Capítulo 11: Escapar

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Felices Pascuas a todos. Espero que todos estén bien y a salvo. Este es el último capítulo antes del viaje de regreso a Camelot. Puede que pase un poco más de tiempo entre los capítulos a partir de ahora, ya que primero necesito escribir la parte completa en Camelot antes de publicar nuevos capítulos. Quiero mantener el orden lógico de las cosas y no olvidarme de nada. Pero tengo otra historia preparada para pasar el tiempo mientras trabajo en los próximos capítulos de esta.

Feliz lectura.

Escapando

Harry había disfrutado mucho del tiempo que había pasado desde que se había ido de vacaciones de Pascua. El viaje a las Seychelles con Sirius había sido increíble. Habían pasado la mayor parte de los días en la playa y por las noches, exploraban los clubes de la isla donde se encontraba el complejo de los magos. Entre bailar, coquetear un poco, disfrutar de bebidas con poca cantidad de alcohol y observar a chicas guapas con poca ropa, Harry había aprendido mucho sobre las chicas de su época. Las de la época de Camelot seguían otras ideas de comportamiento adecuado. Y no dejó que eso fuera demasiado lejos. Incluso si la tentación había estado allí.

Había regresado bronceado y mucho más relajado que antes. Había retomado sus estudios con nuevo vigor y se mantenía en contacto con Sirius por lechuza. Hermione había mejorado aún más su comportamiento y ahora estaba casi de vuelta al nivel de amistad casual, donde él le contaba algunos secretos y lo que estaba sucediendo a su alrededor. Sus amigos también habían mejorado, tomándolo como ejemplo. Las notas de Ron se habían estabilizado en un nivel superior a la media y Neville lo estaba haciendo mucho mejor que en años anteriores. Sobre todo había necesitado un apoyo adecuado y una varita que le quedara bien. Habiendo arreglado ambas cosas, Harry pudo observar cómo Neville salía lentamente del caparazón que había creado durante su infancia.

El ejercicio regular que hacían, tanto dentro como fuera de la Sala de los Menesteres, también dio resultados. Aunque Ron todavía tendía a quejarse de tener que levantarse temprano para el entrenamiento matutino, todavía se levantaba de la cama y notaba cuánta más energía tenía y que lanzar hechizos se volvía más fácil y podía hacerlo durante más tiempo. Y ahora que todos estaban en camino de alcanzar la armonía con su magia, el poder de cada hechizo que lanzaban también aumentaba. Los profesores lo notaron, incluso si no entendían las razones detrás de ese desarrollo.

En ese momento, solo Hermione, Ron, Neville, Fred, George y Sirius sabían sobre su herencia y todos habían prometido no decírselo a nadie hasta que Harry diera el visto bueno. Gracias al trato con su madre, después de que el dinero de la recompensa les hubiera dado el capital inicial para su sueño de un trabajo de broma, incluso Fred y George se estaban tomando su preparación para sus TIMOS mucho más en serio que antes.

Ahora se los veía mirando sus libros con regularidad. Planeaban tomar solo cuatro o cinco clases de nivel EXTASIS cada uno, pero Harry y Molly podían vivir con eso fácilmente. Sabía que los gemelos eran brillantes y mientras hicieran lo mejor que pudieran, no los regañaría por nada.

En Hogwarts y en el mundo mágico en general las cosas habían cambiado bastante. Todos los mortífagos que habían sido liberados previamente con la excusa de estar bajo la maldición imperius habían sido detenidos, excepto Malfoy, que escapó a tiempo, y fue interrogado bajo veritaserum. Malfoy fue incluido en la lista de personas buscadas, pero todos en el DMLE sabían que sería difícil localizarlo. Después de la lectura del testimonio de Pettigrew ante el Wizengamot, ya no pudieron protestar, ya que Amelia Bones había enumerado cinco leyes que la cubrían por tener la autoridad para actuar como lo hizo por la seguridad del país, en contra de los deseos del Ministro de Magia y el Wizengamot. Ser amenazada con ser considerada cómplice de criminales como los mortífagos hizo callar rápidamente a los críticos.

La Abuela MorganaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora