𝑑𝑢𝑒𝑟𝑚𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑚𝑖𝑔𝑜...

194 16 5
                                    

Eran las 03:00 AM, Clairo y Noah se fueron a acostar antes que nosotras, pues estaban más cansadas y eran las que menos duraban. Mientras Danielle luchaba con las ganas de vomitar, Billie y yo recogiamos las cosas de la mesa, me estaba tambaleando, todo daba vueltas a mí alrededor.

-Pequeña, creo que deberías ir a acostarte, yo sigo con esto.- Dijo Billie mientras se acercaba a mí y me sacaba un vaso de la mano.

-¿Estás segura?.-

-Si, ve a acostarte, cuando termine apago todo.- Me quedé más que segura con sus palabras. Confiaba en ella.
Yendo a acostarme, paso por el baño, Danielle no estaba en el retrete como hace cinco minutos. Doy un vistazo a mí habitación y no había nadie, fui a ver a Noah y Clairo y dormían profundamente. Pasé por la habitación en la que Billie dormiría y allí se encontraba.

-¡¿Danielle?!- Era tarde, ella estaba roncando y con hilos de baba saliendo por su boca. Un olor horripilante invadió la habitación, a su lado en la cama había vomito. Bregoli, vas a pagarla.
Volví a la cocina, Billie estaba a punto de apagar la luz.
-Billie, lo siento, tendrás que dormir en mí habitación.-

-Esta bien, ¿pasó algo?.-

-Es Danielle, ella vomitó la cama de invitados y... Se quedó dormida. Dormiré en el sofá, tú duerme en mí cama.- Dije dando media vuelta.

-No, claro que no. Puedes dormir conmigo.- Me puse pálida, sus palabras habían salido tan despreocupadas, como si fuera súper normal que una estudiante de secundaria borracha duerma con su profesora de unos siete años más grandes que ella.

-No, no te preocupes, de verdad, puedo dormir en el sofá.-

-O sino, duerme en tú cama y yo dormiré en el sofá.-

-No, porfavor. Duerme en mí cama, yo estaré bien aquí.-
Ella terminó asintiendo, aún sin estar del todo segura, pero no le quedaba de otra.

(...)

Eran las 05:30 AM, no había pasado ni una hora que me levanté corriendo al baño a vomitar. A su vez, Billie apareció soñolienta y se puso detrás mío, me sujetó el cabello y dejaba besos en mí cuello. Una electricidad pasaba por mí cuerpo, pero era interrumpida por el vomito.

-¿Estás mejor?.- Preguntó cuando me estabilice.

-Algo así... Aún siento que todo se mueve. Lamento haberte despertado, profe.-

-No te preocupes, no es la primera vez que te escucho vomitar.- Reímos. -Es mejor que bebas agua y vayas a dormir.-
Me acompañó a beber agua, me ayudó a lavar mis dientes y me llevó a la cama. En cuanto me dí cuenta ella estaba a punto de salir de mí habitación, no sé cómo terminé accediendo a dormir en mí cama.

-Espera... No te vayas.- Dije antes de que atraviese la puerta.

-¿Quieres algo más?..- Preguntó alarmada.

-Quiero que... Quiero que te quedes conmigo. Duerme conmigo...- Allí voy yo, totalmente ebria y sin sentido de la razón. Lo siguiente que sentí fue un cálido cuerpo envolver mí cintura con un abrazo. Sus manos acariciaban mí cabello a la vez.

-Aqui estoy. ¿Quieres algo más?.- Me dí la vuelta quedando frente a frente con ella, me puse a detallar su rostro y a recorrerlo con mis dedos, trazando y memorizando cada parte de ella. -Me haces cosquillas.- Dijo mientras reía.

-Perdón... Tus ojos son muy lindos, yo quisiera tener tus ojos.-

-¿Mis ojos?.. A mí me gustan los tuyos, ¿los has visto?.-

-Son aburridos. Marrones nada más.- Dije haciendo puchero.

-Pero... Son marrones como el chocolate. Amo el chocolate, ¿a ti no te gusta?.-

-Me encanta el chocolate.- dije.

-Y a mí me encantas tú.- Me reí mucho, casi estallando a carcajadas de los nervios.

-No te creo.-

-Haz silencio, van a despertar, no quieres que Danielle vuelva a vomitar toda la casa, ¿o sí?.-

-No, que asco.- Dije haciendo una expresión de asco.

-Bien, ahora duerme, mañana no irás a la escuela pero yo sí tengo que ir, no puedo faltar al trabajo.-

-Tus otras alumnas... Ellas... ¿Ellas también tienen la misma suerte que yo?.-

-¿A qué te refieres, pequeña?.-

-¿Ellas también duermen contigo?.. ¿A ellas también las ves así?...-

-Claro que no...-

-¿Por qué no?.-

-Porque tú eres diferente...-

-¿Diferente?.-

-Shh... Duerme.- Puso su mano en mis ojos, impidiendome la vista.

-No quiero dormir.- Dije seria, quitando sus manos de mí rostro. Ella se encontraba incluso más cerca de mí rostro si eso fuera posible. Nuestras narices se rozaban entre sí.

-Si no duermes el cuco vendrá a por ti.-

-No existe.-

-Yo lo conozco, él es mí amigo.-

-Pues, dile que venga. Yo quiero seguir viéndote.- Billie rió.

-___... Porfavor, duerme.-

-No me llames así, dime pequeña.

-Está bien, pequeña. Duerme.- Y aunque batalle conmigo misma, mis ojos se cerraron en cuanto Billie tarareaba una canción con una hermosa melodía.
Lo último que sentí fueron unos cálidos besos en mí frente, y unos fuertes brazos protectores rodeandome, mientras unas manos acariciaban mí espalda baja por debajo de mí remera.

(...)

Al otro día desperté en mí habitación, no recordaba nada, sólo pequeñas imágenes venían a mí
cabeza en cuanto lavaba mí rostro.

FLASHBACK.

-¿Ellas también duermen contigo?.. ¿A ellas también las ves así?...-

-Claro que no...-

-¿Por qué no?.-

-Porque tú eres diferente...-

-¿Diferente?.-

FIN FLASHBACK.

¿Diferente?... ¿Yo soy diferente?... Diferente.... Tocan la puerta y me asusto, voy a mí cama mientras seco mí rostro con la toalla.

-___... Estás despierta?..- Preguntó Noah.

-¿Noah?... Sí, entra.-

-Espera... Tu... ¿Dormiste con la profesora?.- Mierda y más mierda. Tenía que aclarar mí mente lo antes posible para recordar las cosas.

-Supongo, pero... No recuerdo bien... Yo estaba en el sofá, luego vomité y ella, mí cama, diferente.

-¿Qué quieres decir? No te entiendo absolutamente nada.- Dijo con una expresión confundida.

-¿Las chicas están despiertas?.-

-Si, preparan el desayuno.-

-Vamos, les tengo que contar.-

𝑝𝑟𝑜𝑓𝑒𝑠𝑜𝑟𝑎 𝑂'𝑐𝑜𝑛𝑒𝑙𝑙 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora