C a p ì t u l o 14.

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Una semana completa fue lo que el entrenamiento de los Deguchi duró antes de que se tomase una decisión.

Shinya entrenando arduamente a Danniel, quien había mejorado considerablemente su capacidad física y su agilidad. Su mirada tierna e inocente había sido remplazada por una de furia y decisión, claro que ella seguía siendo una buena persona, solo que ya no era tan ignorante.

Al otro lado del campo de entrenamiento se encontraba Guren Ichinose, entrenando a Caspian Deguchi, quien también había mejorado aunque lo hizo más rápido que Danniel, pues el Teniente Coronel puso demasiada presión en el chico debido a la inquietud que sentía al ver al muchacho sonreírle a la chica y que esta le respondiera.

Caspian y Danniel se habían vuelto cercanos, hablando sobre sus familias y sus vidas antes de que estuvieran en esas "Pruebas"

Danniel encontraba muy linda aquella sonrisa segura que demostraba Caspian y de alguna manera se sentía tranquila, además de que le parecía muy gracioso.

Shinya había estado burlándose de Guren durante aquellos días, haciendo comentarios que solo ambos entendían.

En cuando a Danniel e Ichinose... Ellos no habían vuelto a hablar desde la última vez, si Guren llegaba a dirigirle la palabra solo era para darle indicaciones sobre su técnica de ataque y lo hacia atreves de Shinya.

La chica entrenaba todo el día y no había podido ver a Yuichiro lo suficiente como para hablar con él de sus sueños y de lo mucho que estaban esforzándose, aun así, Yuu y el escuadrón de Shinoa habían estado entrenando bastante, aprendiendo y lastimándose mucho también.

La pequeña Danniel siempre vestía la misma ropa de entrenamiento rota y descolorida, dejaban ver sus raspones, heridas y moretones a simple vista. Ella había escupido sangre tantas veces mientras se fortalecía, uno o dos músculos se le habían dislocado pero ella seguía sin detenerse.

La meta de los Hyakuya se haría.

-Llego la hora- anuncio Kureto, acercándose, detrás de él se encontraba el resto de los Deguchi.

-Hermano mayor ¿Crees que es ya suficiente tiempo? Me parece que aún faltan días para que ellos logren adaptarse bien.

-¡No!- le interrumpió de inmediato- Para este entonces, los Deguchi que se supone son una gran dinastía y gente poderosa debieron aprender muchas cosas. Veremos si su sangre está a la altura de los Hiragi.

Guren junto con Caspian se acercaron, cansados de tanto entrenar.

-¿Lista?- le preguntó Caspian a la chica. Ambos se sonrieron y se asintieron.

Era difícil para Guren no actuar como un niño inmaduro cuando veía a los Deguchi sonreírse pero se calmaba dándose cuenta de que ambos eran familia y nada más podía pasar.

-El último que caiga será el vencedor y el capitán del equipo, el resto tendrá que resignarse con seguir las órdenes del líder. Después de esta prueba, independientemente de quien gane, Dion, Raphael y Caspian irán a la prueba para obtener sus armas demoniacas.

-Bien- dijeron los cuatro.

-DanDan- le susurró Shinya a Danniel- ¿Recuerdas lo que de dije? Observa primero y después de memorizas, atacas...

Ella simplemente asintió nerviosa, ver el rostro de Dion tan centrado pero a la vez desbordando furia le intimidaba un poco.

Danniel no quería ganas exactamente, ella no se sentía como una líder, como alguien que toma las decisiones después de haber visto todas las posibilidades, Danniel tampoco se sentía como alguien dispuesto a siempre obedecer a los demás, estaba ahogándola todo aquel sentimiento de ese momento.

Owari no Seraph. "La tercera Hyakuya"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora