"Meeting"

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-¿S-sempai...?- pregunto anonadado el rubio, mirando como Kasamatsu entraba sin permiso alguno a la propiedad, dejando un gran bolso tras él en la entrada.- ¡Sempai! ¡¿Que hace aquí?!- cuestiono al capitán de Kaijo, quien solo atino a suspirar.

-Eso no importa, tu y yo tenemos que hablar- el modelo estuvo a punto de protestar-Ahora.- le cerro la boca al rubio. Tomándole del brazo y arrastrándole hasta arriba, sin aplicar mucha fuerza, pero si la necesaria.

-Ryou-chan quien e...- dijo Takao saliendo de la cocina y viendo como su amigo era arrastrado por su capitán escaleras arriba.- Ah, ya sé quién es. No importa- exclamo casi muy alegremente devolviéndose a la cocina- Voy a tener que calentar más ramen-

Al llegar a la habitación de huéspedes con Kise, sentó al rubio en la cama frente a él y cerrando la puerta. El modelo comenzó a ponerse nervioso, ¿Que hacia su sempai aquí? ¿Que no estaba en Osaka, visitando a su abuela? ¿Qué razón habrá tenido para volver?

-¿Y bien? ¿No tienes nada que decirme, Kise?- pregunto el azabache, cruzándole de brazos y mirando fija mente al rubio, que cada vez parecía más confundido que antes.

-... ¿No?...- cuestiono, casi para sí mismo. Una expresión incrédula creció en el rostro de Kasamatsu.

-¿Seguro?- volvió a cuestionar, viendo como el modelo se encomia en su propio lugar.

-... ¿Sí?...- en un segundo, el capitán de Kaijo vio la muñequera azul con rayas blancas estrechando sus ojos como un León que esta punto de brincar sobre su presa. Tomando por sorpresa al más alto, le arrebato la muñequera de un tirón, dejando a la vista las vendas que cubrían su muñeca.

Kasamatsu levanto una ceja mirando a los sorprendidos ojos dorados- ¿En serio?-pregunto-¿Entonces qué significa eso?-cuestiono con voz firme, mirando como los ojos del rubio parecieron perder brillo, y una sonrisa nerviosa creció en su rostro.

-A-ah, ¿Eso? Eso es que... Me tropecé y lastime la muñeca, pero no es nada grave, en serio, sempai- Kasamatsu no pareció para nada conforme con la respuesta dada por el modelo. El azabache levanto una mano, con la intención de golpearle en la cabeza, pero el impacto no fue tan fuerte como acostumbraba, se atrevería a decir que fue demasiado suave para ser el capitán quien le estaba golpeando.

-¿De verdad crees que soy tan idiota como para tragarme ese cuento?- cuestiono en un gruñido, mirando fijamente los ojos dorados quienes bajaron la vista al suelo evitando cruzares con la mirada de acero de Yukio.-Vamos, puedes decírmelo, está bien... O es que... ¿No confías en mí?- los ojos del capitán brillaban con preocupación, y los orbes de Kise se ampliaron ante aquella pregunta levantando la cabeza para responderle.

-¡Claro que confió en ti, sempai!- exclamo el modelo exaltado. Kasamatsu no pudo más que ampliar sus ojos ante aquella declaración.

-Entonces... ¿Por qué no me lo dices?- cuestiono frunciendo el ceño viendo como el rubio volvía a bajar la cabeza mirando el suelo como si fuera la cosa más interesante en ese momento. No quería que supiera lo inútil y débil que era, no quería volverse una molestia para él también.

-es que... Sempai... Yo- tartamudeo con voz rota, su corazón le pedía a gritos que le dijera, pero su cabeza... Se decía una cosa completamente diferente, tenía miedo. Una sensación cálida vino de su mano, dándose cuenta de que las manos de Kasamatsu estaban sobre las suyas.

-dímelo Kise, por favor- suplico en un tono desesperado- Quiero ayudarte, pero no puedo hacerlo si no me lo dices- los ojos del rubio se cristalizaron, llevándose de lágrimas por segunda vez en ese día, era un llorón sin remedio, aquellas gotas de agua salada cayeron por sus mejillas iniciando el llanto.

Don't Play With Me {Pausada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora