Este capítulo contiene escenas sexuales
y explícitas, se recomienda discreción. 🔞────────── ( ♡ ) ──────────
—¿Bin? —preguntó Anton con su rostro lleno de sorpresa cuando me arrojé a sus brazos, comenzó a decir algo más pero yo sólo coloqué mis manos alrededor de su cuello y lo besé profundamente, él se congeló ante mi audacia repentina y sus manos quedaron flotando en el aire.
La conmoción de Anton no duró mucho tiempo, por lo que su garganta soltó un gemido mientras nos metía a ambos dentro de su casa. Sus manos grandes y fuertes recorrieron mi cuerpo con vehemencia, deslizándose por debajo del dobladillo de mi camisa, provoqué un eco cuando sus manos se presionaron para pellizcar y frotar mi piel en la parte baja de mi espalda; peligrosamente cerca de la cintura de mis jeans. Solté un gruñido de dolor cuando Anton me empujó hacia atrás contra la puerta y su mano se retiró de mi cuerpo para tocar la cerradura, pronto sonó un fuerte "click" indicando que el mecanismo se bloqueó en su lugar. Anton se apartó un poco para buscar mi rostro con una expresión ilegible, por lo que inclinando mi cabeza hacia la puerta me encontré con su mirada de lleno.
—Te extrañé. —confesó Anton después de algunas respiraciones difíciles. —Y definitivamente tú también me extrañaste.
—¿Ah sí? ¿Qué me delató? —pregunté con un tono de voz juguetón, poniendome de puntillas para poder alcanzar y sujetar el piercing de labios de Anton con mis propios labios y luego lamerlo, él gruñó haciéndome sonreír mientras me alejaba pero me estremecí cuando su mirada hambrienta se clavó en mí y mis dedos se curvaron expectantes. —¿Extrañaste esto? —Estiré mi cuello para besar el ángulo de su mandíbula y sonreí al sentir cómo ésta se tensaba ante mi toque cuando su mano se apretó alrededor de mi cintura, acercando mis caderas aún más. —¿O esto? —murmuré contra su piel, con mi boca bajando a través de su cuello y mordisqueando burlonamente. —¿O tal vez esto? —Lamí su manzana de Adán provocativamente, la cual se balanceaba mientras tragaba duro.
—Todo. —espetó con su mano agarrando mi barbilla para forzar mi cabeza hacia arriba y besarme profundamente.
Gemí agudo en su boca cuando sus grandes manos ahuecaron mi trasero y su lengua se abrió paso dentro de mi cavidad bucal, envolviéndose en una lucha interminable contra la mía. Sentía que me deshacía en sus brazos entretanto él atacaba mi boca con besos hambrientos y apasionados, hundiendo su lengua lo más que podía en mi garganta mientras yo succionaba de adelante hacia atrás su músculo.
—¿Está Bell? —pregunté con mi pecho subiendo y bajando por el agitado intercambio, desvinculando nuestras bocas para poder mirar alrededor del vestíbulo de la casa pero Anton sólo resopló, pellizcando mi trasero con un poco de molestia por la separación de nuestros labios.
—Ella está fuera. —respondió con una sonrisa de oro en su boca. —Toda la noche. —enfatizó y me miró brevemente para evaluar mi reacción, sus ojos brillaron cuando las comisuras de mi boca se levantaron y mis brazos se enrollaron alrededor de su cuello.
—Bien.
Anton se quedó con mi palabra y me levantó con sus fuertes brazos, sujetándome fuertemente por el trasero y ante eso coloqué mis piernas alrededor de su cintura. Me reí mientras él comenzaba a subirnos a los dos por las escaleras pero el sonido se cortó cuando Anton me sofocó en otro beso acalorado, nuestras lenguas rodaban una contra la otra y aparentemente no pude acercarme lo suficiente a su cuerpo. Mis manos desesperadas se dirigieron a la parte posterior de su camisa y deslizaron la tela hacia arriba para exponer su espalda baja. Pude sentirlo sonreír mientras retrocedía por la puerta de su habitación que se cerró cuando la pateó.

ESTÁS LEYENDO
entre sábanas | wonton
FanfictionDespertarse al lado de alguien desconocido después de beber demasiado alcohol no era una historia nueva y fascinante en estos días. Despertar junto a otro hombre cuando también eras hombre era un poco más interesante pero aún así no había nada que d...