-¿Lo ve, padre? Esta mocosa desafío todas las órdenes que le di.- se quejaba Kureto Hiragi frente a su padre y también el General del ejército demonio imperial japonés.
La chica no se comparaba con ninguna de sus otras versiones. No lloraba, no hablaba y tampoco en su rostro había rastro de ansiedad o impotencia por decir algo. Ella esta con su semblante neutro y mirando hacia el frente.
-¿Exactamente que ordenes ha desobedecido, Kureto?- la voz de Tenri Hiragi, el general es gruesa y aunque no estuviese de mal humor o furioso, de todas maneras intimidaba.
Pero Kureto no dijo nada, tal vez estaba buscando las palabras exactas.
-Estaba regañando a Ichinose y a unos mocosos que creo son sus subordinados. La tonta de Shinoa estaba con ellos también. Danniel se interpuso cuando regañaba a uno de ellos. ¡Me dejó como un completo idiota!
Ella siguió sin hablar.
-Padre, quiero que Danniel Hyakuya regrese a la casa Hiragi. Ella no debió salir nunca, ni siquiera sabe con quién socializar. No lo hace con las personas correctas y de su misma categoría.
-Con todo respeto- habló por primera vez desde que llegó- El chico que Kureto estuvo a punto de golpear era mi compañero en el orfanato del cual ustedes me alejaron. Todos los subordinados de Teniente Coronel Ichinose y a él incluyéndolo son amigos míos. Solo estaba haciendo mi trabajo al proteger a las personas que me importan.
-¿Quieres decir que mi hijo no te importa?- le preguntó Tenri.
Danniel se quedó callada ¿Qué diría? ¿Hablaría desde el fondo de su corazón o respondería la gratitud que ella siente por los Hiragi?
-Mi deber como persona es defender a los más débiles en el momento. No quiero decir que mi amigo Yuichiro sea débil pero en ese momento si lo era. Ni siquiera di un golpe o utilice mis armas, solo detuve la golpiza que Kureto daría a mi amigo. Además, Kureto si golpeó al teniente coronel. Le dejó algunas heridas en el rostro.
-¿Qué hay de mí?- le preguntó Kureto a Danniel, acercándose a ella- ¿MMM? Guren comenzó la pelea y me golpeó primero.
-Tú me golpeaste también- se defendió ella, aunque quería mantener su actitud neutra no podía controlar los sentimientos confundidos que tenía dentro- Me abofeteaste y después me diste un puñetazo. No había razón para ello pero lo hiciste ¿Crees que eres él único que tiene algo que reclamar? ¡Yo tengo algunas objeciones para ti también! Yo también puedo tener amigos, yo puedo tener mis pensamientos propios.
-Deberías mostrar más gratitud, Hyakuya- les interrumpió Tenri- Los Hiragi te hemos dado toda clase de cosas que puedas imaginar y ahora estas faltando al respeto a uno de mis hijos.
-Si supiera que faltas de respeto me ha hecho su hijo- contestó desviando la mirada por vergüenza.
Un suspiro fue lo siguiente que se escuchó de Tenri Hiragi. Kureto se tensò ¿Qué diría su padre si descubriera que su propio hijo intento sobrepasarse con una chica tan especial para los Hiragi?
-Kureto, no te necesito más, vuelve a tus obligaciones. Hablare a solas con Danniel.
Kureto se retiró a duras penas de la oficina del general.
-Siéntate por favor. ¿Le has dicho a Certamen que sane tus heridas?
Ella asintió y se sentó en una de las sillas frente al escritorio del general.
-Se lo he pedido minutos atrás.
-¿Exactamente qué fue lo que pasó? Exijo que me digas completamente la verdad, yo no soy Kureto para andar con tonterías y niñerías. Esto es el ejército, eres una militar y debes tomarte esto con seriedad.
ESTÁS LEYENDO
Owari no Seraph. "La tercera Hyakuya"
Fanfic"Sonrisa misteriosa y coqueta, pero me sigue pareciendo un hombre muy extraño" Fue como describió la tierna, inocente y dulce Danniel Hyakuya cuando vio en persona al Teniente Coronel Guren Ichinose. Como un animal, fue puesta en cautiverio por casi...