Oh no, no, no, no, no.
Las palabras se sintieron obstaculizadas al tratar de salir de mi boca, sólo mi suerte podía ser tan jodida.
Tragué duro cuando las cejas de Anton se fruncieron y sus ojos se movieron entre mi hermana y yo antes de mirar a sus amigos, sus cejas se inclinaron hacia abajo cuando volvió a girarse hacia mí con preocupación evidente en su rostro.
—¿Bin? —Karina llamó nuevamente mi atención, empujando mi costado. —¿Los conoces?
—U-Um, creo que son estudiantes egresados de mi escuela aunque no los conozco muy bien. —me las arreglé para decir con la voz áspera, mis manos estaban juntas y sudorosas con mis dedos retorciéndose nerviosamente.
—Hmph... probablemente sea bueno que no los conozcas demasiado bien. —murmuró ella en voz baja, tratando de ignorar las miradas lascivas que algunos de dicho séquito le estaban dando.
Un poco incómoda Karina colocó su cabello frente a sus hombros, protegiendo así su escote robusto que normalmente no tenía problemas en mostrar pero que en este momento estaba siendo un punto de morbo que no estaba dispuesta a conceder, e hizo un esfuerzo por ignorar los comentarios estúpidos que hacían algunos de los muchachos.
Aparte de Anton sólo conocía a otros dos por su nombre; uno era Jung Sungchan, quien era considerado el mejor amigo de Anton. Un chico bastante alto que no era tan musculoso pero tenía muy buen cuerpo, no tenía problemas reales con él ya que fuera del grupo completo (incluido Anton), él era el más accesible y agradable de todos. Una sonrisa tonta y perezosa siempre estaba en su rostro y a pesar de haber sido uno de los más populares en la escuela, nunca utilizó aquello para intimidar a otros pero probablemente sólo porque era demasiado vago para hacerlo. La otra persona que reconocí era Lee Heesung, un chico de cabello castaño rojizo que cuando estaba en la escuela era alguien de quien yo quería alejarme por completo, era como el Anton que creía conocer antes... un tipo mujeriego y alborotador pero mucho más cruel de lo que él podría ser tanto en ese entonces como ahora. Era realmente guapo aunque siempre estuvo de segundo lugar en comparación con Anton, sus ojos eran demasiado fríos y su aura demasiado oscura e intimidante.
No me gustaba que Anton estuviese parado a su lado.
El Anton que conozco no se veía nada bien al lado de alguien como Heesung, él era tan gentil y amable aunque a veces era bromista y no se parecía a Heesung en lo absoluto. Había pasado un tiempo desde que supe quién era realmente... el Anton con el que me acurruco en el cobertizo de la piscina, el que me cocinó pasta y con el que me he quedado despierto hablando por teléfono hasta altas horas de la noche, sin embargo, frente a mí no pude ver al Anton que conocía y en su lugar había uno que no me gustaba, un Anton que me asustó y que consideraba a alguien como Heesung un amigo... un amigo que en este momento se acercaba a Karina con sus labios curvados en una sonrisa socarrona y sus ojos rodando de arriba abajo sobre sus curvas.
—Ugh. —gruñó ella, mirándome y poniendo los ojos en blanco. Heesung por supuesto estaba demasiado ocupado mirando sus pechos como para notar su expresión de disgusto y sólo dejó de caminar cuando estuvo cerca de ella y pudo inclinarse sobre su estatura más pequeña con el olor agrio de su colonia que nos envolvió a ambos y nos provocó oleadas de náuseas.
El rostro de Karina se deformó en una expresión abatida por el disgusto mientras que Heesung sólo sonrió para mostrar sus blancos y relucientes dientes.
—Pareces aburrida. —asumió, mirándome con burla. —¿Quieres deshacerte de tu novio aquí y venir con nosotros? Definitivamente te daré un buen momento de diversión. —Vi la garganta de mi hermana subir y bajar, tragando el vómito y retrocediendo un paso hacia mí.

ESTÁS LEYENDO
entre sábanas | wonton
FanfictionDespertarse al lado de alguien desconocido después de beber demasiado alcohol no era una historia nueva y fascinante en estos días. Despertar junto a otro hombre cuando también eras hombre era un poco más interesante pero aún así no había nada que d...