യᩙ ݂ ݁ 𝗕𝗲𝘆𝗈𝗇𝖽 𝘁𝗶𝗆𝖾 💍ᩙ꤬᭪ | 𝖲𝗎𝗇𝗀𝖩𝖺𝗄𝖾

7. ♡

Viejo canoso:

Ya estas llegando?
No puedo creer que el primer día te quedes dormido
¿Qué hice yo para merecer un mejor amigo como tú?

Jake leía los mensajes de Jay en su celular, donde se quejaba con su típico tono dramático. Una leve sonrisa apareció en sus labios, divertirse con las exageraciones de su mejor amigo era casi una rutina diaria. Sin embargo, a pesar de encontrarlo gracioso, apresuró sus pasos.

Aún faltaba para que la clase comenzara, pero Jay era de esas personas que necesitaban estar al menos dos horas antes de cualquier cosa, por lo que Jake sabía que su impuntualidad le estaba sacando de quicio.

La idea inicial era que su hermano lo llevara en auto, pero a Heeseung le había surgido un problema de última hora —uno de esos que ni siquiera explicaba del todo— y Jake había terminado teniendo que caminar, lo que lo retrasó más de lo esperado.

El viento fresco del otoño soplaba con fuerza, y los mechones largos de su cabello volaban hacia atrás con cada ráfaga, despeinándolo sin remedio. Jake amaba esa sensación, esa mezcla de frío y libertad. Definitivamente, el otoño era su estación favorita.

Todo a su alrededor parecía envuelto en una paleta de colores cálidos; las hojas rojizas y doradas danzaban en el aire antes de caer a sus pies, formando un suave manto crujiente en las aceras. Para él, era imposible no sentirse en paz caminando bajo ese cielo gris claro y esas calles decoradas por la naturaleza. Le fascinaba esa sensación de melancolía y renovación que solo el otoño podía ofrecer.

Jake se agarró del cuello de su abrigo, cerrándolo un poco más para protegerse del viento mientras seguía su camino. Por dentro, intentaba mantenerse tranquilo, aunque llegara un poco tarde. Aun así, había un peso incómodo que llevaba consigo desde que salió de casa. Esa sensación le acompañaba, como una sombra persistente que se negaba a dejarlo en paz. Sabía que en esa universidad también estudiaban personas que conocía, y la idea de cruzarse con ellas —o mejor dicho, con él— era algo que definitivamente no quería enfrentar.

Con cada paso, Jake se repetía a sí mismo que no había razón para preocuparse, que la universidad era lo suficientemente grande y que probablemente no se encontraría con él… al menos, no hoy. Pero la idea seguía rondando en su mente, incapaz de ser completamente ignorada. Esa sombra persistente se entrelazaba con el aire fresco de la mañana, provocando un leve escalofrío que nada tenía que ver con el clima.

Finalmente, tras casi correr para intentar llegar a tiempo, divisó el imponente edificio de la universidad. Frente a la entrada, la multitud de estudiantes conversaba y se movía en distintas direcciones, pero hubo una silueta que llamó la atención de Jake de inmediato. Esa figura familiar estaba apoyada contra la pared de la entrada, mirando distraídamente su celular. Jake sonrió con picardía, sin poder evitar la tentación de gastarle una pequeña broma.

Con pasos sigilosos, se acercó por detrás de Jay y, sin previo aviso, lo abrazó fuerte alrededor de la cintura para asustarlo a propósito.

—¡Idiota, no hagas eso! —se quejó Jay, apartándose rapidamente mientras lo miraba con el ceño fruncido y su cabello gris desordenado por el movimiento. Jake soltó una carcajada al ver la reacción de su amigo, complacido por haber logrado su cometido.

—Parece que hoy te levantaste con el pie izquierdo, ¿no? —bromeó Jake, con una sonrisa aún pintada en el rostro mientras comenzaban a caminar hacia la entrada del campus—. Aún tenemos tiempo para ingresar, relájate.

Jay resopló con frustración y guardó su celular, ajustando su bolso al hombro. Su expresión seguía tensa, y se notaba que había algo más molestándolo.