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VI. Cosas

"Vigilante nocturno"

Pol le dijo que no era como ser policía, era algo para lo que desde hace tiempo existía el puesto, pero nadie lo tomaba, de hecho Reborn se preguntó si siquiera se necesitaba, parecía un sitio tranquilo.

Su deber sería ser una especie de velador, gendarme, algo por el estilo, recorría las calles asegurándose de que nadie pasara una dificultad o que algo ameritase llamar a cuerpos de auxilio. Le pareció un poco un chiste, se consolaba con el hecho de que le daba pretextos para salir por la noche a pasear (trabajar), distraerse con un propósito dado y, además, aquello no era propiamente ser policía.

Conoció a unos cuantos de sus vecinos, principalmente cuando pasaba y los saludaba estando ellos aun bebiendo algo en sus porches a pesar de estar ya entrada la noche, también a quienes se levantaban tan temprano que era criminal, Focus, para empezar.

No había muchas novedades, a lo mucho ayudó a alguien de fuera cuyo neumático se pinchó, levantaba a uno o dos hombres en estado inconveniente los viernes por la noche, también ayudó a Illo a sacar a un par de borrachos molestos, pero no agresivos, o a ayudarles a ellos a llegar a sus casas.

Con todo, la mayor parte del tiempo andaba solo por ahí, recorriendo distintos sitios, caminando, vigilando, yendo a revisar callejones de donde salían ruidos sospechosos y al final había solo mapaches o gatos hurgando en la basura.

Pero, a veces, sentía que le observaban, creía ver a alguien, a algo por el rabillo del ojo, pero cuando volteaba no había nadie allí, seguro eran ideas suyas, los viejos hábitos de estar en servicio y siempre alerta.

—Ten cuidado, por la noche rondan cosas— le dijo Focus, de forma enigmática una mañana, después de darle consejos para su jardín.

— ¿Coyotes? —

—Cosas—.