C a p i t u l o 5.

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La había seguido de camino hasta su habitaciòn, se sorprendió que a pesar de ser una protegida por Kureto, ella tuviese una pieza como cualquier otro soldado.

¿Y si Kureto venia? ¿Si descubría algo? Bueno, Guren tenia que arriesgarse.

Tocò un par de veces la puerta y después de escuchar como algo se rompía esta fue abierta.

Se llevò una gran sorpresa al ver a una chica completamente diferente, su cabello seguía igual, pero su vestimenta y su sonrisa eran diferentes.

-¿Ichinose Guren, No?

Le sorprendió tan poca propiedad pues hace unos minutos ella se comportaba muy cordial.

-¿Que ha pasado?- pregunta èl, observando dentro de la habitación y percatándose de un escritorio volteado completamente.

-Un accidente de personalidad- rió de una manera diferente.- En fin ¿Algo en que pueda ayudarte Guren Ichinose?

-¿Me invitas a pasar?- le sonriò de la misma manera que siempre... Peligrosa y juguetona.

Pero Guren se llevò la sorpresa pues la chica lo tomò de la mano con una sonrisa en el rostro y lo empujò.

-Estaba suponiendo el tiempo que tardarías en venir a visitarme, Guren Ichinose.

El hombre cambió rápidamente su confusión por la misma sonrisa de antes, ella parecía estar queriendo intimidarle y comportarse confiada pero Ichinose era experto en esas ramas.

-Pues creo que esa preocupación ya no existe. Estoy aquí.

-Dime que es lo que quieres.

¿Era la misma chica? Guren no sabia si se trataba de una broma o es que Danniel era una completa hipócrita con su personalidad. Estaba comportándose demasiado brusca y altanera ¿Que le pasaba?

-Pensé que podríamos tener una charla sobre las armas malditas y como las conseguimos- dijo èl, metiendo las manos a los bolsillos del pantalón.

Se adentrò aun mas en la habitaciòn, en efecto, no era la gran cosa, solo la misma habitaciòn de todos los soldados.

-No me interesa en lo absoluto tu espada maldita y tu no tienes porque enterarte sobre mi arma maldita, con solo saber que son dagas te debe bastar.

-¿Confías en mi?- fue directo, estaba desesperándose del repentino cambio de personalidad.

-No, una parte de esta alma si lo hace pero esa parte es en verdad ingenua... Por ahora no confió en ti ¿Vas a decirme que quieres?

Se girò para enfrentarse cara a cara con ella. Guren tuvo que agacharse un poco pues ella era aun mas bajita que Yuichiro.

-¿Que tan cercana eres a Kureto? ¿Me creerías si te dijera que es un idiota ambicioso? Podría abandonar a todo su escuadrón en media batalla simplemente por salvar su trasero. Aun así pareces seguir idolatrándolo.

-Kureto Hiragi es un oportunista muy astuto ¿Que hay de malo en eso? ¿No es lo que eres tu también?

Se sorprendió pero no llegò a sus ojos, estos seguían salvajes y sonrientes.

-¿Porque piensas eso?

-¿Que mas querrías hacer aquí? Eres un hombre de 24 a 25 años con intereses mucho mas grandes que el visitar a una chica de 18 años en su habitación. Si te refieres a lo de oportunista... Bueno, sabes excelentemente bien que Danniel Hyakuya es muy cercana a Kureto Hiragi. Asi que si, me permito pensar que eres un hombre oportunista y un poco astuto.

Owari no Seraph. "La tercera Hyakuya"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora