La estrategia

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Para Karime, el plan era claro y Gala solo era un escalón más de su plan una puerta hacia lo que realmente deseaba: una cita con Luis. Estaba convencida de que si ayudaba a Agustín a conquistar a Gala, él cumpliría su promesa, y finalmente ella y Luis tendrían la oportunidad de estar juntos. Había pasado años imaginando cómo sería tenerlo a su lado, verlo reír solo para ella y descubrir que quizás, en el fondo, él también sentía algo más que amistad.

Así que, cuando Agustín aceptó su trato, Karime supo que era el momento de actuar. Sabía que no podía simplemente escribir las cartas sin conocer a Gala; sería arriesgarse a que Agustín quedara en evidencia. Necesitaba entrar en su mundo, entenderla lo suficiente para que sus palabras sonaran sinceras y lograran el impacto que Agustín esperaba. Pero la idea de acercarse a Gala la incomodaba. ¿Cómo iba a relacionarse con alguien a quien apenas había observado desde la distancia? No compartían amigos, y apenas se habían dirigido la palabra. Sin embargo, Karime tenía una ventaja: Brigitte.

Brigitte, la mejor amiga de Gala, sería su primer paso. Si lograba acercarse a ella, tendría una excusa perfecta para pasar más tiempo junto a Gala, conocer sus gustos, sus pasatiempos, e incluso sus puntos débiles. Karime ya había visto a Brigitte en los pasillos, y aunque nunca habían cruzado más que un saludo, ella sabía que Brigitte era amigable y extrovertida, alguien con quien podía entablar conversación sin levantar sospechas.

La oportunidad llegó más pronto de lo que esperaba. Al día siguiente, durante el recreo, Karime la vio sentada sola en una de las bancas del patio, leyendo un libro. Era el momento perfecto para acercarse. Respiró hondo, acomodó su mochila y caminó hacia ella con una sonrisa despreocupada.

—Hola, Brigitte, ¿qué lees? —preguntó, tratando de sonar natural.

Brigitte levantó la vista, un poco sorprendida, pero le devolvió la sonrisa al ver que era Karime.

—Oh, hola. Es Harry Potter. ¿Te gusta? —respondió Brigitte, mostrándole la portada con entusiasmo.

Karime aprovechó la apertura y se sentó junto a ella. Empezaron a charlar sobre el libro y sobre temas triviales, y para su sorpresa, la conversación fluyó mucha facilidad. Brigitte era divertida, directa y un poco sarcástica, pero también tenía un lado amable que hacía que Karime se sintiera cómoda, sentía que, si no fuera por el plan, realmente podría llegar a ser amiga de Brigitte. Pero no podía permitirse distracciones. Tenía que recordar su objetivo.

Después de unos minutos, Karime encontró el momento perfecto para desviar la conversación hacia Gala.

—Por cierto, he oído que Agustín no deja de insistir con Gala. Debe ser algo agotador para ella, ¿no? —dijo Karime, intentando sonar casual, aunque sus ojos mostraban un brillo de curiosidad genuina.

Brigitte soltó una pequeña risa y rodó los ojos.

—Agotador es poco. Gala siempre dice que él es el tipo de persona de la que hay que mantenerse alejada. Pero bueno, creo que en el fondo le causa curiosidad, aunque ella jamás lo admitiría.

Karime tomó nota mental de aquello. Saber que Gala sentía, al menos, algo de intriga por Agustín era el primer paso. Aunque sus verdaderas intenciones estuvieran dirigidas hacia Luis, ahora tenía una excusa para acercarse cada vez más a Gala. Sintió una pequeña chispa de satisfacción. Todo estaba funcionando como lo había planeado.

Pero mientras Brigitte hablaba de Gala, Karime no pudo evitar interesarse un poco más en ella. Las descripciones de Brigitte hacia Gala eran increíbles y la hacían tener ganas de conocerla un poco más; mencionaba lo protectora y determinada que era, y cómo luchaba por lo que creía justo, sin importar lo que otros pensaran. A su modo, Karime empezó a sentir cierta admiración también, aunque no estaba dispuesta a admitirlo. Para ella, Gala seguía siendo solo el medio para obtener lo que quería. O al menos, eso era lo que intentaba hacerse creer.

Finalmente, tras unos minutos de conversación, Brigitte y Karime intercambiaron números de teléfono y prometieron volver a hablar. Para Brigitte, era el comienzo de una amistad prometedora; para Karime, una pieza más en su estrategia.

Cuando se despidieron, Karime caminó hacia su siguiente clase con una sonrisa triunfante. Todo iba saliendo a la perfección. La posibilidad de una cita con Luis parecía cada vez más real, y la satisfacción de acercarse a Gala sin levantar sospechas le daba una dosis de confianza. Sin embargo, mientras recordaba la conversación con Brigitte, una pequeña voz en el fondo de su mente le hacía preguntarse si este acercamiento terminaria siendo lo correcto.


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