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capítulo 24

Capítulo 24: Al Límite

Las sombras se alargaban a medida que el día avanzaba. Hyunjin y Felix corrían a través del bosque, sus pisadas ahogadas por el suelo húmedo y cubierto de hojas. Ninguno de los dos había hablado desde que dejaron el cobertizo atrás; solo se escuchaba el sonido de su respiración agitada y el crujido de las ramas bajo sus pies. Pero, aun en medio de la tensión, Hyunjin sentía la mano de Felix firmemente aferrada a la suya, un ancla en la tormenta que los rodeaba.

Finalmente, cuando sintieron que habían puesto suficiente distancia entre ellos y sus perseguidores, se detuvieron en un claro, sus cuerpos tensos y alerta. Felix inspeccionó los alrededores, atento a cualquier movimiento o sonido que delatara la presencia de alguien más.

Hyunjin, intentando recuperar el aliento, miró a Felix con preocupación. "¿Por cuánto tiempo crees que podamos seguir así?" preguntó, su voz apenas un susurro, consciente de que podían estar siendo vigilados.

Felix soltó un suspiro, sus ojos fijos en el horizonte. "No lo sé, Hyunjin. Pero no podemos detenernos, no hasta estar realmente a salvo." Su voz reflejaba una mezcla de determinación y resignación, como si hubiera aceptado que esta era su vida ahora: una constante huida.

Hyunjin se acercó a Felix, colocando una mano en su hombro. "No tienes que hacer esto solo. Estoy aquí contigo, y no voy a dejar que te enfrentes a esto por tu cuenta."

Felix le dedicó una mirada que hablaba de una gratitud profunda, pero también de una tristeza arraigada. "No sabes cuánto significa para mí escuchar eso," dijo, su voz temblando ligeramente. "Pero… también sé que estando conmigo, tú también estás en peligro."

"Felix, he tomado esa decisión hace mucho tiempo. No te dejaré ahora, ni por esto ni por nada."

Antes de que Felix pudiera responder, un ruido en la maleza los puso en alerta. Ambos se giraron hacia el origen del sonido, sus cuerpos tensándose automáticamente. No podían ver nada entre los árboles, pero la sensación de ser observados era inconfundible.

"Felix…" Hyunjin susurró, manteniendo su voz baja mientras sus ojos recorrían el entorno en busca de una posible salida.

Felix asintió, indicándole que se preparara para moverse. "Si nos encontramos con alguien, no te detengas. Corre hasta que estés a salvo, ¿entiendes?" Su tono era autoritario, y Hyunjin no pudo evitar notar el cambio en él. Había un tinte de desesperación en su voz, como si estuviera dispuesto a hacer cualquier cosa para protegerlo, incluso a costa de sí mismo.

"No pienso dejarte, Felix," respondió Hyunjin, su voz firme y sin lugar a discusión.

Felix abrió la boca para replicar, pero antes de que pudiera hacerlo, una figura emergió de entre los árboles. Era un hombre de rostro afilado y mirada fría, alguien que Felix reconoció al instante.

"Vaya, vaya," dijo el hombre con una sonrisa maliciosa. "¿Es este el famoso fugitivo, Felix? Y parece que ha traído a alguien consigo." Su tono burlón envió un escalofrío por la espalda de Hyunjin, quien instintivamente se acercó más a Felix.

"Déjalo fuera de esto," dijo Felix, su voz firme y decidida. "Esto es entre tú y yo."

El hombre soltó una carcajada. "Oh, ¿de verdad crees que puedes imponer condiciones? No eres nadie para exigirme nada, Felix."

Hyunjin sintió una oleada de ira. No podía soportar ver a Felix siendo tratado de esa manera, como si no fuera más que un peón en un juego que él no había elegido jugar.

"Él no está solo," dijo Hyunjin con una frialdad que lo sorprendió incluso a sí mismo. "Y haré lo que sea necesario para protegerlo."

El hombre lo miró con desdén, pero en sus ojos había algo más, una chispa de sorpresa que delataba que no esperaba resistencia. "Vaya, parece que tenemos a un héroe aquí," dijo, sin poder ocultar la burla en su voz. "Pero te aseguro que no sabes con quién te estás enfrentando."

Antes de que Hyunjin pudiera responder, el hombre hizo un movimiento rápido, y Felix, anticipando sus intenciones, empujó a Hyunjin a un lado. "¡Corre!" gritó, instándolo a escapar.

Hyunjin dudó por un instante, pero la mirada de Felix, llena de determinación y miedo, lo hizo reaccionar. Sin embargo, en lugar de alejarse, buscó algo en el suelo, una rama o una piedra que pudiera usar como arma.

"Felix, no voy a dejarte," murmuró, levantando un pedazo de rama gruesa.

El hombre soltó un bufido de exasperación. "¿De verdad crees que puedes enfrentarme con eso, mocoso?" Pero antes de que pudiera dar un paso más, Felix se interpuso entre él y Hyunjin, sus ojos llameantes de una furia contenida.

"Te dije que lo dejaras fuera de esto," dijo Felix con voz grave. "Si quieres atraparme, tendrás que pasar sobre mi cadáver."

Hyunjin sintió cómo su corazón se aceleraba, su pecho lleno de una mezcla de miedo y admiración por la valentía de Felix. Sabía que en cualquier momento podían ser superados, pero también sabía que juntos, su fuerza era mucho mayor.

Felix se movió hacia el hombre, sus movimientos rápidos y calculados. La pelea que se desató fue brutal, cada golpe y cada empujón un recordatorio de lo desesperada que era su situación. Hyunjin quiso intervenir, pero sabía que hacerlo pondría a ambos en más peligro.

Finalmente, Felix logró derribar al hombre con un último golpe, dejándolo inconsciente en el suelo. Respiraba con dificultad, su cuerpo temblando por el esfuerzo, pero en sus ojos había un brillo de triunfo.

"Vamos, Hyunjin," dijo, su voz apenas un susurro. "Tenemos que seguir."

Hyunjin asintió, y sin pensarlo dos veces, tomó la mano de Felix, ayudándolo a ponerse en pie. Sabía que el peligro aún no había terminado, que estaban lejos de estar a salvo. Pero en ese momento, lo único que importaba era que seguían juntos.