capitulo 13

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Las semanas pasaron y pareciera para Gala y Karime, como si el tiempo hubiera tejido de nuevo su conexión, se sumergieron de nuevo en su amistad. Cada día se sentían más cómodas juntas, compartiendo risas. El ambiente era diferente; había una ligereza en el aire que no existía antes, como si hubieran levantado un peso del que ni siquiera eran conscientes.

Gala había comenzado a componer más canciones, inspirada por la renovada conexión con Karime. A menudo, se sentaban en el jardín, donde Gala tocaba su guitarra mientras Karime escribía en su cuaderno, dejando volar su imaginación. Se reían , compartían sus sueños y discutían sobre lo que significaba la verdadera amistad. La música de Gala se volvió un reflejo de sus vivencias compartidas, y Karime, a su vez, empezó a sentirse más segura de sí misma, siempre apoyada por la mirada amorosa de su amiga.

Un día, mientras estaban en una mesa del jardín, Brigitte se acercó a ellas con una sonrisa brillante. La energía entre Gala y Karime no pasó desapercibida.

—¡Wow! Se nota que han vuelto a estar cerca —dijo Brigitte, tomando asiento junto a ellas—. Es como si estuvieran irradando buenas vibras.

—Sí, ha sido un proceso, pero estamos en un buen lugar ahora —respondió Gala, mirando a Karime con complicidad.

—Me alegra tanto oír eso. Les hacía falta, ¿no? —dijo Brigitte, con una mirada comprensiva. —No puedo esperar a que tengamos una salida grupal otra vez. ¿Qué les parece organizar algo este fin de semana?

Karime sonrió, recordando lo divertidas que solían ser sus salidas.

—¡Sí! Me encantaría. ¿Qué tal una tarde de juegos y películas en casa de Gala? Podemos invitar a Miguel y a los demás.

Gala asintió, entusiasmada por la idea.

—Perfecto. También puedo preparar algunas cosas para picar. Será como los viejos tiempos.

A medida que las tres amigas hablaban, Miguel y Agustín aparecieron, trayendo consigo el bullicio del campus. Miguel, al notar el ambiente alegre, sonrió.

—¿Qué está pasando aquí? Se nota que el ambiente está más ligero. ¿Gala, has vuelto a escribir canciones? —preguntó con curiosidad.

—Sí, de hecho, he estado componiendo más últimamente —respondió Gala, sonrojándose un poco.

Agustín, quien había estado escuchando desde un rincón, decidió intervenir.

—Parece que mi plan de arruinar su amistad no funcionó. —Su tono era sarcástico, pero había un destello de genuina admiración en su mirada—. Me alegra verlas tan bien.

Gala lo miró de reojo, sintiéndose un poco incómoda. Sin embargo, decidió dejarlo pasar.

—Gracias, Agustín. —respondió, aunque su mirada reflejaba que la historia no estaba completamente cerrada—. Pero la verdad es que todo ha cambiado.

Miguel, viendo la tensión, cambió de tema rápidamente.

—Entonces, ¿qué tal si hacemos un torneo de juegos en la noche del sábado? Estoy seguro de que todos se divertirán.

El grupo comenzó a discutir ideas y juegos, y Gala sintió que su corazón se llenaba de calidez. Era un momento que había estado esperando, donde todos podían ser ellos mismos sin tensiones pasadas.

La noche del evento llegó rápidamente. El grupo se reunió en la casa de Gala, donde las risas y la diversión eran el hilo conductor de la velada. Karime había traído juegos de mesa, y Miguel había llegado con una gran cantidad de snacks. Brigitte se encargó de la música, creando una atmósfera perfecta para la noche.

Mientras jugaban, Gala se dio cuenta de lo importante que era ese reencuentro. Las bromas, los gritos de emoción cuando alguien ganaba, y la calidez del ambiente eran recordatorios de la conexión que habían cultivado. Todo el mundo se sentía cómodo y feliz.

En un momento de la noche, Gala tomó un respiro y, mirando a sus amigos, dijo:

—Me alegra mucho que estemos aquí juntos. He extrañado esto.

Todos asintieron, compartiendo la misma sensación de pertenencia y alegría. Karime, que estaba al lado de Gala, le sonrió con ternura.

—Yo también. Y me alegra haber tenido la oportunidad de reconstruir lo que teníamos. Nunca lo di por hecho.

La risa estalló nuevamente cuando Miguel se unió al juego, tratando de hacerse el gracioso y provocar carcajadas en el grupo. La velada continuó entre juegos, historias y música, y por primera vez en mucho tiempo, Gala sintió que las sombras del pasado se disipaban.

A medida que la noche avanzaba, Gala y Karime se sentaron un momento en el sofá, mirando a sus amigos reír y disfrutar.

—Me siento agradecida de tenerte en mi vida —dijo Gala en voz baja.

—Igualmente. —Karime sonrió—. No sé qué haría sin ti.

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Ahora sí quedan pocos capítulos (2) yuhuu, comenten y voten

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