Aura:
—¿A dónde se fué Yris? —pregunté algo disgustada por la situación. —Diablos y en un momento como este.
—Creo que ya la encontré —susurró mi hermano quien caminaba a mi lado, le dí el arma de Francisco para que se defienda y decide guardarla en su cinturón a veces no logro entenderlo por completo.
—Pues vamos. —Respondí volteando a verlo, Aidan seguía serio y probablemente seguiría así después de todo no murió cualquier persona.
Aidan al percatarse de mi mirada sobre él me dedicó una ligera sonrisa y señaló delante de él a la salida de la arboleda.
Y ahí estaba la susodicha corriendo como si hubiese visto a un fantasma me disponía a seguirla pero el sonido de un disparo resonó en todo el lugar haciendo que Yris se detenga en seco, volteé nuevamente en dirección a mi hermano que tenía sus ojos abiertos de par en par.
El se dirigió a Yris corriendo por lo que no me quedó otra opción más que seguirlo, se detuvo justo donde terminaba aquella arboleda en la que nos metimos y al llegar a su lado me hizo una señal para no moverme.
—Maldición. —Susurro Aidan viendo en dirección a Yris.
Al voltear me di cuenta del porqué, Yris se dirigía hacia Keira pero ella no estaba sola sostenía a alguien en su regazo.
Sin mucho que pensar arrastré a mi hermano en dirección a ellos.
—¿Ryan? —volvió a susurrar mi hermano.
—¿Ryan?¿Quién es Ryan?
Tan pronto nos acercamos volvió a sonar un nuevo disparo, instintivamente Aidan me apartó detrás de él.
—¡Maldición! —volvió a exclamar intentando sacar el arma de su cinturón.
—Debiste conservarla en tu mano —comenté en forma de reclamo apuntando con mi arma en dirección del ruido. Maldita nieve no me deja ver bien.
Enfocando la vista pude observar unas siluetas al lado de árboles al otro lado no tenía certeza de cuántos eran pero era bastante claro que este lugar no era seguro.
—Estamos jodidos, necesitamos salir pero ya —dije levantando la voz lo suficientemente como para que Yris y Keira también escuchen.
Yris al escucharme intentó apartar a Keira del tipo de su regazo pero ella se resistía, otro disparo resonó en el lugar y me topé con la sorpresa de que mi hermano decidió tomar acción y fue él quien lanzó el disparó supongo que porqué vio algo más claro que yo.
—No lo dejaré. —Pronunció Keira sollozando.
—O claro que lo harás —ordenó Yris determinada. No entendía el problema Keira tenía razón, no podíamos dejar al sujeto aquí en estas condiciones.
Levanté la mano para intervenir pero las siguientes palabras de Yris me dejaron helada.
—Él ya está muerto y tenemos que irnos antes de terminar como él —dijo Yris con lágrimas en los ojos. Otro muerto, no entendía porque se lo decía de esa manera, si el de verdad está muerto bastaba con ver a Keira y saber que no podíamos hablar tan crudamente.
Al ver a Keira en ese estado un pequeño nudo en mi corazón se formó al ver su similitud con la reacción de Aidan cuando vio a Francisco y por consiguiente el recuerdo de Armand y algo que siempre me decía.
—Una persona que demuestra su dolor no es una persona débil, señorita usted debe comprender que no todos podemos tener el mismo carácter.
No las podía dejar desprotegidas, no era buena con las palabras y peor consolando así que decidí protegerlas a mi manera si intervenía en su discusión probablemente lo empeoraría todo. Con arma en mano me posicioné delante de ellas apuntando delante de mí.
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Keira : Algo torcido se aproxima
Misteri / ThrillerKeira vive en un pequeño pueblo situado en los limites de Suiza llamado Sefix. Despues de un intento de secuestro fallido en su primer dia de clases las cosas solo empeorarán para ella y sus amigos, desde asesinatos en una fiesta asta secretos que n...