CAPÍTULO 4: Casa no tan segura (4/5).

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Yendo a la dirección que le ha dado Nuk, Lena se presenta en pleno barrio de las casas colgantes bien entrada la madrugada. Cuando uno de los tallos gigantes que crecen desde el mar llega al nivel de la ciudad, lo talan y colocando una vivienda en forma de esfera encima y; a continuación, inserte una plataforma de madera atravesando esta esfera por la mitad: hace las veces de acera por la parte exterior, de suelo para la casa en el interior y de techo para el sótano. Para terminar, se colocando barandillas de seguridad y puentes de cuerda para conectar las plataformas entre sí y voilà , tienes una red de viviendas sobre el océano.

Los festejos por el carnaval son en tierra firme, por lo que el ambiente es turbadoramente silencioso, solo lo rompen el crujido de los puentes y el chirrido de las cuerdas. La chica pelirosa exponen los hechos lo mejor que sabe a la mujer que guarda la entrada de la casa que, aunque de aspecto actual, actualmente hace las veces de refugio como si fuera nada más y nada menos que una fortaleza.

PESQUET (Loro Drácula " Psittrichasfulgidus ")*: Despacio que me amontono. Hay que darle esto a Normand, ¿es eso? —Lena asiente y Pesquet abre para informar a su compañero—. Lokni*, saca a los niños.

LENA: ¿Qué? ¿No nos quedamos?

PESQUET: Si te han seguido ya no podemos garantizar la seguridad de este emplazamiento. —Pesquet se guarda las notas en el bolsillo interior de su chaqueta.

LENA: ¡Ni siquiera había caído, lo siento!

PESQUET: No te castigues por eso ahora. —Billie, Nuk y Ty van saliendo con Lokni, un hombre con un tupé que atrae las miradas—. En cuanto a vosotros, ya comentaremos más tarde lo de puentear el teléfono. —Los tres desvían la mirada y se hacen los locos.

Existen dos niveles en el barrio colgante: el superior, donde se desarrolla el día a día, y el inferior, donde los técnicos y operarios cuidan la estructura; no hay edificios residenciales, solo un laberinto de poleas y cachivaches. Asimismo, las salidas de emergencia de las casas redondas dan a este subnivel, por lo que es de lo más práctico en situaciones como la actual.

LOKNI (Paragüero corbatudo " Cephalopterus penduliger "): Agradecido que es festivo y están los servicios mínimos, si no tendríamos que dar muchas explicaciones.

El grupo no puede tener ni un reencuentro como es debido, pero es que encima un contratiempo les obliga a deshacer el camino...

ADLER: La medicina, la he olvidado en el piso.

BILLIE: ¿Las pastillas, bromeas?

LOKNI: Mañana, cuando abran las farmacias...

ADLER: ¡No puedo prescindir de mi medicación!

PESQUET: Vamos, calmémonos. Tampoco hemos avanzado tanto, solo hay que descubrir un puente-calle.

Pesquet los pastorea como si fueran ganado hasta llegar de vuelta a la casa.

PESQUET: Ale, a inspeccionar.

Lo ponen todas las patas arriba.

ADLER: ¡Las tengo! —Y abraza el bote.

BILLIE: Espero que lo valgan...

Plaf, plaf . Suena como si dos personas se hubieran desplomado.

BILLIE: Señora Pesquet, señor Lokni, ¿va todo bien?

Para su sorpresa, en lugar de sus custodios, es una dama sonriente con dientescillos finos y puntiagudos quien les abre la puerta. Sus dedos corazón son muy largos y huesudos, es como si solo hubiera piel envolviendo el hueso, sin ningún tipo de musculatura entremedias. La dama vestida con un disfraz de demonio ha abierto la puerta empujándola solo con uno de estos dedos que dan repelús. Sin embargo, lo más inquietante es que desde la uña le gotea sangre que comienza a descender por la puerta, o más bien a teñirla cuando la madera la absorbe. Noes que la sangre sea inquietante de por sí, pero si además ves a Lokni y Pesquet en el suelo, a los pies de la extraña dama, eso ya es otro cantar. El estruendo de antes tuvo que venir de los agentes caídos.

DRAISON V: Y un huevo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora