Capítulo 10.

1.9K 192 71
                                    

Si tan solo pudiera retroceder el tiempo nueve años atrás, lo haría sin dudarlo.

Trataría de evitar algunos caos de mi futuro, por ejemplo, el haberme quedado embarazada tan joven. Pero esa es una de las sensaciones más maravillosas que pude haber experimentado, por lo tanto, considero a Noah un milagro en mi vida.

Tal vez me hubiera gustado tener un bebé mucho después, con una familia bien hecha y derecha... pero así surgieron las cosas, y lamentablemente, nada lo puede cambiar.

No después de nueve años.

Nueve años de miedo y de mentiras.

Ahora debo enfrentarlo todo y soltar la verdad.

O bueno... tratar de soltarla.

-¿Lee?

Me sobresalto ante el llamado de Rubén.

Joder.

Lo miro y mis mejillas se tornan de rojo y unas cuantas lágrimas amenazan con salir, pero las retengo.

No lloraré en frente de él, no de nuevo.

Me siento tan nerviosa como el día de la entrevista. Y yo que creí que a partir de ese día no lo volvería a ver jamás.

Gravísimo error.

Suspiro y lo vuelvo a mirar.

¿Por dónde comenzar?

-¿Piensas estar con la puta boca cerrada para siempre?

Frunzo el ceño.

Maldito comepollas desubicado.

-Deja de ser grosero conmigo, Doblas.

¿Acaso se piensa que es el único cabreado aquí?

-Lo siento.

-Prometo decírtelo todo... solo dejame buscar las palabras - hablo con cautela.

-Está bien.

¿Qué le digo?

No pensé que este día llegaría, no sé si por donde comenzar.

-Yo...

-¿Puedo hacerte una pregunta? - dice.

Tiemblo.

-Claro.

-¿Hace cuanto has tenido al niño?

Niño.

-Ese niño tiene nombre - hago énfasis en "niño".

-Si, si, lo que sea - dice, restándole importancia.

-Su nombre es Noah - aprieto los dientes.

Me está hartando.

-¿Dirás la verdad o no? - pregunta.

-¡Ya cállate!

Rubén se asusta ante mi reacción.

Abre la boca para hablar y quejarse pero no se lo permito.

-¿Te crees que me es fácil hablarte? Luego de nueve años sin contacto, luego de que desaparecieras, luego de que me abandonaras estando... embarazada - trago duro -Fue a los dieciséis, me enteré al día siguiente de que te fueras. Cuando lo hice... tuve miedo, pero lo tuve más al enterarme de que te habías marchado sin siquiera decirme. Desapareciste como si la tierra te hubiera tragado. ¿Sabes lo difícil que fue para mí aceptar que me has abandonado?

-Yo no te abandoné... - murmura.

-¿Ah no? Deja de negarlo porque eso es lo has hecho, Rubén. Te fuiste, y me abandonaste.

Un año para recordar. (Rubius)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora