, y no tenía nada que hacer, a la final termino como siempre, recostado sobre su cama sin las ganas ni la energía para salir, sin razón para sonreír, allí en su casa, con la única compañía: su soledad.

Cerro sus ojos lentamente, sucumbiendo ante el sueño causado por el cansancio psicológico, no le importaba si era hasta la noche o incluso hasta el siguiente día, solo quería olvidarlo todo, olvidar lo molesto que era para todos, susurrándose que sabía la razón por la que apenas le soportaban, para lo único para lo que era bueno es el básquet, y ahora con su lesión nunca podría llegar al nivel de sus ex-compañeros de equipo...

Mordió su labio inferior, cerrando sus ojos- nunca voy a estar a la misma altura que ellos...- su voz rota y angustiada resonó por la vacía habitación siendo seguida de sollozos que poco a poco fueron aumentando de tono.

Poco a poco sus sollozos se fueron apagando, minutos y minutos pasaron, y el silencio reino en la habitación cuando el rubio cayó en los brazos de morfeo...

Don't Play With Me {Pausada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora