Gemelos Traviesos y Secretos
Rhaenyra estaba disfrutando de la tranquilidad del lago, ese lugar que ya comenzaba a considerarse su refugio en Hogwarts. El cielo se reflejaba en las aguas calmadas, y el leve viento que acariciaba su rostro le recordaba las brisas de los acantilados en Rocadragón. Había pasado unos par de días desde su llegada al castillo, y aunque las clases la habían mantenido ocupada, no había habido tensiones ni con Tom ni con Harry y sus amigos. Sin embargo, el aislamiento en su propia casa, Slytherin, era palpable. Nadie de su propia casa parecía interesado en acercarse, ni siquiera por curiosidad.
Hasta hoy.
Mientras observaba las tranquilas aguas, un par de voces animadas rompieron el silencio, acercándose a ella con la confianza de quienes estaban acostumbrados a bromear y reír sin temor. Giró su rostro, sorprendida al ver a dos jóvenes pelirrojos idénticos, con sonrisas traviesas y ojos brillantes de curiosidad. Los reconoció de las cenas en el Gran Comedor; eran claramente Weasleys, al igual que Ron, el amigo de Harry.
—Bueno, bueno, ¿a quién tenemos aquí? —dijo uno de los gemelos, metiendo las manos en los bolsillos mientras daba un paso hacia adelante, su sonrisa era pura travesura.
—Una hermosa dama extranjera junto al lago, Fred. ¿Crees que ha venido en busca de tranquilidad o tal vez esté buscando una conversación? —añadió el otro, idéntico al primero, cruzando los brazos con aire divertido.Rhaenyra los observó con una ceja levemente levantada, una mezcla de curiosidad y entretenimiento brillando en sus ojos. La energía despreocupada de los chicos era refrescante, diferente a las tensas interacciones a las que estaba acostumbrada.
—¿Y si os dijera que vine precisamente a disfrutar de un poco de tranquilidad? —respondió con calma, aunque su tono tenía un destello de humor, casi como si los desafiara.
—Una bella dama que busca paz —replicó Fred, inclinándose ligeramente hacia ella— Soy Fred, por cierto. —Luego señaló a su hermano—. Y este es George.
—Y para responder a tu pregunta, nos aseguraremos de que nuestra charla no dure mucho... o al menos, que sea lo suficientemente entretenida. —Fred (o quizás George, Rhaenyra no estaba del todo segura) se sentó a su lado con una sonrisa astuta, aunque mantuvo una distancia respetuosa. Su hermano lo imitó, sentándose del otro lado.
—Entonces, ¿quién eres? —preguntó el otro, mirándola con genuina curiosidad—. No has hablado mucho desde que llegaste, y eso nos tiene a todos bastante intrigados. Un intercambio, ¿eh? ¿De dónde vienes?
Rhaenyra les dio una mirada calculada. Sabía que los Weasley eran buenos muchachos por lo que había oído de Ron y Harry, pero aún así, prefería no revelar demasiado sobre sí misma. No es que no confiara en ellos, pero había aprendido desde joven a ser cautelosa con la información personal.
—Soy extranjera —respondió simplemente, una sonrisa amable en sus labios—. Vengo de un lugar bastante lejano.
—Ah, claro, claro —dijo George (o tal vez Fred), inclinándose hacia adelante con una sonrisa juguetona—. Misteriosa, ¿eh? Eso solo nos hace tener más curiosidad. ¿Un lugar lejano lleno de secretos, tal vez?
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La Princesa y el Heredero de Slytherin
FanfictionRhaenyra Targaryen, aún joven y atrapada en un matrimonio con Laenor Velaryon, se siente ahogada por las traiciones de su familia y los desafíos de su vida en Westeros. En un momento de profunda desesperación, decide entregarse al fuego de su dragon...