Capítulo 15

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Jungkook POV

─Es imposible que no ganemos mañana. No después de esto─, dice Jimin, dejándose caer de espaldas sobre mi colchón.

Sigo encima de él, con el semen goteando de mi polla y sobre su pecho por lo que podría ser nuestro polvo más caliente hasta la fecha, y tengo que estar de acuerdo. Pero Cornualles no ha perdido en lo que va de temporada, así que será la primera prueba real de nuestro equipo.

Y de lo bien que funciona esta superstición.

─Sinceramente, lo volveremos a hacer, aunque no lo hagamos.

Se ríe entre dientes, con sus manos apoyadas en mis muslos dándome un pequeño apretón. ─ Trato hecho.

Me deslizo fuera de su cuerpo, me limpio con una camiseta sucia y la tiro en mi cesto. Siento sus ojos clavados en mí mientras me subo los pantalones por las caderas, estudiándome como él suele hacer. Últimamente lo hace mucho más, aunque me niego a señalarlo. Lo último que quiero es molestarlo sin querer cuando acabamos de empezar a llevarnos bien.

─¿Te importa si me quedo aquí un rato?

─En absoluto.

Me he dado cuenta de que tenerlo cerca no es tan malo. Y no solo por la parte sexual, aunque tampoco me quejo de eso.

El otro día, por ejemplo. Estábamos saliendo del hielo después del entrenamiento cuando me apartó y me preguntó si quería cenar y estudiar en mi casa. Necesitaba que alguien le preguntara una tontería sobre filosofía para una asignatura que estaba estudiando y, aunque tenía un montón de compañeros de piso que podrían ayudarlo, su casa es demasiado ruidosa, incluso entre semana, como para que resulte beneficioso.

Así que... dije que sí. Y para mi sorpresa, no fue raro. Pedimos una pizza, le pregunté con sus fichas y aprendí una cantidad inquietante de cosas sobre Kant, Hume y Marx.

Sin discusiones ni peleas, y sin enrollarnos, según las normas que acordamos. Lo cual me pareció bien... hasta que Jimin se estiró y pude verle los abdominales. Entonces tuve que contenerme para que no se me ocurrieran demasiadas ideas.

Pero, sinceramente, lo mejor de la noche fue cuando Eunwoo entró después de su clase nocturna y nos encontró en el suelo del salón -cuadernos, fichas y lápices esparcidos a nuestro alrededor- para preguntarnos quién había muerto.

Los dos nos reímos mucho, aunque entiendo por qué lo preguntó. Ha estado al tanto de esta pequeña disputa que tenemos Jimin y yo durante más tiempo que casi nadie.

Sin embargo, fue agradable ver que podíamos pasar tiempo juntos completamente vestidos sin querer arrancarnos la cabeza. Es un progreso.

─Pero al menos vístete─, le digo, tirándole los calzoncillos ─. Por si Eunwoo decide hacer una aparición inesperada.

─Cierto─, dice, y no han pasado ni dos minutos y ya está limpio y vestido.

Estoy en mi escritorio, al otro lado de la habitación, leyendo otro capítulo de este maldito libro de economía, cuando se desploma sobre mi cama, boca abajo, y mete los brazos debajo de la almohada.

Sacudo la cabeza y vuelvo a leer; tengo en la punta de la lengua un comentario del tipo 'siéntete como en casa, ¿por qué no?'

Pero no llego a decirlo, porque él rompe el silencio.

─¿Qué demonios?

Cuando vuelvo a levantar la vista, encuentro a Jimin sacando el conocido disco de debajo de mi almohada. Sosteniendo el disco en el aire entre los dos, pregunta: ─ ¿Se te perdió?

rivales ✧ jikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora