capitulo 10

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La mañana del día siguiente, Krista y Miguel se encontraron en la cafetería de su universidad, ansiosos por llevar a cabo su plan. Con una taza de café humeante en cada mano, se sentaron en una mesa alejada, donde podían hablar sobre su plan a Gala y Karime sin ser notados.

—Ok, aquí está la idea —comenzó Krista, emocionada—. Vamos a hacer que Gala y Karime se crucen en el parque después de clases. Ahí podemos crear un ambiente relajado para que hablen. ¿Qué te parece?

Miguel asintió, aunque con un ligero atisbo de preocupación.

—Suena bien, pero ¿y si Gala se enoja y no quiere hablar? Quiero decir, es un momento tenso.

—Confía en que podemos manejar eso. Sabemos que Gala necesita un poco de empuje para dejar salir todo lo que siente. Solo tenemos que asegurarnos de que ambas estén ahí, y nosotros nos encargaremos de crear una distracción.

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Más tarde, Krista y Miguel se dispusieron a poner su plan en acción. Primero, se acercaron a Gala mientras estaba sentada en el sillón de su casa, revisando su teléfono con el ceño fruncido.

—¡Gala! —llamó Krista, acercándose—. ¿Qué tal si damos un paseo por el parque? Necesitas despejarte.

Gala miró a su hermana, aún un poco perdida en sus pensamientos.

—No sé, Kris… no estoy de humor.

Miguel intervino, con una sonrisa persuasiva.

—Vamos, solo será un rato. Además, Karime está ahí, así que quizás puedas aclarar las cosas con ella.

Al oír el nombre de Karime, Gala levantó la mirada, la sorpresa y la inquietud mezclándose en su expresión.

—¿Karime? ¿Vas a invitarla? —preguntó, algo reticente.

—Sí, claro. Solo haremos un pequeño encuentro casual. Será divertido —respondió Krista, guiñándole un ojo.

Gala se mordió el labio, sabiendo que no podía evitar el encuentro por mucho tiempo. Finalmente, asintió.

—Está bien. Solo un paseo, y si no me gusta, me voy.

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Al llegar al parque, Krista y Miguel se dispersaron un poco, asegurándose de que Gala y Karime pudieran hablar. Mientras tanto, ellos se sentaron en una banca cercana, fingiendo leer sus teléfonos pero realmente prestando atención a lo que sucedía.

Karime, visiblemente nerviosa, estaba sentada en una banca con los dedos entrelazados. Cuando vio a Gala acercarse, su corazón dio un vuelco.

—Hola, Karime —dijo Gala, intentando mantener la voz firme, aunque temblorosa.

—Hola, Gala —respondió Karime, su voz apenas un susurro.

El silencio se volvió pesado, y Gala, sintiendo la necesidad de romperlo, decidió dar el primer paso.

—¿Por qué no me dijiste la verdad? —preguntó, mirando a Karime a los ojos—. Me sentí estúpida creyendo en tus cartas.

Karime bajó la mirada, sintiendo el peso de las palabras.

—Lo sé… y estoy realmente arrepentida —dijo, su voz cargada de emoción—. No quería herirte. Estaba tratando de ayudar a Agustín, pero también quería ser tu amiga. No sé por qué dejé que las cosas llegaran a este punto.

Gala frunció el ceño, tratando de procesar sus sentimientos.

—No entiendo por qué te arriesgaste a jugar con mis sentimientos. Creí que eras sincera conmigo.

Karime respiró hondo, sintiendo la angustia crecer en su pecho. Sabía que debía hacer algo para demostrarle a Gala que su amistad significaba más que una simple carta. Entonces, recordó la carta que había escrito pero nunca entregado.

—Espérame un segundo —dijo, mientras se levantaba rápidamente. Se adentró un poco más en el parque y, tras unos momentos, regresó con una carta en la mano, un gesto que la hizo sentir vulnerable.

—Gala, escribí esto para ti, pero nunca tuve el valor de dártelo. No es una excusa, pero quiero que sepas cómo me siento —dijo, extendiendo la carta hacia ella.

Gala miró la carta con sorpresa. Su corazón latía con fuerza, y la curiosidad superó su frustración.

—¿Qué es esto? —preguntó, tomando la carta con cautela.

—Es lo que realmente quería decirte… cómo valoro nuestra amistad y cuánto me importas. Por favor, léela —insistió Karime, sus ojos suplicantes.

Gala tomó la carta y se sentó, dispuesta a leerla en voz alta. Mientras desdoblaba el papel, sintió que una mezcla de temor y esperanza la invadía. Se preparaba para escuchar las palabras que Karime había guardado en silencio durante tanto tiempo.

Querida Gala,

Desde que nos conocimos, he aprendido tanto de ti. Eres fuerte, valiente y tienes un corazón lleno de luz. Nunca quise que esto se interpusiera entre nosotras. Quería que supieras que no solo eres una amiga, eres alguien que admiro y en quien confío.

Me arrepiento de no haberte dicho la verdad desde el principio. La idea de perder tu amistad me asustó, y me dejé llevar por la presión de ayudar a Agustín. Pero tú mereces sinceridad y respeto, y lamento haberte fallado.

Lo más importante es que quiero que sepas que estoy aquí para ti, sin juegos ni secretos. Espero que puedas perdonarme y que podamos encontrar una manera de volver a ser amigas, porque valoro demasiado lo que tenemos.

Con cariño,
Karime.

Gala terminó de leer y levantó la mirada hacia Karime, sintiéndose abrumada por las emociones.

—Karime, esto… esto es mucho —murmuró, tratando de contener las lágrimas que amenazaban con asomarse.

Karime se acercó un poco más, ansiosa.

—¿Te parece que podríamos intentar nuevamente? Quiero que sepas que lo siento de verdad y que estoy dispuesta a hacer lo que sea necesario para arreglarlo.

Gala tomó un respiro profundo, sintiendo que la carga en su pecho comenzaba a aligerarse. Sabía que había trabajo por hacer, pero había algo en las palabras de Karime que resonaba en su corazón.

—Sí, me gustaría… Quiero intentarlo. Pero primero, tenemos que hablar sobre todo esto, sin más secretos.

Karime asintió, sintiendo que el nudo en su estómago se deshacía poco a poco. Ambas se miraron, y un pequeño rayo de esperanza brilló entre ellas.

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Desde la distancia, Krista y Miguel se miraron con sonrisas satisfechas, aliviados de que su plan estuviera funcionando.

—Lo hicimos —dijo Miguel, con una mezcla de orgullo y alegría.

—Sí, y parece que aún queda mucho por hacer —respondió Krista, mirando a las chicas con una expresión de determinación—Esto es solo el comienzo.

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Me cuesta mucho integrar a los personajes ndndkdmwk comenten y voten

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