Theory confirmed

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Era de mañana. Takao abrió la puerta entrando en la habitación de invitados con mucho sigilo, sintiéndose como un ninja. Camino de puntillas hasta quedar frente a la cama donde Kise y Kasamatsu dormían juntos, acurrucados uno contra el otro, viéndose tan pacíficos, tan cómodos.

Una sonrisa maliciosa se dibujó en el rostro del moreno, quien muy entretenido imaginándome las reacciones de los dos adolescentes dormidos al saber lo que hizo, en un movimiento sacó su cámara digital, un regalo de sus padres, apuntando a la cama, asegurándose de que el flash no estuviera encendido, y apretando el botón para así tomar la foto. Oh, como se iba a divertir sobornando a Kasamatsu con esto.

Con el mismo sigilo con el que entro, salió, dándoles una última mirada a los dos chicos- Jujujujujujujuju~- soltó una risita, colocando una mano sobre su boca para cubrirla, entonces cerró la puerta tras de él, tenía que hacer el desayuno por mucho que el azabache le fuera a patear por hacerlo cuando se le prohibió. Canturreando bajo las escaleras, si, ese día comenzó muy bien, no dudaba que fuera divertido.

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Estaba sentado en su oficina, un sobre blanco se encontraba entre sus manos, cerrando, no se había atrevido a abrirlo... Tenía miedo aunque no quisiera admitirlo, miles y miles de escenarios posibles pasaron por su cabeza, en todos... Ryouta...

No. Necesitaba confirmarlo y, para ello, tenía que abrir ese sobre. Sin mucha emoción comenzó a abrirlo y sacar los resultados de las pruebas que mando a hacer el día anterior. Al verlos... Frunció el ceño como nunca lo había hecho antes, tensó su mandíbula, estaba molesto, en su frustración, arrugo tanto el sobre como los resultados.

Su teoría fue confirmada.

Tiró los dos papeles a la basura, tenía que avisarles a los demás en ese instante. Rápidamente, tomó su teléfono, marcando a Tetsuya, el celular repicó dos veces antes de ser contestado con la muy característica voz monótona del más bajo mezclada con un muy ligero tono somnoliento.

-¿Akashi-kun?- preguntó el de cabellos celestes al otro lado de la línea-¿Qué sucede? Son las siete de la mañana- murmuró, esperando una respuesta del pelirrojo, se había asustado al escuchar su teléfono sonar a aquellas horas tan tempranas. El poseedor del ojo del emperador no le prestó atención, aún sin poder quitarse los resultados del análisis de su cabeza.

-Tetsuya, llama a todos, ahora- dijo el de ojos bicolores, asombrando al jugador fantasma- Diles que vengan a mi casa y eso va para ti también. Tenemos que hablar... De Ryouta- un pánico recorrió la columna de Kuroko, el tono de Akashi no le gustaba para nada, no podía significar nada bueno, trago saliva y asintió con su cabeza.

-E-está bien, Akashi-kun, estaremos allá- dijo, cortando la llamada, miro con preocupación su teléfono celular preguntándose ¿Qué era lo que había descubierto? . Un nudo se formó en su garganta, sintiéndose más nervioso a cada segundo que pasaba, no tenía un buen presentimiento de esto, lo mejor sería llamar a los demás cuanto antes.

Nervioso, busco en su agenda, al primero al que llamaría seria Midorima, sabía que estaría despierto a estas horas, el horóscopo lo pasaban temprano y él siempre lo veía a tiempo, muy temprano.-¿Kuroko?- preguntó el peliverde, extrañando de que el de cabellos celestes estuviera levantado a esas horas de la mañana.

-Midorima-kun- respondió con su voz monótona, pero el de lentes logró detectar un fuerte tono de preocupación escondido tras él. Frunció el ceño, esta llamada no era ni para tener una conversación amistosa ni mucho menos por cortesía.

Don't Play With Me {Pausada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora