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A LA MAÑANA SIGUIENTE, Olivia y Ruby coincidieron en el set mucho antes de lo necesario. Quizás era una coincidencia, o quizás, en el fondo, ambas querían aprovechar esos momentos antes de que el resto del equipo llegara y el caos de la producción tomara el control.
Ruby, con una taza de café en la mano, estaba sentada en un banco junto a una pequeña área de descanso cuando vio a Olivia acercarse. Olivia, aún sin haberse dado cuenta de su presencia, parecía distraída, revisando su teléfono y caminando lentamente. Cuando levantó la vista y sus ojos se encontraron, ambas intercambiaron una sonrisa breve y algo incómoda.
—Madrugadora hoy, ¿eh? —comentó Olivia, guardando el teléfono y caminando hacia ella.
—Sí, supongo que necesitaba algo de tranquilidad antes de que empiece el día —respondió Ruby, dándole un sorbo a su café—. ¿Y tú?
Olivia se encogió de hombros, tomando asiento junto a Ruby. —A veces es más fácil así. Menos ruido.
Ruby asintió, y por un momento ambas se quedaron en silencio, observando el ir y venir de las primeras luces y sonidos del set. Aunque el ambiente seguía siendo un poco tenso, el silencio era menos pesado, casi cómodo.
—Sabes, estuve pensando en nuestra conversación de anoche —dijo Olivia, finalmente rompiendo el silencio—. Agradezco que me escucharas. No suelo hablar mucho de… ya sabes, de todo eso.
Ruby sonrió suavemente, apoyando la taza en sus rodillas. —Liv, no tienes que agradecerme. Creo que fue bueno para las dos. Ayuda saber que alguien entiende, aunque sea un poco.
Olivia asintió, y una pequeña sonrisa apareció en sus labios. —Supongo que sí. Quizás deberíamos hablar más de cosas… no necesariamente malas, pero tampoco tan complicadas. Solo, no sé, como en los viejos tiempos.
Ruby se rió suavemente. —¿Como cuando nos reíamos de los errores de continuidad en las escenas y contábamos cuántas veces alguien olvidaba una línea?
—Exacto —contestó Olivia con una sonrisa de complicidad—. Esos eran buenos días.
Ruby asintió, y entre ambas se fue formando una pequeña burbuja de recuerdos, de momentos simples que habían compartido. Sentían que, de alguna manera, el pasado no estaba tan lejos, aunque ambas habían cambiado.
—¿Qué tal si intentamos recuperar un poco de eso? —sugirió Ruby—. Solo… ser conocidas que pueden hablar de algo más que lo que nos divide.
Olivia parecía considerar la propuesta, y luego asintió con una leve sonrisa. —Me parece bien. Tal vez es lo que necesitamos para seguir adelante, y para que estar aquí no sea tan… extraño.
