Capítulo 6.

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Según los dichos populares: "El alfa gana el dinero, el omega es el que lo gasta".

Sean nunca había entendido ese dicho, hasta que se casó, y finalmente comprendió lo que significaba "gastar" dinero.

Además de los múltiples regalos de su boda, otra cosa que recibió Sean en su primera semana de matrimonio fue una gran cantidad de monedas que su suegra la cedió. Ahora Sean era el omega de la casa, y si bien su abuela y su suegra seguirían viviendo con ellos, Sean debía comenzar a encargarse de sus deberes como esposa, y entre ellas estaba administrar todo el dinero que Jackson ganaba.

La familia Aldrich era conocida por tener el ganado necesario y varios acres para cultivar, siendo la producción de trigo y cebada la principal fuente de dinero de familia. Sin embargo, cada alfa de la familia tenía sus propias profesiones o actividades en las que son buenos para obtener su propio dinero fuera de las actividades familiares, y en el caso de Jackson él es uno de los cazadores más hábiles del poblado.

Según dicen es algo que heredó de su padre, ya que el padre de Jake también era un cazador, "se lleva en la sangre", y es algo que Sean confirmó en su primera semana de casado con su esposo.

En solo 5 días de casados Jake hizo cortas expediciones al bosque, donde logró cazar dos ciervos y cinco conejos, los cuales llevo a casa cada día para prepararlos para la venta.

—En primavera los animales grandes van a sitios más fríos, en lo alto de la montaña. Pero cuando sea invierno y los animales tengan que bajar a buscar comida, te sorprenderé, cazaré un jabalí, incluso un puma de montaña, ya lo veras —dijo Jake tras guiñarle un ojo a Sean.

Mientras que el omega sorprendido observó cómo su alfa arrastraba un gran ciervo macho casi del doble de su tamaño dentro de la casa, esa fue la primera vez que Sean vio un ciervo tan grande, y no tenía idea de cómo Jake lo había cazado y mucho menos como logró traerlo hasta su hogar.

Jake ya tenía una rutina, en su tiempo libre hacia cortos recorridos por el bosque, donde con sus flechas cazaba animales grandes, mientras que dejaba trampas para aves y animales pequeños por el territorio, cazando así conejos y otras pequeñas alimañas comestibles. Tras cazar los animales, Jake los llevaba a casa, donde en el patio trasero tenía una pequeña cabaña algo apartada, donde preparaba la carne y dejaba las pieles para su madre, ya que la señora Aldrich se encargaba de preparar las pieles para su venta en el invierno.

Sean se sentía abrumado, había recibido 500 monedas de plata y más de 1000 monedas de bronce de su suegra, que eran los fondos que tenía la familia de todo lo obtenido durante el duro trabajo de Jake en lo que iba de la primavera. A parte de eso Sean había obtenido otras 500 monedas de plata y 200 de bronce de lo sobrante de su boda, teniendo una gran cantidad de dinero, que ahora él debía administrar.

Tras recibir esa gran cantidad de dinero, Sean cuidadosamente lo puso en un hermoso joyero de madera que le dieron como regalo en su boda. Sean nunca antes se había encargado del dinero de un hogar, tenía cierta idea por haber visto a su abuela hacer lo mismo durante su infancia, pero jamás había tenido semejante responsabilidad.

Así que tras pensarlo de forma cuidadosa, Sean decidió poner todas las monedas en ese bonito joyero de madera, ya que esa pequeña caja tenia diversas divisiones, las cuales Sean tenía pensado usar para dividir el dinero cuando ya tuviera presupuestos preparados, como el costo total de la comida de cada mes, o una división exclusiva para ahorros de salud.

Después de todo Sean sentía una gran presión, ahora debía cuidar del bienestar y la buena fortuna de no solo sí mismo, también de 3 personas más, y si bien contando todas las monedas Sean creía tener bastante dinero, el omega no quería confiarse, temeroso de que el costo de los alimentos sea mayor en ese pueblo o que alguna de las mujeres mayores que vivían con ellos enfermara. Sean temía que en momentos delicados la familia no tuviera dinero suficiente para gastarlo.

Un amor dulce como las ciruelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora