Narra Ian
--¿Sarah...? -- Titubeé un poco al hacer mi pregunta, mis ojos borrosos y el polvo que aún no se disipaba no era capaz de dejarme ver correctamente, y yo estaba tan cansado que tampoco me esforcé porque fuera diferente.
--¿Sarah? ¿Quién es esa? -- Aquella voz hizo que mi cerebro se iluminase instantáneamente, abrí mis ojos como platos al ver lo que tenía delante.
--Matthew...-- Murmuré en un susurro, como si no me lo creyera. La esperanza brotó en mi pecho, pero fue rápidamente ahogada por un tétrico escalofrío que recorrió mi columna vertebral. Era él, tenía esos ojos llenos de vida que resplandecían con misterio. --¿Eres tú? ¿Qué haces aquí, vivo? -- La voz me temblaba, oscilando entre la esperanza y el miedo. Matt me sonrió, pero no de ese modo tan burlón que siempre llevaba sobre sus labios, si no, de un modo triste, como si me ocultara algo. Hasta que me di cuenta.
Detuve mi mirada en él, aquella persona que había creído perdida durante meses ahora estaba de pie frente a mí, mirándome como si nada importante fuera. Su piel canela resplandecía bajo la tenue luz del sitio, bajé mi vista hacia su ropa militar. Le quedaba bien, como siempre, pero de un modo extraño. Esa camiseta no era la que usaría el chico que yo recuerdo, sus pantalones tenían unas pseudo-rodilleras cosidas que solo había visto en una persona. Su chaqueta, con pelo sintético por dentro abrazaba cada fibra de su piel, seguramente proporcionándole un calor cómodo que tanto envidiaba en estos momentos, y lo más importante, en la pequeña placa que debería poner su nombre no se leía ''Matthew'' si no, ''Sarah''
Me quedé en blanco, adormecido por el torbellino de emociones que rellenaba cada hueco de mi cuerpo. La esperanza por volver a tenerle con nosotros por un lado y mi mundo cayéndose poco a poco rezando que lo que estuviera pasando no fuera lo que yo quería, por el otro lado. Debería estar feliz, pero ¿Cómo puedo estarlo si eso implica que Matt nunca volvería a ser el mismo? El mencionado, que no dejaba de causar emociones y estragos en mi cabeza, se arrodilló frente a mí, aún con esa expresión tan solemne, y habló.
--Ian...-- Su voz, igual de melodiosa que antes, ahora traía consigo un tono de preocupación que me puso aún más de los nervios. --Igual no es lo que esperabas, pero aquí estoy, aunque no soy el mismo que solía ser. --
Mi corazón dio un vuelco, no puede ser, no. Esto es una mentira, un juego, una burla tan malditamente dolorosa. Negué continuamente con la cabeza, no me salían las palabras, todo el aire de mis pulmones se disipó. Matt suspiró con pesadez. --Soy un cambiaformas, y sí, yo era Sarah. O mejor dicho, sigo siéndolo, pero se podría decir que mi forma original es esta, la de Matthew. Pero ya te has dado cuenta de eso, ¿Verdad? --
¿Qué hago? ¿Sentirme feliz? ¿Confiar en que este de verdad fuera mi amigo? Porque sinceramente, ha llegado un momento en el que me he rendido a las emociones, me he dejado vencer por su presencia. Claro que era Matthew, solo él puede lograr que me quiera morir y al segundo revivir por una ola gigante de emociones que cae sobre mi cara, aunque tratándose del moreno, en vez de una ola sería un manotazo directo a ella.
--Sé que estás confundido. -- Continuó, ¿Confundido? Se queda corto para describir esto. -- O quizás decepcionado, y te juro que te voy a explicar todo, pero necesito que vayamos a un sitio más seguro. -- Haciendo énfasis en la última palabra, atrapó mi brazo y tiró de mí, levantándonos a los dos e intentando arrastrarme a andar. Frené en seco.
--Espera, espera, ¡¿Qué cojones está pasando?! ¡¿Y Charlotte, Jessica y los demás?! -- Puso su mano sobre mi boca con un sonoro ''shhhh'' Miró a los laterales para certificar que no hubiera nadie, después me miró a los ojos. --Cállate, están bien, nos encontraremos a todos por el camino. -- Tenía delante a un cambiaformas, pero no quemaban sus manos, ni me quería matar, y mucho menos daba miedo. Dejó de taparme la boca en cuanto asentí, prometiendo silenciosamente no volver a gritar. ¿De verdad que iba a confiar ciegamente en él sabiendo que se ha convertido en aquello que nos lleva intentando matar por un año ya? Me pregunté a mí mismo, incluso después de saber la respuesta con certeza, y seamos sinceros, claro que lo voy a hacer.
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Muerte Acelerada
Fantasy¿Qué pasaría si un día el mundo entero es sometido a una abrumante oscuridad? Llena de muertes sospechosas y desapariciones sin ninguna pista sobre el paradero de aquellas personas. Poco a poco y aunque se trató de evitar, el pánico llenó las calles...