Abro los ojos y los vuelvo a cerrar debido a la claridad del día que inundaba la habitación. Un brazo me rodea y apenas escucho el quejido de la persona que me abraza, recuerdo todo lo sucedido durante la noche. Sonríe picarona por unos segundos antes de sentir como Rubén me abraza fuertemente, como si fuera la almohada.
Como puedo, me doy vuelta hasta quedar enfrente de él. Me dedico a observarlo un par de minutos, viendose tan guapo durmiendo, totalmente despreocupado. Lentamente me suelto de su agarre como puedo y cuando soy libre, me empeño en arreglar un poco la desordenada habitación. Levanto la ropa del suelo, acomodo un poco la cama y arropo mejor a Rubén, quien sigue profundamente dormido. Descubro que hay un par de tennis que desconozco totalmente su dueño, pues Rubén traía otras el día anterior.
No le doy importancia y salgo del cuarto cerrando la puerta detrás mía.
Cuando llego al salón, me fue inevitable abrir los ojos con sorpresa y al ver a aquella persona sentada en el sofá jugando con Noah.
-¡Lee! — exclama un Lucas alegre al notar mi presencia —Ya era hora de que despertaras, dormilona.
-¿Qué haces aquí? - mi voz tiembla.
-Pues, a visitaros - sonríe con obviedad -Noah me ha abierto y me dijo que estabas durmiendo. Le hice el desayuno y nos pusimos a jugar - dice mirándolo jugar con su iPad.
-Ajá.
Tranquila Lee. Con normalidad y sin levantar sospechas de que hay alguien en la habitación.
Dirijo la vista hacia Noah, quien ni se ha inmutado en mirarme apenas entré al salón.
Un día de estos, botaré todas sus consolas y juegos a la basura.
Lucas me hace señas para que le siga a la cocina ya que me preparó un desayuno aparte, cosa que agradecí mentalmente ya que moría de hambre.
-¿Qué tal el trabajo?- pregunta una vez que yo me dispuse a comer.
-Bien, igual que siempre — muerdo una galleta —¿Sabes a quién tuve que entrevistar ayer?
-¿A Madonna?
-Ojalá – río —A Christian Dona.
-¿El gordo Dona?
-¡Que malo eres! Ya no es más el "gordo Dona"- río -Está muchísimo más delgado y guapo que hace diez años atrás – digo y bebo de mi café.
ESTÁ AMARGO.
-¿De verdad? — asiento y tomo el azúcar -Vaya, supongo que yo también me iré de España si esa es la solución.
-Anoche tenía una reunión con él para arreglar asuntos laborales - digo
Al instante caigo en mi error.
-¿Y cómo te fue?
Si le digo que no fui, me preguntará el por qué.
-No fui — confeso.
Idiota.
-¿Uh? ¿Por qué?
-No tenía ganas - suspiro, tratando de sonar lo más natural posible -Le pedí a una compañera que me sustituya, yo... tenía otros trabajos pendientes.
Unos muy adultos trabajos pendientes...
-¿Qué trabajos? – levanta la ceja y se cruza de brazos, mirándome expectante.
-... ¿Qué? Pues... — AYUDA —Cosas pendientes, ya sabes.
-¿Cosas pendientes que te dejan dormir hasta las dos de la tarde?
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Un año para recordar. (Rubius)
FanfictionLeeAnna nunca creyó que ser madre soltera iba a ser tan complicado, sobretodo si tienes un hijo como Noah. ¿Podrá Lee superar el pasado y seguir con el futuro? Tal vez el destino le tiene una sorpresa muy diferente.