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El tiempo pasaba volando, o al menos eso pensaba Hueningkai, ya que después de una semana de idas y venidas al trabajo del alfa, empezó a dejarle almuerzos y pequeñas botanas para que pudiera consumir en la tarde.
El alfa insistió constantemente en pagar por la comida e incluso por el taxi para que Hueningkai pudiera llegar hasta su trabajo, aunque para el rubio eso sonaba completamente absurdo, considerando que estaba a solo ocho minutos caminando.
Al principio, pensó que sería algo problemático hacerle ese favor, pero terminó tomándole gusto. En sus horarios de descanso, solía quedarse con Choi Soobin para hacerle compañía, y así logró volverse un poco más cercano a aquel alfa que iba prácticamente todos los días a la cafetería.
De esta manera, logró conocer varios detalles de su vida; por ejemplo, que Soobin tiene veintiséis años y nació en Ansan, pero se mudó a Seúl hace aproximadamente siete meses por motivos de trabajo. En el poco tiempo que pasó con el alfa, pudo notar que este no disfrutaba hablar de su trabajo, ya que se negó amablemente a describir cuál era su función en la empresa.
Aun así, le parecía una persona amable y sencilla, pues disfrutaba de los pequeños detalles que Hueningkai le hacía, además de ser un charlatán en la opinión de Hueningkai.
Al llegar a las puertas del gran edificio, le envió un mensaje al azabache, esperando alguna indicación, ya que el alfa solía esperarlo en la entrada. Sin embargo, esta vez era algo especial, ya que generalmente lo acompañaba a los balcones de los primeros pisos o a la cafetería de la empresa. Pero esta vez, Soobin le pidió que subiera hasta uno de los pisos superiores.
Una vez ingresó por la puerta superior una de las Omegas en la recepción le permitió el pase por las barreras con su identificación.
El edificio en sí no le resultaba desconocido, ya que Nicholas trabajaba allí. De hecho, esa fue una de las razones por las que decidió abrir un local más cercano. Sin embargo, esto resultó bastante negativo, ya que el alfa simplemente ignoró sus intentos de salir juntos durante el horario de descanso, por lo que tampoco tenía idea de en qué piso o área trabajaba. Aun así, le parecía gracioso que el mundo fuera tan pequeño como para que Soobin y su esposo fueran compañeros de trabajo.
Reviso por última vez el mensaje del azabache, entrando al ascensor y tocando la tecla del piso dieciocho ascendiendo rápidamente por una gran cantidad de pisos del gigante edificio.
Una vez llegó al piso indicado, le envio un mensaje de texto al alfa pero no respondió inmediatamente como las otras veces por lo que decidió enviar varios mensajes.
Ya estoy aquí ¿donde estas? 12:45 PM
Preparé pastas caseras ya que dijiste que te encantaban, no tardes o va a enfriarse T~T 12:48 PM
