𝑝𝑟𝑜𝑓𝑒𝑠𝑜𝑟𝑎 𝑂'𝑐𝑜𝑛𝑒𝑙𝑙

𝐸𝑠𝑡𝑎́𝑠 𝑖𝑛𝑣𝑖𝑡𝑎𝑑𝑎, 𝑂'𝑐𝑜𝑛𝑛𝑒𝑙𝑙

El lunes no fui a la escuela por mí estado depresivo, aún no estaba lista para ir a clases y ver a Halley, eso sería muy de repente.
Era martes y me encontraba sentada esperando a que la clase empiece, llegué antes que todos, por lo que escogí mí mesa al lado de la ventana, me recosté sobre mis brazos mientras miraba afuera. Escucho a alguien entrar al salón, no me moví, era normal que empiecen a entrar, ya estaba por sonar el timbre que anunciaba el inicio de las clases.
Siento pasos venir hacia mí, alguien acaricia mí cabeza y acomoda mí cabello, alzo la vista y estaba ella.

-Bueno día alumna- Sonrió y me miró algo confundida.

-Billie... Hola.-

-Tus ojos, ¿qué rayos te pasó? ¡¿Fumaste hierba?!-

-¡¿Qué?! ¡Por dios, claro que no!- Refregue mis ojos. -Solo... Estuve llorando-

-¿Llorando?... ¿Te sientes bien, pequeña?- Cada vez que me llama de esa forma no puedo evitar sonreír.

-Si, sólo es que... Estupideces-

-¿Corazón roto?- Asentí, ella se acercó y me abrazó. Su perfume me estremeció, oculté mí cara en su pecho, en sus hermosos pechos... ¡___!.

El timbre sonó dando inicio a las clases. Danielle, Noah y Clairo estaban conmigo, Halley estaba en la otra punta del salón. Podría afirmar que se reía de mí, ella llegó hasta a apuntarme aún sabiendo que yo estaba ahí, simplemente negó mí existencia.

(...)

En la clase no preste atención, Billie me llamaba la atención varias veces, me hacía recobrar la conciencia hasta que volvía a perderme en mis pensamientos. Estaba dolida, no podía creer que ella simplemente me haya dejado y ya estar comiéndose a otra persona enfrente mío. Esa perra me iba a hacer llorar por meses.
Una voz interrumpió los garabatos que hacía en una esquina de la hoja.

-Blossom, te quiero aquí luego de clases, estás demasiado distraída- Dijo Billie, sus palabras me tomaron por sorpresa y no pude evitar enojarme un poco, ella sabía por qué estaba así.

La clase terminó y las chicas se quedaron conmigo, acompañándome a hablar sobre lo que sea que O'conell quería hablar.

-Bueno pequeña, ¿A qué se debe tu distracción?- Dijo Billie.

-Le rompieron el corazón, se supone que debía ser el culo pero me parece que se confundieron- Danielle se adelantó.

-¡Danielle!- Dijo Clairo.

-Bueno, entiendo... ¿Sabes? No te merece, lo noté el primer día en el que las ví, ella parecía no darte atención- Dijo Billie, ella sonaba como una amiga.

-¡TE LO DIJE!- Dijo Danielle.

-Ella no quiere salir, se la pasa durmiendo- Noah estaba preocupada por mí, ella acariciaba suavemente mí hombro mientras yo descansaba frustrada en el suyo.

-Lastima que hoy a la noche haremos una fiesta en su casa, será algo sencillo, nosotras cuatro y bueno... Estás invitada, O'Connell- Dijo Danielle.

-¿Qué?.. Danielle, nisiquiera planeamos nada, no tengo alcohol en casa y todo está hecho un...- Fui interrumpida.

-Alli estaré, no sé preocupen por la bebida y la comida, llevaré algo para beber y algunos antojos, podemos pedir delivery.- Se fue hacia la puerta del salón. -Procuren que no haya nadie más, sino van a expulsarme de otra escuela.- Dijo saliendo del salón y guiñandome un ojo.

-¡PROBLEMA RESUELTO!- Gritó Danielle en un cántico, dando pequeños saltos por todo el salón.

-Algo me sabe extraño, no es normal cómo te mira.- No escuchaba lo que las chicas decían, sólo podía recordar el último guiño.