𝑌𝑜 𝑡𝑒 𝑙𝑙𝑒𝑣𝑜...

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Saqué mí celular y buscaba algún número, cuando siento que alguien me arrebata el celular de mis manos.

-Pequeña, no deberías estar sola y de noche en la calle, menos con el celular en manos- Profesora O'Connell... Me esperaba cualquier cosa menos ella. Se veía jodidamente bien, tenía ropa común, es decir, en la escuela tiene ropa formal, pero ahora...

-Billie... Me asustaste mucho...-

-¿Qué diablos haces aquí sola?- ¿Acababa de insultar?..

-V-venia a comprar, se me hizo tarde... No se preocupe, estoy por pedir un taxi-

-Yo te llevo...-

-¿Qué?.. No, claro que no, no se preocupe. Yo puedo, puedo pedir un...-

-Ven, mí auto está estacionado a una cuadra.-

Estaba en el asiento de copiloto viendo a mí profesora de inglés conducir. No sé si era lo correcto pero, ella no me cobraría, además, era mí profesora. ¿Qué tan malo podría ser?.
Antes de ir a mí casa, me aclaró que pasaríamos por la escuela a dejar unos papeles, me sorprendía saber que la escuela estaría abierta a estas horas de la noche, pero talvez sólo sea el conserje quién resiva los papeles.

-¿Vives sola?- Su repentina pregunta me sacó de mis pensamientos.

-Si, vivo sola...-

-Pero, eres tan pequeña. ¿Por qué vives sola?...-

-Fue elección mía, prefiero estar sola.-

-Pero, ¿Y tus padres?-

-Oh, ellos... No tengo padres.-

-Lo lamento mucho, pequeña.- Su mano se dirigió a mí rodilla, acariciando. Mí piel se puso de gallina al instante, pude notarlo y sé que ella también lo notó cuando la ví sonreír y morder su labio inferior.

-No es nada. ¿Vives por aquí?... Nunca te vi en el barrio.-

-Si, me mudé hace poco, vivo por aquí cerca.-

-Eso es genial... ¿Por qué te mudaste?.- La curiosidad.

-Falsos rumores... O bueno, exageraban la historia.- Su mirada se había vuelto seria, me lamentaba haberla metido en esta situación, pero necesitaba saber más.

-¿Qué clase de "falsos rumores"?- La historia que sabía era que se había acostado con un alumno, pero no sabría la verdad hasta escuchar su parte de la historia.

-Bueno, pequeña, muchas preguntas.- Relamio sus labios.

-Lo siento, quería saber. No creo que sea tan malo, o sea... De todas formas no te suspendieron el trabajo, sólo te cambiaste de escuela...-

-Tienes razón, no lo había visto de esa forma. Créeme que no fue tan malo como dicen, sólo tuve unos pequeños encuentros con un ex-alumno.- Dijo y estacionó el auto, guiño un ojo y bajó de este.

Me quedé esperando pacientemente hasta que la ví volver, me sentía realmente nerviosa. Ella era realmente encantadora, de las profesoras que no puedes creer que sean profesoras por el uso de sus palabras, su forma de vestir. Billie era diferente.

Durante el camino a casa sacó el tema de mis padres, no me molestaba en lo absoluto.

-Tus padres... ¿Cómo fallecieron?.-

-Ah, bueno... Ellos... Mí madre murió cuando yo era una niña, mí padre el año pasado, él tenía problemas de salud.

-¿Y tu madre?.-

-Sabes, nunca supe responder, no sé realmente lo que le ocurrió, pero supongo que sólo fue una enfermedad.

-Lo siento mucho, pequeña.-

-¿Pequeña?.. ¿Por qué ese apodo?- Reí y ella también rió.

-Es... Tierno, ¿no lo crees?. Eres pequeña.

-No soy pequeña.- Dije y me senté de una forma más formal sarcásticamente. -Solo es mí alma adulta encerrada en un cuerpo adolescente.-

-Con que... ¿alma adulta?.- Dijo seria, sus palabras tenían cierto tono de lujuria, llegó
a intimidarme.

-No te burles.- Las dos reímos.
Llegamos a mí casa y estaba por bajar.

-Oye, lo siento, crees que pueda pasar al baño?..- Su pregunta me tomó por sorpresa, ella quería pasar. Tranquila ___, sólo irá al baño y se irá, ¿verdad?.

-Claro, S-si, puedes pasar-

(...)

Veo a Billie salir del baño, aún se ajustaba las cuerdas de su pantalón.

-¿Enserio vives tú sola en esta gigante casa?-

-Lo juro, tengo mí habitación y dos más, tres baños en total, una sala con juegos, un quincho con parrilla y bueno, la gran sala de estar.-

-Eso es genial, de haberlo sabido me venía a vivir contigo en vez de alquilar- Me puse roja como si eso fuera a pasar, de tan sólo imaginarmelo me ponía la piel de gallina.

-Eso... Sería cool- Dije.

-No me molestaría para nada, además, el señor de la renta empieza a ser estricto con los días de pago.- Reímos.

-Bueno, tengo dos habitaciones de sobra, y si aguantas a cuatro chicas dejando la casa patas para arriba los fines de semana... Eres más que bienvenida.

-Bueno, lo tendré en cuenta. Debería irme. Pero antes, ten mí número, quizás algún día necesites algo- Dijo mientras ponía su número en mí celular, agendandose así misma.

-Gracias... Supongo.-

(...)

La semana pasó volando, estábamos un domingo reunidas en una cafetería del barrio, pues el motivo de la reunión era nada más ni nada menos que mí relación con Halley.

-Ella me terminó porque... Porque había alguien mejor que yo- Las lágrimas amenazaban por salir de mis ojos.

-Oh, lo lamentamos mucho ___, enserio, ella no te merece- Dijo la pequeña Clairo mientras me abrazaba, yo hundía mí cara en su cuello.

-Esa maldita perra las va a pagar por hacer llorar a mí amiga- Dijo Danielle furiosa, mientras golpeaba la mesa.

-Tranquila Dan, tranquila ___. Clairo tiene razón, no te merece- Dijo mí amiga Noah. -Talvez sea lo mejor, tú estarás mejor sin ella-

-A la mierda, quiero volver a casa.

(...)

Estaba en mí habitación mientras las chicas intentaban alegrar el ambiente, yo solo sollozaba en silencio mientras escondía mí cara entre las almohadas.

-Deberiamos salir y beber para que ___ se olvide de esa perra- Dijo Danielle.

-No la llames así.- Dije algo furiosa.

-Es lo que es, es una perra come mierd...- Noah le tapó la boca.

-Estoy de acuerdo con Dan, deberíamos hacer una fiesta. O talvez algo sencillo, nosotras solas-

-Y la profesora O'conell- Dijo Danielle, su mirada era entre divertida y pervertida.

-¿Estás loca?- Dije riendo.

-No lo sé, sólo piénsalo, ella parece tenerte ganas- Esas palabras me hicieron pensar toda la noche.

𝑝𝑟𝑜𝑓𝑒𝑠𝑜𝑟𝑎 𝑂'𝑐𝑜𝑛𝑒𝑙𝑙 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora