Capítulo 16: El asedió de las elfas.

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Alice, Lefiya y el resto de las elfas, partieron en dirección a la mansión chimenea.

Sin conocer realmente en qué lugar podría encontrarse Bell, ir a su hogar era la mejor opción, al fin y al cabo no iban a pelear solamente querían hacerle unas preguntas.

¿Qué relación tienes con Riveria?.

¿Por qué salieron juntos del bosque en el piso 18?.

¿Es verdad que también se encuentran en la superficie?.

¿Qué estás tramando al acercarte a ella?.

¿Se conocieron antes de que quedaras atrapado en el calabozo?.

Mientras deliberaban las preguntas que iban a hacer, el grupo de elfas caminó por un atajo evitando la calle principal y tomando un camino más directo a su destino.

Pasando por calles menos transitadas en horas de la mañana.

Sus pasos eran firmes y constantes hasta que una de ellas se detuvo en seco y al ser notada por sus compañeras, dieron media vuelta y preguntaron.

- ¿Que pasa?.

Observaron su rostro atónito, en silencio la elfa no respondió y solo señaló con su dedo índice al pequeño parque que está decorado por árboles y arbustos, que a través de ellos se encontraron las figuras de su maestra Riveria, y al que estaban buscando.

Ahora viendo a Bell y su maestra juntos, la ira se arraiga y la perplejidad las golpea.

En sus facciones, diferentes emociones se ven reflejadas en cada una de ellas, irá y asombro, muecas de diversión sin poder creer lo que están viendo se preguntan, - "¿Son ciertos los rumores?".

Si realmente son ciertos esos rumores, qué podrías hacer estando su maestra con el, si interfieren ahora, serán serán reprendidas por Riveria, antes de conseguir alguna respuesta, no lograrán nada más que su auto destrucción.

Es por eso que debían de esperar, apartándose, alejándose, tomaron distancia del lugar y desde lo lejos espiaron desde una esquina lejana ese momento a solas que compartían el dúo.

Escucharon por primera vez las risas y carcajadas de su maestra que eran provocadas por el chico.

Una sonrisa tan cálida que nunca les fue mostrada.

Y lo que le habían negado a una de ellas, la dama élfica, compartió con gusto sus crepas con el joven.

Pero lo más destacable que pudieron ver, los que más les afectó en un estado casi hipnótico como un sueño o una pesadilla.

Fue el tacto de Riveria al limpiar con sus finos dedos la mejilla del inocente conejo y llevar los pequeños grumos de crema está su paladar.

La noble solo pudo soltar una carcajada tierna ante la reacción de un Bell encogido de hombros y ruborizado.

Riveria, que a pesar de permanecer tranquila su mente no lo estaba Y aunque su semblante estuviera con una tranquila alegría, al final de sus sus orejas tenían coloración rojiza.

Riveria: "¡¡¡¿Que acabo de hacer?!!!".

Bell: "¡¿Que acaba de pasar?!".

Alice: ...

- ...

- ...

- ...

- ...

Lefiya: ...

Los ideales de las elfas, sobre la figura de Riveria que eran similares a las de Serdia, una santa elfa que nunca conoció las impurezas.

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⏰ Última actualización: Nov 07 ⏰

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Un encuentro inoportuno. bell x riveriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora